POEMA
El destino jugaba
a volcanes y deshielos
y la vida hacía lo posible
tanteando de juego en juego.
Se enraizó en la tierra
y surgieron nuevas criaturas
diversas, maravillosas, extrañas
y poblaron el planeta.
Una raíz blanda pero viva
fue capaz de quebrar la roca,
un pez gordito de comer
los más duros corales
y hacerlos suave arena.
El 99,9% de las especies
de la Tierra desaparecieron.
La nuestra es parte del 0,1%
de las que no se extinguieron.
Así entre accidentes,
locuras, milagros e imposibles
durante miles de millones de años,
pese a todo, una intención
mantuvo su dirección evolutiva.
¡Y aquí estamos!
¿Qué tal si hacemos algo digno
para agradecerlo?