por Redacción Criterio.hn
La difícil situación de desempleo que desde antes de la pandemia del Covid 19 venia afectando a los hondureños alcanza su mayor esplendor en los últimos cinco meses por la suspensión de contratos de trabajo autorizados por el gobierno y el despido de trabajadores generado por la emergencia.
A juicio de Daniel Duròn, Secretario General de Central General de Trabajadores (CGT), Honduras registra a más de medio millón de obreros que se encuentran desempleados por los despedidos y por las suspensiones de contratos de trabajo. Sostuvo, que el problema se agrava por la falta seguimiento administrativo en la Secretaría del Trabajo, que permanece cerrada.
Duròn dijo, que las centrales obreras no tienen conocimiento de cómo se están pactando esos despidos y suspensiones, porque la instancia administrativa, responsable de verificarlas está cerrada.
El 15 de julio pasado, previo a vencerse los 120 días de suspensión de contratos de trabajo autorizados por el gobierno a la empresa privada, el Ministro del Trabajo, Carlos Madero, anunció que ese plazo sería ampliado por sesenta días más. Esa decisión del gobierno, obliga a los obreros a permanecer en la calle, seis meses, sin percibir salarios de parte de sus patronos.
En su momento, el Ministro adujo, que la ampliación de la suspensión es necesaria porque el país se encuentra en la fase más fuerte de la pandemia y que solo puede controlarse si los hondureños continúan quedándose en sus casas. Sin embargo, paralelamente, realizan acciones para la reapertura económica.
Ante tal situación, Daniel Duròn afirma que en este momento la gente no tiene ni con que comprar lo básico y que casi tres millones de hondureños tienen problemas de subsistencia. “Y eso es gravísimo hablando socialmente y de gobernabilidad”, indicó.
Por su parte, el Presidente de la Federación Sindical de Trabajadores Nacionales de Honduras (FESITRANH), José Dolores Valenzuela, ha manifestado que esa es una situación compleja que no solo afecta al trabajador que no está llevando sustento a sus familias, sino también al país, porque si no hay empleo tampoco habrá circulante para una reapertura económica.
Valenzuela dice, que solo trabajadores suspendidos y despedidos hay más de 300 mil y que aparte está todo el sector informal y las pequeñas empresas familiares que con la emergencia han desaparecido.
Indicó, que la situación es cada día más crítica por el desplazamiento de la mano de obra que provocó la primera suspensión de contratos por 120 días en marzo y que luego vino la prórroga que deja en la calle a miles de trabajadores suspendidos y despedidos. La Secretaría del Trabajo registra a 200 mil trabajadores suspendidos, pero a juicio del presidente de la FESITRANH en la realidad hay más de 300 mil, porque los pequeños empresarios no se registraron.
“Y esos 300 mil que están suspendidos de sus contratos de trabajo es una situación que va a repercutir en la economía de todo el país”, refirió Valenzuela. Aunó, que esa situación va en crecimiento y que nadie sabe cuántas empresas más van a cerrar a causa de los servicios públicos caros.
En los últimos días los empresarios de la maquila han anunciado la apertura de nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, el presidente de la FESITRANH asegura que eso no es cierto y que los maquiladores solo están buscando cubrir los puestos que dejaron los trabajadores que se fueron para sus casas en otras regiones del país.
Aseveró, que como producto del toque de queda decretado por el gobierno y la paralización de las empresas de transporte, muchos hondureños suspendidos de sus trabajo, no pueden regresar a la ciudad por falta de medios de transporte.