Publicamos acá las palabras de despedida que, luego de 100 días en huelga de hambre, pronunciara el Machi Celestino Córdova, quien señala su resolución a retomar la huelga seca para acelerar el proceso de su partida:
«Nación y los pueblos originarios, a todas las sociedades no originarios del mundo, todos los pueblos que luchan por su creencia espiritual, por su territorio, por su libertad, por sus derechos en dignificar a su pueblo, siempre en búsqueda del pleno equilibrio del orden natural de nuestra madre tierra, ñuke mapu, que nos ha privilegiado sobrenaturalmente a todos como humanidad y que tristemente aún no ha habido mayor consciencia de valorarla como se merece.
Lamento mucho que tenga que entregarles mis últimos mensajes dentro de mis últimos días que me quedan para mi sacrificio en forma definitiva, por lo que para mí será un orgullo dar la vida por mi pueblo Mapuche, por nuestra creencia espiritual que es sagrado por sobre todas las cosas, por lo que nunca se debe renunciar y por sobretodo por mi condición de Machi, es mi deber mandatado sobrenaturalmente en el mundo espiritual, por lo que para que mi muerte sea más rápida, me he colocado a la disposición de retomar huelga seca en cualquier momento, y así mi desenlace no será lento como se lo esperan los actores de todos los poderes del Estado.
Y en lo que dicta el Gobierno de turno y todos los sectores empresariales en general, hasta mi último día le recordaré al Estado de Chile que no conforme con masacrar a nuestros antepasados, no conforme con el empobrecimiento espiritual, cultural, socioeconómicamente en forma forzada, cruelmente a nuestro pueblo nación mapuche, desde la llegada de la invasión y en tiempo actual desde enero del año 2013, el Estado chileno a través de su institución policial me despojó de mi rewe, de mi familia, de mi comunidad, de mi territorio, de todos mis pacientes que les orientaba vida y salud, siendo una autoridad espiritual mapuche, pero se acerca el tiempo de haber justicia favorable para todos los pueblos originarios en el mundo, y para todos los pueblos oprimidos, por lo que así está predestinado sobrenaturalmente por lo que ya estamos viviendo la nueva renovación en el mundo.
Finalmente, decirles que junto con agradecerle profundamente a la vida por haberme dado una familia, la oportunidad de ser un pequeño aporte a la lucha de nuestro pueblo y estar al servicio de la humanidad, agradezco también haberme abierto los corazones de mucha gente de los distintos territorios del mundo.
Por último sólo espero que al Estado de Chile le sigan exigiendo de todas las formas devolver nuestro territorio ancestral mapuche y todas las deudas históricas de todos los pueblos originarios y exigir no realizarme autopsia después de mi muerte.
Chaltumay, muchas gracias».