En este panel, que ha tenido lugar en el 5º Foro Humanista Latinoamericano, y que se anunciaba con el título «Lo que nos une en la Construcción de un futuro mejor. Ecología Social, economía y Renta Básica como derecho humano«, se ha buscado analizar las vinculaciones entre ecología social, economía, cambio climático y renta básica universal e incondicional como derecho humano y cómo es que estas relaciones aportan a la construcción de un futuro mejor. Han intervenido Juana Pérez Montero y José Rafael Quesada
Reproducimos el texto de la intervención de Juana Pérez Montero
El título de este conversatorio pone el acento en la construcción de un futuro mejor y, para ello, propone apoyarse en lo que nos une, enfocándolo desde la mirada de la ecología social y, concretamente, contando con la posible implementación de una renta básica.
Me gustaría comenzar por explicar desde dónde hablaré.
Parto de la concepción acerca del ser humano y la vida, en la que se apoya el Nuevo Humanismo o Humanismo Universalista, cuyo referente es el pensador argentino M. L. Rodríguez Cobos, más conocido como Silo.
Desde tal concepción, entendemos que formamos parte de un TODO, y que las relaciones dentro de ese Todo se dan en estructura. Se trata de un sistema que nos condiciona y afecta y sobre el que influimos
Esta posición nos coloca en clara lejanía del actual sistema, de la cultura dominante, que divide, segmenta y mira a la humanidad desconectada del medio ambiente en el que vive; un sistema que potencia también –desde la dirección que lo mueve- la división y el individualismo, y que entiende -desde tal dirección depredadora- que todo está para ser consumido. Desde ahí justifica expoliar el medio ambiente, a otros seres humanos, etc (lo que bien sabemos).
Por otro lado, partimos de que el ser humano es un ser intencional, capaz de modificarse a sí mismo y transformar el medio en el que vive. Ahora bien, esa transformación del medio en el que vive tendrá unas consecuencias u otras en función de la dirección que demos a nuestras acciones.
Pero, como decía, partimos de que estamos incluidos en un TODO, del que somos parte y al que hemos de cuidar al tiempo que nos cuidamos.
Y esto habla de un aspecto del lema de este taller, lo que nos une hacia la construcción de un futuro mejor y que no puede ser otro elemento que la defensa de la Vida en todas sus variantes.
Por sintetizar esta primera parte, diré que necesitamos salir del círculo de destrucción y muerte, en el que nos ha metido este sistema neoliberal, para abocarnos a una economía circular cuyo hilo conductor, eso que nos une, no sea otro que la defensa de la VIDA, apostar por la VIDA
Aclarados los predialogales, nos abocamos a responder a la siguiente pregunta ¿Cómo afectaría tener la subsistencia asegurada con la implementación de una renta básica –planteada ésta como un derecho humano, el primero de los derechos-… decía como afectaría a la economía, al cambio climático, a la ecología social, a la construcción de un futuro mejor, a esa nación humana universal de la que hablamos desde el humanismo universalista si tuviéramos la subsistencia asegurada?
Y la respuesta es imposible mostrarla porque no se ha implementado todavía en un país, por ejemplo, y además no se ha puesto en marcha nunca en un territorio de modo permanente. Así es que sólo intentaré aproximarme a tal respuesta, a partir de lo que vamos conociendo de experiencias piloto y numerosos intercambios sobre el tema.
Pero antes, me gustaría comentar ciertos aspectos de la situación actual
- Todas sabemos que donde hay carencias profundas, no hay mañana. Se impone dar respuesta al hoy, azuzados por el puñal del hambre clavado en el estómago. Ahí no cuenta ni el medio ambiente, ni los otros –a los que tantas veces, considero enemigos que pueden quitarme las migajas que dejan caer quienes se han apoderado de lo que es de todos-, Solo cuenta sobrevivir…a veces, a cualquier precio.
- Por otro lado, Hoy hay riqueza sobrada para que toda la humanidad viva en condiciones de vida digna, una riqueza que se acumula en el norte del planeta y en cada vez menos manos. Una riqueza que se extrae, en buena medida, del sur…. Por explicarlo correctamente, que se expolia al sur con el apoyo necesario de ciertos gobernantes malintencionados… pero también bienintencionados.
- Al mismo tiempo, se ha ido imponiendo una cultura de usar y tirar, con una economía de base que se mueve –como apuntábamos- en un círculo de empobrecimiento y muerte. Se trata de un modelo que llega de la mano del sistema capitalista y las grandes multinacionales en todo el planeta
¿Y cuál es el esquema de tal sistema, de tal modelo?
Aludiremos únicamente a ciertos aspectos. Se trata de la apropiación por parte de unas pocas manos de los recursos naturales que mantienen la vida: el agua y la agroalimentación.
Se privatiza el agua y se eliminan los cultivos autóctonos. Se implantan –presentados como beneficiosos- cultivos foráneos y, en la medida de lo posible, transgénicos –lo que genera dependencia absoluta de tales multinacionales que se aseguran seguir vendiendo año tras año sus semilla. Ello, en la práctica, genera como hemos podido ver en no pocas ocasiones, más hambre de las poblaciones y empobrecimiento de la tierra.
Pero sigamos con el modelo, este tipo de alimentos están intencionadamente faltos de nutrientes. Ello genera enfermedades por carencias alimentarias, que se tratarán con medicamentos que venden ¿quiénes? Las mismas multinacionales que curiosamente se fueron asociando hace unos años -hasta ser el mismo capital- con los laboratorios farmacéuticos, los cuales –para un segundo momento- tienen otros medicamentos preparados de cara a combatir los efectos secundarios que han generado los primeros medicamentos que hemos tomado.
La fusión entre multinacionales del sector agroquímico y de las semillas, como bien saben, está resultando peligrosa, peligrosísima, para la salud y la vida en el planeta, nos está llevando a la muerte. Esto es lo que se está denunciando desde distintos sectores, entre los que están los pueblos originarios, por eso están matando sistemáticamente a tantos líderes de tales pueblos, por su resistencia a tal modelo.
En síntesis: El círculo es perfecto, si no fuera por la dependencia, destrucción y muerte que genera, por el dolor y sufrimiento que produce.
Aludía al expolio del sur con el apoyo inevitable de ciertos gobernantes malintencionados, pero también bienintencionados.
Aclararé esto y hablaré de lo que he denominado SOLUCIONES ERRÓNEAS
Dar entrada a este tipo de cultivos para dar respuesta al hambre de las poblaciones, es pan para hoy y más hambre para mañana, como tenemos comprobado.
Pero no quiero dejar de aludir a un tema enormemente preocupante también y que considero una medida absolutamente errónea: la apuesta por la energía atómica.
Muchas personas, muchos militantes la defienden y la justifican diciendo: «es muy fácil hablar desde el norte en contra de tales medidas cuando ustedes tienen la subsistencia asegurada». Bueno, esto no es cierto, aunque el nivel de vida sea más alto como conjunto…esto es así).
Pero no nos confundamos. Tales políticas pueden dar de comer hoy pero no lo harán mañana porque riegan de muerte por miles de años los territorios, la flora, la fauna y a las personas que están en contacto.
La energía atómica contamina durante todo el proceso: desde que se extrae el mineral hasta los desechos que, por cierto, nadie quiere tener en sus territorios pero que –como tampoco saben qué hacer con ellos-, terminan construyendo cementerios nucleares en las zonas más desfavorecidas o menos valoradas por el poder blanco. Es decir, los llevan a territorios donde viven pueblos originarios (Ej. Navajos –Nuevo Méjico, Utah y Colorado- EEUU), o a África, un continente expoliado y cada día más nuclearizado, donde se presenta como un beneficio para la población, allí donde se informa, algo que casi nunca ocurre.
A poco que investiguemos, podemos corroborar las consecuencias para el medio ambiente y la salud de todos los seres vivos. No es fácil conocer las consecuencias que pueden tener para el cambio climático pero no es difícil suponer que afectará al mismo, al matar todo tipo de vida. Podríamos poner otros ejemplos, como el proyecto del TIPNIS en Bolivia, pero lo dejaremos aquí.
Todos los proyectos de desarrollismo, a cualquier precio, sin tener en cuenta el impacto medioambiental, las comunidades que viven en la zona, etc. ponen en cuestión el propio modelo que busca sacar a la población de la pobreza.
Es preocupante –como síntesis- ver cómo gobiernos que buscan dar otras soluciones, también terminan utilizando la misma fórmula en nombre de sacar a sus poblaciones de la miseria, una fórmula que se apoya en el extractivismo, en la construcción de ciudades invivibles, etc.
No dudo de las buenas intenciones de ciertos gobiernos, o no quiero dudar, pero su mirada es cortoplacista y, en el mejor de los casos y, si me permiten, caritativa.
Somos conscientes de que es muy difícil, por no decir imposible, que un país cambie el modelo por su cuenta – dadas las presiones de las multinacionales y los países del norte- produciéndose, entonces, que terminan cediendo al mismo modelo pero siendo los expoliadores otros (por ejemplo, China en estos momentos)
Amigas y amigos, necesitamos un nuevo modelo, que nazca desde la base social, con lo mejor de las culturas ancestrales, de respeto y comunión con el medio ambiente, contando con los pueblos originarios y también con los planteamientos de las nuevas generaciones, entre las cuales hay claras muestras del alejamiento del individualismo y de apuesta por la construcción del NOSOTROS.
Necesitamos un modelo que se apoye en derechos humanos, en la justicia social, en el derecho a la subsistencia, en los derechos de la madre tierra… con una mirada estructural. Un modelo, en el que la vida de los seres humanos esté en el centro y, si eso es así, será porque la vida en su conjunto está en el centro también… Un modelo a favor de la vida
Para ello, necesitamos una economía decreciente, sostenible, circular, que empiece por asegurar la subsistencia pero… ahora y a largo plazo
Y esto nos lleva a la RENTA BÁSICA
Explicaremos brevemente qué queremos decir cuando hablamos de renta básica
Hablamos de una asignación –en principio, dineraria- que recibiría cada persona, por el solo hecho de haber nacido. Es una asignación universal (se entregaría a toda la población, desde el más rico al más pobre), incondicional (nadie tiene que justificar nada), individual (no familiar como ayudas para pobres, que terminan habitualmente siendo entregadas al hombre de la familia, con la dependencia que genera en y los hijos) y suficiente (por encima del umbral de la pobreza)… Y a futuro, planteamos que sea igual para toda la humanidad (lo que nos lleva a plantear la eliminación de fronteras, pero este es otro tema)
De existir una renta básica universal, tales políticas –hablo de las bienintencionadas- no tendrían justificación alguna.
Claro, puede decirse que no es posible llegar a la implantación de la misma, si el estado no tiene recursos. Y ahí, creo que hay que plantearse nacionalización de los recursos vitales, impuestos progresivos, grandes impuestos a las multinacionales, limitación o eliminación de actividad en ciertos sectores, etc. y algo fundamental, la unión latinoamericana –en este caso-, la unión de los pueblos para tener fuerza, pero no solo frente al imperio, sino más bien frente a las multinacionales, frente al capital financiero internacional. El camino de la convergencia y la unión es fundamental: Unirnos por la defensa de la Vida en todas sus expresiones. Hay recursos más que suficientes, tenemos que recuperarlos, no podemos dejarlos en manos de quienes matan la VIDA.
Pero vayamos a las posibles consecuencias de implantarse una renta básica.
De partida, La defensa e implantación de una renta básica implica una mirada diferente sobre el otro: una mirada horizontal, de tú a tú, una mirada bondadosa y compasiva hacia el otro, una mirada que reconoce en la otra persona los mismos derechos que entiendo me corresponden… es acercarse a esa regla de oro universal que ha conducido a los seres humanos en todas las culturas, en los mejores momentos de su historia… ese modo de relación, por el que apostamos como base de ese nuevo mundo al que aspiramos y que dice: trata a los demás como quieres que te traten o mejor “si tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas”, como dice Silo en su libro Humanizar la Tierra.
Y esto nos lleva a hablar de liberaciones y consecuencias positivas
- De comienzo, una RBU eliminaría la pobreza de un plumazo. Solo por este hecho, la implantación de la misma, no necesita mayor justificación.
- Pero es que la eliminación de la pobreza, conlleva otras consecuencias en cadena: la eliminación de enfermedades físicas y psicológicas asociadas a la precariedad, generando poblaciones mucho más sanas. Sobre algunas, hablaba ayer Gilka.
- Con una economía básica asegurada, podríamos plantearnos comer mejor, más sano y tener hábitos más saludables, que tengan en cuenta una agricultura sostenible, por ejemplo, realimentándose de modo circular una economía apoyada en usos y costumbres a favor de la vida. Ahora lo barato es lo que no tiene nutrientes y genera adicción, por tanto enfermedad… algo que no es casual.
- Por otra parte, el tener más energía, nos puede permitir elevar la mirada, poder despegarnos de la tensión diaria por la supervivencia y ocuparnos, observar el medio en el que vivimos y, entonces, plantearnos la relación con él, su defensa y cuidado. De hecho, ¿ Dónde se cuida más el medio ambiente? ¿Dónde se hacen políticas que tienen más presente un modelo de ecología social sostenible a favor de la Vida? Sin duda, en países donde la subsistencia está más asegurada (por ejemplo, el norte de Europa, Canadá…)
- Pero, anotemos otras “liberaciones” o ventajas obvias: si tengo la subsistencia asegurada, puedo negociar empleo y salario más libremente, en condiciones de mayor igualdad respecto al empleador.
- Por supuesto, supondría la puesta en valor de los trabajos no remunerados pero esenciales para la vida: los trabajos de cuidados –básicamente desarrollados por mujeres y niñas; el trabajo voluntario, el trabajo artístico… todos ellos fundamentales para el desarrollo de la vida, del espíritu.
- Es claro, ya lo hemos hablado ayer y en numerosas ocasiones: una RB ayudaría a la independencia y liberación de la mujer, del colectivo LGTBIQ+, a eliminar la esclavitud, el trabajo y el matrimonio infantil, buena parte de la prostitución, incluida la de los niñes, etc
- En otro sentido, la eliminación de la pobreza podría ayudar -al menos en ciertos aspectos- a eliminar resentimientos, frustraciones, venganzas… que llevan a la violencia y la destrucción y que se producen a partir del sentimiento, de la experiencia de exclusión social. O dicho en positivo, sentir –como decía ayer Maroly- pertenencia, sentir que formas parte de un todo que se ocupa de ti, al que le importas.
- Una renta básica nos ayudaría a comenzar a redistribuir la riqueza y por tanto a avanzar en justicia social
- Esto, no necesariamente, pero sí puede ser un elemento que permita la reconciliación entre explotadores y explotados, entre victimarios y víctimas. Elemento fundamental el de la reconciliación, para la construcción de una cultura de paz, de ese futuro mejor al que aspiramos.
- Por otro lado, con la subsistencia asegurada, contaríamos con más tiempo y, por tanto, libertad.
- Ello nos daría energía libre que podríamos utilizar en desarrollar nuestras mejores virtudes, esas para las que cada una vino preparada, y que traía en la mochila con la que le plantaron en este mundo. Cualidades diferentes en cada caso y que –si dejamos de utilizarlas para competir- seguramente se podrán complementar con las de otras, lo que ayudaría enormemente a la construcción de un NOSOTRAS con lo mejor de cada una. ¿Os imagináis el futuro brillante y vibrante que podríamos construir a partir de sumar las mejores cualidades de todes?
- Sin duda, tendríamos mayor disponibilidad para la INSPIRACIÓN, ese estado en el que todo es posible.
- Y hablando de tener energía libre, tendríamos mayor energía sí para plantearnos el sentido profundo de nuestra vida, de todo lo existente… Preguntas que acompañan, que nos acompañan a todos a lo largo de la vida. De tal modo que en ese modelo “circular”, se facilite también el reconectar con el sentido sagrado de la existencia y que no puede estar construido de otra materia que no sea la VIDA desplegada en todas sus formas, colores y plenitud. Por cierto, no creo que estén muy alejados el sentido más profundo de la existencia, de la VIDA, con la lucha por la justicia social, por la eliminación de dolor y sufrimiento en uno y en otros. Pero, éste es otro tema.
La imagen de ese FUTURO MEJOR, sin duda nos ha traído aquí y nos succiona, pero, amigas, nada se nos devolvió sin más (Y no digo intencionadamente, se nos dío). Tuvimos que trabajar a lo largo de los años para recuperar lo que era de todas y que unos pocos nos arrebataron. Y esta vez no será diferente. Necesitamos juntarnos, hacer red, converger con otras redes para asegurar algo que nos pertenece por derecho inalienable: el derecho a tener la subsistencia asegurada.
Necesitamos trabajar juntas por una renta básica universal, incondicional, individual y suficiente… o una medida parecida.
Hoy hay medios más que suficientes para que toda la humanidad tenga asegurada la subsistencia y cuente con condiciones de vida dignas
Ha llegado el momento de avanzar con resolución
¡Muchas gracias!