En Arizona, una carta firmada por más de cien inmigrantes que se encuentran recluidos en el Centro Correccional La Palma, cerca de Phoenix, detalla las condiciones inhumanas en dicha prisión del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, así como negligencia ante el brote de coronavirus. Los reclusos afirman que están siendo obligados a limpiar la cárcel sin ningún equipo de protección, bajo la amenaza de ser trasladados a celdas de confinamiento solitario.
Una carta similar escrita por inmigrantes que se encuentran en prisión en el cercano Centro de Detención Eloy afirma: “Estamos seguros de que el personal [de la cárcel] es el que está contagiando a todo el resto. Días atrás un sargento fue una nueva víctima de la COVID-19. Se desmayó en su trabajo aquí en Eloy.” Más de 220 reclusos en Eloy han dado positivo por COVID-19, uno de los mayores brotes en las cárceles del Servicio de Inmigración en el país.
En otras noticias sobre inmigración en Estados Unidos, tres solicitantes de asilo en un campamento montado en la ciudad fronteriza de Matamoros, México, han dado positivo por COVID-19. Durante meses, defensores de los derechos de los inmigrantes y expertos en salud pública han advertido acerca de un posible brote catastrófico en los abarrotados campamentos donde se alojan miles de solicitantes de asilo varados al norte de México.