La Agencia Nacional de noticias reportó que el Presidente del Líbano, Michel Aoun, anunció el sábado que no hay retraso en las investigaciones sobre las explosiones que sacudieron a Beirut el 4 de agosto.

«Necesitamos tiempo para encontrar la verdad porque existen muchas suposiciones y posibilidades. Debemos ser muy precisos al considerar cada una de las suposiciones» dijo Aoun, añadiendo que entiende la ira de la gente, y que comparte los mismos sentimientos con ellos.

En una entrevista con el canal de noticias francés BFM TV, Aoun dijo que todas las hipótesis se mantuvieron abiertas en la investigación de la explosión en el puerto de Beirut que destruyó grandes extensiones de la capital.

Una investigación inicial ha descartado la posibilidad de un misil o un ataque en la explosión, informó la prensa local el domingo, citando al Ministerio de Justicia.

Además de 2 750 toneladas de nitrato de amonio altamente explosivo, el almacén también almacenaba fuegos artificiales, según informaron los medios locales. La negligencia fue la culpable de la explosión.

El Fiscal General del Líbano, Ghassan Oweidat, ha presentado cargos contra 25 personas, incluidos altos funcionarios de puertos y aduanas y oficiales de seguridad. Tres trabajadores del almacén han sido arrestados.

La ONU ha lanzado un llamamiento de ayuda de 565 millones de dólares estadounidenses, cuyas prioridades incluyen la estabilización del suministro de grano después de que la explosión destruyera un enorme silo de grano en el puerto.

La ONU dijo que seis hospitales y más de 20 clínicas recibieron daño y más de 120 escuelas fueron destruidas.

«Nos gustaría poder reconstruir los tres hospitales que fueron completamente destruidos» dijo Najat Rochdi, el coordinador humanitario de la ONU.

«He pedido que la ayuda enviada por los países extranjeros sea entregada exactamente donde se necesita» dijo Aoun, añadiendo que no había considerado su renuncia, posterior a la renuncia del gobierno a principios de la semana.

Las autoridades dicen que la explosión fue causada por más de 2 mil toneladas de nitrato de amonio que no habían sido almacenadas de forma segura en el puerto durante años.

«No podemos regresar a la época en la que nada en el puerto o en las fronteras del Líbano contribuyan a esta situación» dijo el Subsecretario de Estado de los Estados Unidos para Asuntos Políticos, David Hale, tras su visita al puerto.  Dijo que los agentes del FBI llegarían el fin de semana por invitación del Líbano para ayudar en la investigación de la causa de la explosión.

La ira creciente entre los libaneses

La explosión ha alimentado la ira contra los políticos gobernantes del Líbano, que ya se enfrentaban a las críticas por un colapso financiero que ha hundido la moneda, demolido el valor de los ahorros y ha dejado a los depositantes sin la posibilidad de retirar su dinero.

Algunos libaneses dudan de que las autoridades puedan llevar a cabo una investigación adecuada, y dicen que los países extranjeros deberían intervenir.

«No podemos confiar en el gobierno porque nos dirán mentiras. Deberían formar un comité internacional para investigar este suceso», dijo el empresario Jimmy Iskandar.

El Primer Ministro del Líbano, Hassan Diab, renunció a su puesto el 10 de agosto, diciendo que una enorme explosión que devastó Beirut y desencadenó la indignación pública fue el resultado de una corrupción endémica.

Aoun ha dicho que se investigará si la explosión fue causada por negligencia, un accidente, o una ‘interferencia externa’.

(Con las contribuciones de las agencias)


Traducción del inglés por Alanissis Flores