Imágenes sorprendentes captadas por la NASA muestran una gran llamarada que atravesó la superficie del Sol y podría alcanzar nuestro planeta.
Las imágenes del extraordinario evento —ocurrido el 16 de agosto— fueron registradas por el Observatorio de Dinámica Solar de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (NASA, por sus siglas en inglés), y en ellas se ve cómo la superficie de la estrella entra en un proceso de ebullición antes de liberar una enorme llamarada.
Según el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC, por sus siglas en inglés) que depende de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), “la explosión ocurrió en una región impecable del hemisferio sur del Sol”.
“Un filamento magnético se rompió, arrojando escombros a lo largo y ancho. Algunos de esos escombros formaron el núcleo de una eyección de masa coronal (CME), que ha escapado del sol y ahora está entrando en el Sistema Solar”, explicó el SWPC acerca de la reciente erupción solar.
Aunque no se sabe con exactitud, si la erupción solar afectará a la Tierra, la CME podría repercutir de manera indirecta en el campo magnético de nuestro planeta dentro de unos días. También existe la posibilidad de que falle.
¿Qué consecuencias tendrá si la tormenta solar llega a la Tierra?
En caso de alcanzar la Tierra, la erupción solar podría desencadenar auroras, ya sea auroras boreales o australes, que se producen cuando las partículas solares impactan la atmósfera terrestre.
Cuando los vientos solares alcanzan la órbita terrestre pueden calentar la atmósfera exterior y hacer que se expanda.
Si bien, el campo magnético de la Tierra protege a los humanos de la emanación radiactiva que proviene de las manchas solares, las tormentas solares pueden afectar a la tecnología basada en satélites como las comunicaciones de teléfonos celulares, la Internet, el servicio de geolocalización GPS (siglas en inglés del Sistema de Posicionamiento Global), la transmisión de la televisión.
Además, una oleada de partículas solares puede provocar altas corrientes en la magnetosfera, lo que puede causar una corriente más alta de lo normal en las líneas y transformadores eléctricos, incluso podría generar estallidos de centrales eléctricas y una consecuente interrupción en el suministro de energía.
