La iniciativa Caravana Europea 2020, organizada por la red de colectivos y plataformas que conforman la red estatal Caravana Abriendo Fronteras, ha llevado a cabo actividades entre el 27 y el 30 de agosto pasado. Dada la dificultad para llegar a la zona de los Balcanes, donde estaba previsto llegar este año, se han llevado a cabo actividades en las ciudades españolas de Valencia y Bilbao y en distintas localidades italianas.
Durante estas jornadas «se han desarrollado todo tipo de actividades de reflexión y denuncia en torno a 4 ejes: Fronteras y desapariciones , Puertos de Solidaridad y Puertos de guerra, Explotación laboral en el ámbito rural y doméstico y Derechos Humanos«.
Como se apuntaba en el Manifiesto que servía de encuadre a la iniciativa «Se han cerrado los puertos, se ha suspendido el derecho de asilo en Grecia y Hungría, se ha producido un silencio mortal sobre las personas refugiadas en las fronteras exteriores, sobre las personas en tránsito entre fronteras internas, las y los invisibles que habitan en nuestras ciudades, en los CIES/CPR, en los CETI, en los campos de detención y en los campos de concentración libios»
En el mismo, también se llamaba la atención sobre un nuevo estigma, el del Covid-19, sobre esta población obligada a dejar sus hogares huyendo de la violencia de un signo u otro: «Se alzan barreras cada vez más altas e insidiosas en las fronteras del sur de Europa y se defienden como en el caso de Grecia, con gases lacrimógenos y devoluciones masivas en caliente con la bendición en directo de la Presidenta de la Comisión Europea y con el aplauso de los grandes medios de comunicación. Ahora la pandemia de la Covid-19 está facilitando la difusión de un nuevo estigma contra las personas migrantes y refugiadas que llegan de África y de Oriente Medio. En estos momentos a quienes huyen de la miseria y de las guerras, ya lleguen en pateras o sobrevivan aquí en condiciones inhumanas y con salarios de esclavitud, se les acusa de propagar la pandemia y poner en peligro la vida de la gente nativa europea. Esta infamia cala con naturalidad y comienza a extenderse con rapidez entre sectores populares. Y Frontex contribuye intencionadamente a ello, anunciando con descaro la imposición de controles sanitarios sobre migrantes, pero no sobre turistas«.
Y se alerta sobre las políticas policiales, de cierre de fronteras, de la Unión Europea: «Este verano la UE trata de impulsar un Pacto Migratorio basado en un mayor blindaje de fronteras y una escalada en la expulsión de personas migrantes irregulares«.
Desde Caravana Abriendo Fronteras y Carovane Migranti, organizadores de esta iniativa, plantean tanto a los gobiernos español e italiano, como al europeo distintas exigencias:
- La regularización urgentey permanentepara todas aquellas personas que se encuentran en situación administrativa irregular. También exigimos que se garanticen las reagrupaciones familiares.
- La derogación de la Ley y el Reglamento de Extranjería.
- El cierre de los CIE y el desarrollo de las alternativas a la expulsión coercitiva, siempre con una especial atención a la situación de arraigo de las personas migradas en nuestro país.
- La ratificación del Art. 189 de la OIT que garantiza protección específica a las trabajadoras domésticas.
- La disolución de FRONTEX y el fin de la subcontratación del control de las fronteras a las policías balcánicas.
- Acabar con la violenta cadena de devoluciones en caliente contrarias al derecho internacional.
- Eliminar las redadas racistas y xenófobas y el hostigamiento y la criminalización de las personas y organizaciones solidarias con las personas migrantes. La acción violenta de grupos neofascistas en la ruta balcánica no puede continuar.
- Suspender los acuerdos de retorno y readmisión con terceros países (Libia, Turquía, Niger o Marruecos) que no respetan los derechos humanos. Ninguna persona debe ser enviada a un país en el que puede sufrir tortura, persecución o amenazas a su vida. La externalización de fronteras beneficia a gobiernos corruptos que no garantizan los derechos humanos y a las mafias que actúan con su connivencia.
- Vías legales y seguras para las personas en tránsito que garanticen sus derechos en los países receptores, evitando la explotación, los abusos, la violencia, la trata y el tráfico de personas.
- Que se respeten las disposiciones del derecho internacional, en particular la Convención de Ginebra relativa a las personas refugiadas, y las normas que protegen a las personas migrantes.
- Garantías específicas para personas en situación de especial vulnerabilidad establecidas en la Directiva Europea de procedimientos comunes para la concesión de la protección internacional: mujeres que han sufrido violencia sexual, víctimas de trata, menores, personas LGTBI, etc.
- Autorización para que los barcos de salvamento marítimo puedan realizar libremente su labor de rescate para salvar vidas en el Mediterráneo y que salvamento público humanitario sea competencia de la UE.
- Políticas de acogida dignas y efectivas.
- La derogación del Reglamento de Dublín y de la Directiva Europea de Retorno, conocida como la directiva de la Vergüenza.
- Pedimos que se sigan las recomendaciones del Tribunal Permanente de los Pueblos en sus sesiones sobre la violación de los derechos de las personas migrantes y refugiadas de Barcelona, Palermo, Paris y Londres (2017-2019), las propuestas de la relatora de la ONU en su informe sobre desapariciones forzadas en la ruta migratoria y las de varias organizaciones no gubernamentales, como las de Amnistía Internacional (informe de diciembre de 2017) sobre la violación de derechos en Libia.
- Proponemos la aprobación del Tratado Vinculante sobre el control de las Empresas Transnacionales y otras empresas en materia de respeto de los Derechos Humanos negociado en el marco del Consejo de Naciones Unidas en Ginebra.
- Ratificar la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares.
- Y, por último, garantizar la justicia y el refugio climático, controlar y sancionar la actividad de las empresas contaminantes y seguir el Acuerdo de París firmado en 2016 para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el calentamiento global.
La solidaridad es un camino común entre pueblos y personas contra las causas que provocan los desplazamientos forzados. No podemos mirar hacia otro lado o alegar que tenemos muchas dificultades económicas en nuestros países. El neocolonialismo tiene forma de empresas transnacionales europeas y reglas de comercio e inversiones que provocan que el flujo de dinero de los países ricos hacia los países pobres sea infinitamente menor al establecido en sentido inverso. La UE tiene la obligación política de involucrarse en la solución la crisis sanitaria en todos esos países empobrecidos. Las fronteras no pueden tener nombre de coronavirus y toda persona que llegue a nuestros países debe ser atendida de acuerdo a los derechos humanos.