El movimiento por la tercera papeleta y la luca por la “Asamblea Constituyente”, manifiesta lo siguiente:

En el marco del plebiscito del próximo domingo, personas de distintas tendencias e independientes, exigimos una “Real Asamblea Constituyente”, en donde el poder constituyente emane del pueblo y no de los supuestos representantes de él. Por ello, animamos a todos y todas este 25 de octubre, sin miedo y alegremente a ir a votar llevando su luquita marcada con la leyenda “Asamblea Constituyente” y colocarla adentro del segundo voto.

Esta acción, además de irreverente y profundamente simbólica, consiste en colocar un billete de mil pesos marcado con la leyenda “Asamblea constituyente” en el interior del segundo voto, aquel que presenta las opciones de los dos mecanismos (convención mixta, o convención constitucional).

Este billete, no puede ser botado, menos robado, ya que tendrían que ponerse de acuerdo a vocales y apoderados de mesas.  Lo que sucedería es que tendría que ser contado, consignado en acta y llevado al Servel junto con los votos y materiales.  Por otra parte, la sorpresa que se llevarían las personas que miren el proceso de recuento, haría que el hecho se amplificara convirtiéndolo en un golpe noticioso. Luego, a través del sistema de transparencia, indagar a cuanto llegó la suma total de dinero encontrado.  Bastaría quitarle a la cifra los tres ceros, y sabremos cuantas personas pusieron su billete y están pidiendo “Asamblea Constituyente”.

A modo de ejemplo, si un millón de personas realizara este acto, el Servel se encontraría con mil millones de pesos, … notición.

Nadie les pidió convenciones de ningún tipo, ni mixta, ni constitucional, lo que la gente pidió, fue “Asamblea Constituyente”, es decir que el poder, el nuevo poder que se generaba, se constituiría a través de una Asamblea de ciudadanos, chilenos comunes y corrientes, que redactarían la nueva carta, sin embargo, confeccionaron la ley 21.200 que regula todo el proceso, y con eso sellaron la trampa.

A tal punto llega la desfachatez, que se atreven a presentar una opción en donde la mitad de los constitucionales serían del actual congreso (convención mixta), lo mismo ocurre con la regla de tener que aprobar cada artículo por dos tercios más uno.  Es obvio, dado que esos constitucionales van a estar elegidos a través de las listas que presenten los partidos políticos, que la derecha y porque no la DC, se opondrán a cambios sustantivos, y les bastará tan solo un tercio.

Como se ve, este acto de desobediencia civil da coherencia al realizarlo, porque no obliga a votar solo por el mal menor, también puede ser muy eficaz, ya que es muy vistoso, por tanto, noticioso, también es simbólico, pues en estos tiempos donde el dinero se ha convertido en el valor central, que las personas coloquen el suyo, no es poca cosa.