Por Karina Micheletto
El ex presidente se instaló en el Trópico boliviano.
Morales anunció la convocatoria al Primer Encuentro Regional por una América Plurinacional, que se realizará los próximos 17, 18 y 19 de noviembre en Cochabamba.
No hay tiempo que perder. Ese parece ser el mandato de Evo Morales, recién llegado a su país, tras un año exacto de exilio político. Lo demuestran cada una de las acciones estratégicas que dio en su «caravana de regreso a la Patria». La única conferencia de prensa que había dado, por ejemplo, fue exclusivamente para hablar del rol estratégico del litio y de los proyectos de industrialización. El jueves dio otra, luego del histórico acto que reunió a un millón de personas en el aeropuerto de Chimoré: fue junto a líderes indígenas y de organizaciones sociales y sindicales, para anunciar la convocatoria al Primer Encuentro Regional por una América Plurinacional, que se realizará los próximos 17, 18 y 19 de noviembre en Cochabamba.
Para organizarlo, se reunieron en la pequeña localidad de Lauka Ñ representantes indígenas de Ecuador, Perú y Bolivia, también de organizaciones –entre ellas, de la CGT, ATE, Rebelión Popular y Quebracho de Argentina–. La sede elegida fue la de la Coordinadora de las 6 Federaciones del Trópico, que está presidida por Evo Morales, en una región que es un bastión histórico del masismo. Aquí mismo Morales tiene su oficina, y por aquí piensa quedarse a vivir en Bolivia.
Aquí funciona también la radio Kawsachun Coca, reconocida a nivel mundial entre las comunitarias, que ha sido un importante medio de contra información durante el golpe, y ha sufrido las consecuencias: tres antenas derribadas, un intento de incendio a la radio, persecución a sus periodistas.
«Yo recuerdo los tiempos de Hugo Chávez, Fidel, Kirchner, Lula. Eran otros tiempos. Siento que vienen nuevamente esos tiempos de esperanza», dijo Evo Morales en la conferencia de prensa, en una sala que tenía pintadas en sus paredes las caras de Chávez, Fidel y el Che, y de los líderes indígenas Bartolina Sisi y Tupac Katari. Volvió a hablar sobre la importancia de la unión regional y de recuperar la Unasur. No sólo eso: la idea es conformar ahora también una Runasur, que reúna a los pueblos rurales.
«El Estado Plurinacional hoy se convierte en una respuesta para el mundo. Somos pueblos que no buscan vivir mejor, sino vivir bien, en armonía con la pachamama», advirtió Leónidas Iza, presidente del pueblo panzallo de Ecuador.
«Necesitamos cambiar primero desde nosotros mismos, cambiar nuestra mirada», sumó Jaime Vargas, presidente de la CONAIE, Confederación Nacional Indígena de Ecuador. «Nos han dicho indios, quédense en el páramo. Pues es desde el páramo que estos indios van a cambiar las estructuras de sometimiento del neoliberalismo, y van a proponer un nuevo modelo de vida y de desarrollo».
Junto a los dirigentes, Evo Morales firmó el documento de convocatoria al encuentro de diciembre, que se realizará en un edificio pensado como sede de Unasur, hasta el momento sin uso. Luchar contra el imperialismo, el liberalismo y su ideología, es uno de los mandatos.
Morales aprovechó para mantener también reuniones con dirigentes locales y regionales. Le presentaron sus demandas y necesidades: apoyo para las radios comunitarias, red de agua («aquí tenemos muchos ríos pero lastimosamente no tenemos agua», dijeron), un hospital, un complejo cárnico en el norte de La Paz. Evo fue tomando nota en un cuaderno espiralado. «De changuito tu nombre ha estado en mi cabeza, yo te escuchaba en la radio y decía: cuando yo sea algo de grande, quiero defender esto. Ahora hay que seguir concientizando a las nuevas generaciones», le dijo uno de ellos.
Las reuniones que se suceden desde las 5.30 de la mañana –Morales sigue su rutina de despertarse a las 5 y dormir poco– tienen otro motivo: el 7 de marzo próximo son las elecciones subnacionales. Se eligen los nueve gobernadores de los departamentos (el equivalente a las provincias argentinas) y los alcaldes de más de 360 municipios. Hay que presentar candidatos en diciembre. Nuevamente, no hay tiempo que perder.
EL TROPICO MASISTA
El trópico es desde siempre un bastión histórico del masismo. Sus pobladores cuentan que el golpe se los cobró: suspendieron los bancos, la provisión de combustible, paralizando virtualmente toda actividad.
La zona tiene un gran desarrollo de cultivo de peces: tambaquí, pacú, surubí, paiché. Durante el golpe, los peces morían porque no había combustible para abastecer las bombas de oxigenación del agua, cuenta Vicente Choque, ejecutivo de la Coordinadora de las 6 Federaciones.
Aquí en el Trópico Evo Morales vivió y comenzó a crecer sindicalmente, aquí formó dirigencia. De aquí partieron los miles de dirigentes campesinos que rodearon el aeropuerto un año atrás, para proteger a Morales y a su ex vicepresidente AlvaroGarcía Linera, cuando no se sabía si su avión despegaría. Un gesto que el líder boliviano agradeció en el histórico acto de Chimoré: «Ustedes me salvaron la vida», les dijo.
Aquí vuelve ahora Evo Morales, a agradecer y celebrar el triunfo, pero sobre todo a pensar hacia adelante y organizar lo que una y otra vez se reivindica como «el proceso de cambio» del pueblo boliviano. Un proceso que tuvo una trágica interrupción de un año, pero que parece haber renacido fortalecido.