El fuerte apoyo que recibió Donald Trump en estas elecciones presidenciales dejó a muchos demócratas desconcertados. Aunque todavía es posible que Joe Biden obtenga el triunfo en el Colegio Electoral por un estrecho margen, está ganando el voto popular por un margen de más de 3,5 millones de votos. Mientras la atención está puesta en los estados clave que todavía no han declarado un ganador y en la pérdida de escaños demócratas en la Cámara de Representantes (un total de siete según el último recuento), se está pasando por alto la considerable expansión del ala progresista del Partido Demócrata en el Congreso, un verdadero hecho histórico.
El Bloque Progresista del Congreso, el grupo de legisladores más grande del Congreso de Estados Unidos, se vio sacudido en el año 2018 cuando cuatro mujeres progresistas de color ganaron sus respectivas contiendas electorales, tras lo que pasaron a ser conocidas como “el escuadrón”. Alexandria Ocasio-Cortéz trabajaba como camarera en la ciudad de Nueva York mientras llevaba adelante su irreverente campaña para ocupar un escaño en la Cámara de Representantes. Con esa irreverencia, logró ganarle las elecciones primarias a Joe Crowley, el congresista que venía ocupando esa banca desde hacía 20 años y uno de los demócratas más poderosos del Congreso de Estados Unidos. Ayanna Pressley, hija única de una madre soltera, tuvo que dejar la universidad para poder trabajar y mantener a su madre. Pressley derrotó en las primarias demócratas al entonces representante Michael Capuano, en una contienda por el escaño que alguna vez ocupó Tip O’Neill, expresidente de la Cámara de Representantes. Así, Ayanna Pressley pasó a ser la primera mujer afroestadounidense en representar al estado de Massachusetts en el Congreso.
Rashida Tlaib ganó el escaño de la Cámara de Representantes que le corresponde a la ciudad de Detroit, la banca que ocupó durante años el representante John Conyers. Tlaib, la mayor de 14 hermanos, nació en el seno de una familia de clase trabajadora que emigró de los territorios palestinos ocupados por Israel. Mientras crecía, se las ingenió para poder ir a la escuela a la vez que cuidaba de sus hermanos. Cuando Ilhan Omar obtuvo su escaño en representación de la ciudad de Mineápolis, se convirtió en la primera somalí-estadounidense electa al Congreso. Omar y su familia huyeron de la guerra civil somalí y vivieron en un campo de refugiados durante cuatro años cuando ella era niña. La representante Omar y Rashida Tlaib son las dos primeras mujeres musulmanas que han sido electas para el Congreso.
“El escuadrón” se asentó como un torbellino en el Congreso de Estados Unidos y fue definitorio para el surgimiento una nueva fuerza política en Washington, que aboga por políticas progresistas, como el llamado “New Deal ecológico” y el programa público de salud “Medicare para Todos”. Como estas mujeres de color hacen frente a las políticas y al comportamiento de Trump, las cuatro han sido un blanco frecuente de sus ataques racistas y misóginos. Suelen recibir amenazas de muerte y necesitan custodia, pero eso no las ha hecho detenerse.
Tampoco ha disuadido a otras progresistas de postularse para el Congreso en el año 2020.
Cori Bush, una enfermera y madre soltera que vivió durante un tiempo en la calle, obtuvo una victoria sorpresiva en las elecciones primarias del primer distrito congresional del estado de Misuri, en la ciudad de St. Louis, contra William Lacy Clay Jr., congresista demócrata que ya llevaba diez mandatos en el cargo. Entre él y su padre, los Lacy Clay han ocupado ese escaño durante medio siglo. Bush ganó las elecciones primarias y, el martes, se convirtió en la primera mujer afroestadounidense elegida para el Congreso por el estado de Misuri.
Cori Bush se vio impulsada a la arena política tras liderar las manifestaciones de protesta por la muerte del joven afroestadounidense Michael Brown a manos de la policía en la ciudad de Ferguson, Misuri, en el año 2014. En una entrevista con el programa de noticias Democracy Now! después de su victoria en las elecciones primarias, Bush hizo alusión a las manifestaciones en la ciudad de Ferguson: “Nos manifestamos durante más de 400 días. [La policía] golpeaba a la gente, le disparaba gas lacrimógeno, gas pimienta, balas de goma, balas reales. Pero regresamos una y otra vez. Yo misma fui agredida por la policía”.
Cori Bush se postuló en base a una agenda progresista, que incluye el recorte de fondos para la policía: “Se trata de una reasignación de fondos… No puede haber áreas que tengan un exceso de fondos cuando hay otras áreas con fondos insuficientes. Tenemos que asegurarnos de que haya dinero para los servicios sociales en nuestras comunidades, dinero para los programas sociales, dinero para los hospitales y la atención de la salud”.
En tres distritos congresionales contiguos del estado de Nueva York, tres hombres afroestadounidenses progresistas también ganaron sus primeras contiendas electorales esta semana.
En el décimo sexto distrito congresional del estado de Nueva York, que abarca el Bronx y el condado de Westchester, Jamaal Bowman, un exdirector de escuela secundaria respaldado por la congresista Ocasio-Cortéz y los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren, desbancó al congresista Eliot Engel, otro poderoso demócrata que se mantuvo en el cargo durante 16 mandatos consecutivos. La noche de las elecciones, Jamaal Bowman dijo en una entrevista con Democracy Now!: “Voy a Washington para luchar por la vivienda digna como un derecho humano, la atención médica como un derecho humano, la financiación total de nuestras escuelas públicas, la garantía por parte del gobierno federal de poder obtener un empleo, el aumento del salario mínimo federal, un New Deal ecológico, una reforma humanitaria del sistema judicial penal y una transformación del sistema migratorio”.
Un poco más al norte, en el décimo séptimo distrito congresional del estado de Nueva York, donde la congresista Nita Lowey se retira del cargo, Mondaire Jones obtuvo la victoria en las elecciones primarias, en una contienda en la que participaron ocho candidatos, y ahora es uno de los dos primeros afroestadounidenses electos al Congreso que han declarado públicamente que son homosexuales. El otro es Ritchie Torres, que se postuló en el décimo quinto distrito congresional, justo al sur, en el distrito del Bronx.
En la ciudad de Chicago, Marie Newman ganó el escaño que ocupaba el demócrata conservador y antiabortista Dan Lipinski desde el año 2005. Antes de él, y desde 1983, quien ocupaba esa misma banca era su padre. Los progresistas Katie Porter y Mike Levin ganaron la reelección para un segundo mandato en el sur del estado de California.
Con la atención tan enfocada en las elecciones presidenciales, es fácil que pasen desapercibidos los triunfos electorales de los candidatos progresistas al Congreso. El centésimo décimo séptimo período del Congreso de Estados Unidos, que se inaugurará el 3 de enero de 2021, será el más diverso de la historia, e incluirá a más personas de color y más mujeres que nunca. El activismo de los movimientos populares surgidos en las comunidades a lo largo y a lo ancho del país se está traduciendo en poder en los pasillos del Congreso.