La variedad presente en los ecosistemas de Cabilia, la convierten en un lugar biodiverso, protegido por varios parques. Posee un clima modulado por el relieve, que puede variar entre inviernos duros y veranos áridos; y también es un centro de interés cultural, turístico y ecológico para las poblaciones locales. La riqueza ecológica está siendo amenazada, y se enfrenta a varias transformaciones de su territorio que son causadas en particular por el pastoreo excesivo y una urbanización mal controlada. Estos factores degradan los entornos públicos y los incendios forestales también, ya sean naturales, criminales o estén vinculados a la actividad humana.
Escrito por: Rabah Arkam
Con el cambio climático se elevan las temperaturas y los períodos de sequía extrema son más frecuentes, lo cual aumenta el riesgo de incendios forestales. Incluso aumenta el riesgo dentro de asociaciones forestales, en las que históricamente los incendios rara vez se han iniciado en condiciones climáticas propicias para el brote y propagación del fuego. Pero dependen esencialmente del factor humano: desorden, mala gestión y, sobretodo, inestabilidad política.
«La política de tierra quemada» se aplica en particular a los incendios de 1881, tiempo en el que Guy de Maupassant estaba viajando por Argelia, cruzó el país de Cabilia y se enfrentó a este incendio gigantesco, destructivo y asesino. En Agosto de 1881, 84.000 hectáreas de bosques fueron destruidas en 15 días. Este incendio, que empieza a ser relevante hoy en día, dejó 171 muertos y 500 familias totalmente arruinadas.
Además, F. Ramad (1997) estigmatiza los disturbios políticos que, como sucede en Argelia, «desde 1992 se encuentran en el origen de varios incendios que devastaron vastos bosques, particularmente en Cabilia».
En los últimos días han aparecido hipótesis ante el espantoso aumento de los incendios forestales que han devastado, en pocos días, cientos de hectáreas, incluyendo huertos y olivares. También han sembrado pánico en varias regiones. Una plaga recurrente anual suele tener graves consecuencias sobre la cubierta vegetal.
El contexto político argelino, en el que una vez más aparecen relámpagos destructivos, significa que no todos los incendios se combaten en Cabilia, sino que algunos de ellos figuran en la lista de la rúbrica ‘INA’, es decir, de la intervención no autorizada.
La identificación de las causas inmediatas arriesga disminuir el peso de los factores subyacentes, como lo son los problemas políticos. Incluso cercana a Argel, Cabilia es sin duda la región principal de Argelia que ha mantenido la cultura bereber, específicamente la lengua, a pesar de la política de arabización e islamización que ha sido llevada a cabo por el gobierno desde la independencia. Durante mucho tiempo, los cabilas reclamaron la autonomía en una Argelia libre, y en otras, la independencia.
Sin embargo, la participación de la «Sociedad civil de Cabilia» y las estructuras políticas y económicas locales en el control de los riesgos de incendio todavía son cuestiones teóricas. Las políticas actuales no forman parte de una reflexión más global acerca de los riesgos de incendio, el tema del fuego y la planificación espacial, acompañada de transformaciones territoriales. Más allá de la controversia, las críticas se dirigen a los poderes públicos que han demostrado una incompetente culpabilidad. Si bien se acoge con satisfacción la abnegación y el coraje de los bomberos, los ciudadanos están enfadados con las autoridades centrales, particularmente con el gobierno ilegítimo por no haber declarado una catástrofe natural en las provincias principales.
Ante la urgencia de la situación, los ciudadanos cabilios, esencialmente en las redes sociales, no dudan en señalar las ‘manos criminales’, y el hecho de que los incendios están brotando en varios lugares al mismo tiempo. ¿Quiénes saldrían beneficiados de tal delito dentro del contexto sociopolítico actual?
Traducción del inglés por Alanissis Flores