Al cierre de esta nota, por información de la prensa nacional, después del asesinato de Gentil Pasos, ya Colombia suma 161 asesinatos de líderes sociales en 2020, así que contabilizamos en promedio de 3 a 4 asesinatos de líderes sociales en las últimas semanas. Sólo el pasado 27 de junio, Idepaz registró 7 asesinatos.
Gentil Pasos Lizcano, tenía 47 años, era el Presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Puente en el municipio de Algeciras, al nororiente del departamento del Huila, donde fue asesinado por desconocidos en un billar, al parecer de su propiedad, el pasado 5 de julio de 2020.
Algeciras está a tan solo dos horas de Neiva, la capital, tiene aproximadamente 24 mil habitantes y es la despensa agrícola del Huila. Allí los campesinos se dedican, sobre todo, al cultivo del café.
Según los datos de Indepaz, con Gentil el país suma 157 líderes asesinados en lo corrido del año y es el séptimo asesinado en el año en este departamento, que además también suma en 2020, dos asesinatos de ex combatientes de las FARC. Por si fuera poco, es el tercer asesinato que se presenta en el Municipio de Algeciras en la última semana, por lo que sus habitantes viven tiempos de incertidumbre y temor.
Lorena Sánchez, representante de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Huila, expresó que Gentil era “un hombre destacado por su liderazgo agrario y en la defensa de los derechos de los campesinos algecireños”.
El pasado mes de mayo, ante el asesinato del también líder comunal Saúl Rojas González, de 69 años, presidente de la Junta del barrio San Juanito, el personero de esa localidad Basilio Arias, afirmó al periódico El Tiempo (mayo 26 de 2020) que, en lo corrido del año, ya eran varios los asesinatos a ex combatientes y distintos líderes reconocidos y que «la impunidad ha sido total pues las investigaciones no arrojan capturados».
Ver: Piden atención en Algeciras, Huila, tras crímenes de líderes sociales
Al respecto, sobre este nuevo caso, Lorena Sánchez agregó que «seguimos dando alerta a las autoridades frente a la vulnerabilidad que tienen los líderes en las regiones, esto no es nuevo, es sistemático deja claro la incapacidad que tiene el estado para dar garantías a los líderes».
Precisamente la editorial del 7 de julio del periódico La Nación del Huila interroga por “¿quién manda en Algeciras?”, haciendo referencia a los últimos hechos de violencia y dice en uno de sus apartados:
Si bien desde la Policía o el Ejército intentan justificar que esa escalada de muertes violentas corresponde a una “simple pelea entre exguerrilleros”, lo que estamos viendo en el fondo es una incapacidad de los organismos de seguridad del Estado para proteger a los algecireños, comenzando porque en la decena de homicidios que han sucedido este año en Algeciras nunca ha habido una reacción oportuna y eficaz de las autoridades que permita capturar en flagrancia a los responsables. Varios de estos asesinatos han ocurrido en la zona urbana, cuya seguridad se supone es responsabilidad del Departamento de Policía Huila. Los tres asesinatos que ocurrieron entre el miércoles y el domingo pasado se registraron en la zona rural, que se supone es responsabilidad de la Novena Brigada del Ejército.
Ver: ¿quién manda en Algeciras?
Aunque la misma editorial reconoce que las autoridades han hecho cinco capturas “no se ha conocido hasta ahora un señalamiento directo y concreto contra los detenidos y en qué crímenes supuestamente participaron”.
La violencia en Algeciras sigue en aumento y preocupa la protección para sus líderes, tanto es así que en los últimos meses se ha vuelto a presentar, como en otro tiempo, el desplazamiento forzado de población.