Por José Crespo Fernández (*)

Veo ahora con algún detenimiento la encuesta que publica UNITEL, red de TV, que fue realizada por la empresa Ciesmori; también seguí las posiciones que los opinadores de medios de la derecha están difundiendo por redes y no tengo duda que lo que ha cambiado es el discurso, la narrativa, y no ha cambiado la tendencia de la intención de voto para las elecciones generales de Bolivia del próximo 18 de octubre.

Preparé unos cuadros y tomé un gráfico para comprender mejor qué está ocurriendo con esa información: en el Cuadro 1, comparo la intención de voto expresada en 5 encuestas de septiembre, considerando solo el voto válido, que es el resultado de una proyección lógica simple,lo obtenido por cada partido lo pongo en proporción directa, para que la suma de todos sea 100%.

CUADRO 1

En el Cuadro 2, muestro la distribución de senadores y diputados producto de la encuesta de Ciesmori, 29 de septiembre, por departamento, considerando solo votos válidos proyectados con la misma lógica simple.

CUADRO 2

En el Cuadro 3, comparo la distribución de diputados y senadores en las dos últimas encuestas, la del 29 de septiembre de Ciesmori y la publicada por ATB el 21 de septiembre, realizada por la empresa Focaliza. En medio de ambas está la decisión de que la Presidenta de facto, Jeanine Añez, abandone la carrera electoral, también se trata de ver dónde migraron esos votos cercanos al 10%.

CUADRO 3

El Gráfico 1, publicado en tuiter por @golondrina_bo y otras cuentas, muestra que el porcentaje que en 6 elecciones nacionales dieron las encuestas al MAS, está por debajo del resultado de las urnas, en cerca del 10%, incluida la del 2019.

GRÁFICO 1

Entre el 21 y el 30 de septiembre Arce y Camacho suben 3% cada uno y Mesa 7%, totalizando 13%. En la franja inferior los exbanzeristas Quiroga y Bayá bajan cerca del 1% cada uno, sumados a los 10% de Añez, tenemos 12% que migran hacia los 3 primeros.

Arce llega al 42%, sin considerar que en las últimas elecciones el MAS aumenta su diferencia con el segundo en 2% con el voto en el exterior. Adicionalmente, está demostrado que el voto rural disperso es mayoritariamente favorable al MAS y que ninguna encuesta llega a incorporarlo en su muestra. No es necesario especular sobre el voto oculto y reprimido a favor del MAS, que se oculta en el “voto secreto”. Con los datos anteriores, Arce llega a sobrepasar por mucho el 40% y mantiene una diferencia mayor al 10% sobre Mesa.

Es más, se puede decir que los porcentajes de votación para el MAS serán similares que en la elección de octubre de 2019. No cambió la tendencia principal, la del que ostenta el primer lugar en todas las encuestas, finalmente para eso se hacen elecciones; para ver quién será el ganador para gobernar, no para ver quién será el segundo.

Tampoco ha cambiado la disputa entre las distintas expresiones de la derecha, más o menos fascista, solamente se ha concentrado en Mesa y Camacho, dejando de lado a “Demócratas” (Ortiz y compañía) y a los exbanzeristas (Quiroga y Bayá).

Lo que si ha cambiado es la narrativa de la derecha, dirigida por los “técnicos” del imperio, que nos quieren hacer creer que lo importante ahora es ver quién será segundo, porque ese segundo le disputaría al MAS la victoria en segunda vuelta. Nos dicen que Mesa subió el doble de puntos que los otros dos (Arce y Camacho), cuando el doble no alcanza a evitar el 10% de diferencia entre Arce y Mesa y tampoco alcanza para obligar a Camacho a “bajarse”, más allá de que lo traten de ignorante, de provinciano o cuestionen su salud mental.

Los opinadores conservadores y algunos paramilitares no cuestionan la calidad del binomio del MAS, no cuestionan su propuesta programática, porque saben que la única posibilidad real de salir de la crisis a la que nos llevaron los golpistas, es tener un gobierno sustentado en el pueblo.

Todo esto es sugerente, se puede adelantar que las próximas encuestas propiciadas por los partidos de derecha arrojarán diferencias más estrechas entre Arce y el segundo, dependiendo de quién las esté pagando.

Por último, la mejor “narrativa” está en el entusiasmo del pueblo que se suma masivamente a la campaña de Arce y Choquehuanca; está en las decenas de proclamaciones en ciudades capital e intermedias, en las reuniones con sectores de productoras y productores, de jóvenes y universitarios, de gremiales, transportistas y mineros. Mientras las campañas de los “segundos” son tristes, violentas y solitarias; solo acompañadas de los medios hegemónicos que no saben cómo hacer que una imagen muestre centenas de ciudadanos, cuando sus cámaras solo captan unas pocas decenas.

 

(*) Embajador de Bolivia en México 2017-2019

@moncho_bolivia