Por Liliana Sánchez
“Juntos podemos superar esta crisis y construir sociedades inclusivas y sostenibles para todos”. Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas
El pasado 9 de julio, durante la presentación del “Informe de Políticas sobre el Impacto del Coronavirus en América Latina y el Caribe», el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres decía que: “…las provisiones para capear esta crisis deben diseñarse con la meta de transformar el modelo de desarrollo vigente y reconstruir una economía más igualitaria que impulse el crecimiento de la región y el bienestar de toda su población…”
Efectivamente la crisis del coronavirus demuestra una vez más que en nuestros países los niveles de desigualdad son insostenibles, por lo que se deben construir sistemas de bienestar social que tomen en cuenta a todas las personas. Existe una deuda pendiente: la transformación de un sistema económico basado en el capitalismo voraz que ha llevado a millones de latinoamericanos por la ruta de la pobreza y la miseria extrema.
Hoy América Latina presenta una realidad de angustia y desesperación. Durante siete años se logró un muy bajo crecimiento, con grandes brechas estructurales: una muy débil protección social, sistemas de salud fragmentados y una profunda desigualdad. La pandemia encuentra un continente donde el hambre ya era insoportable y un gran sector laboral informal, totalmente desprotegido.
Según este Informe de las Naciones Unidas, las proyecciones de la CEPAL hacen ver que se dará un decrecimiento del Producto Interno Bruto latinoamericano alcanzará un 9,1% este año y el impacto social de esta caída será muy agudo.
Se estima que de 2019 a 2020, el desempleo pasará de 8,1% a 13,5%, es decir, que habrá más de 44 millones de personas sin trabajo.
La tasa de pobreza subiría un 7% para llegar a 37,2% de la población, aproximadamente 230 millones de personas vivirán en situación de pobreza, mientras que 96 millones estarán en condiciones de pobreza extrema, tras un incremento de 4,5%.
Esta situación incrementaré a 4,7% el índice de Gini, indicador que mide la desigualdad.
Guterres fue enfático al afirmar que el “reconstruir mejor significa reconstruir con igualdad…una sociedad más igualitaria no permite que la concentración del poder económico distorsione las políticas públicas. Las medidas hacia este objetivo deben incluir el combate a la corrupción y la delincuencia organizada y la presencia efectiva del Estado.”
Debemos entonces transformar realmente el modelo de desarrollo tomando en consideración los principios de democracia, derechos humanos y paz establecidos en la Agenda de Desarrollo Sostenible, Agenda 2030.
Solo de esta manera nuestros países latinoamericanos lograrán realmente la igualdad entre los seres humanos que los habitamos. Se requiere un fortalecimiento del Estado, la rendición de cuentas, la transparencia y la gobernanza democrática.
Esta es la tercera y la mayor crisis económica y social del Siglo XXI.
Mayor información sobre estos temas puede ser consultada directamente a la página de la CEPAL.