Honduras sigue siendo uno de los países más letales para las personas LGBTI. La noche del 10 de julio, Scarleth Campbell, mujer trans activista de la Asociación Arcoíris Honduras, una de las organizaciones que defienden los derechos de la diversidad sexual, fue asesinada de varios balazos por desconocidos en un barrio de la capital.
Para la Asociación Arcoíris, la defensora de derechos humanos fue víctima del odio y la violencia que impera en Honduras. “Rechazamos todo acto de odio, estigma y discriminación hacia nuestra población LGBTI”, se lee en un comunicado publicado en redes sociales.
Scarleth Campbell integraba el grupo Muñecas de Arcoíris, creado en 2008 por varias mujeres trans de las ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela bajo la personería jurídica de la Asociación Arcoíris Honduras.
El objetivo del grupo es promover un espacio de reunión para las chicas trans trabajadoras sexuales de dichas ciudades, para informar sobre diferentes temas de importancia para la población trans.
De acuerdo con datos de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras (RNDH), son 10 las mujeres trans asesinadas en lo que va del año.
El Observatorio de Muertes Violentas de Personas LGBTI de Red Lésbica Cattrachas calcula que son 361 las personas LGBTI asesinadas después del golpe de Estado de 2009.
El año pasado ha sido el más nefasto para la comunidad LGBTI hondureña con 41 muertes violentas, la cantidad más alta registrada en la última década.
De todos estos casos, 71 fueron judicializados, pero solamente 28 llegaron a una sentencia condenatoria, es decir menos del 8 por ciento.
La misma Asociación Arcoíris señala que en Honduras se mata, en promedio, a una persona LGBTI cada 11 días, 33 por año. Más del 90 por ciento de estos casos quedan impunes.
“Esto también es producto de un Estado fallido que no respeta la laicidad, desde la imposición de preceptos religiosos que no responden a las demandas y problemas de poblaciones en riesgo social y de mayor vulnerabilidad.
Exigimos una investigación inmediata y exhaustiva del asesinato que no revictimice a la defensora, a fin de que se haga justicia para ella y toda la comunidad LGTBI”, reclamó la organización que defiende los derechos de la diversidad sexual.
La solidaridad, los abrazos
En reiteradas ocasiones, tanto la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han señalado la urgencia de tomar medidas concretas para la protección de las personas de la diversidad sexual.
La OACNUDH Honduras condenó el asesinato de Scarleth Campbell y pidió al Estado de Honduras realizar una investigación exhaustiva, pronta e imparcial “que considere como hipótesis la motivación basada en prejuicios y/o discriminación por la identidad o expresión de género de la víctima”.
Diferentes organizaciones que defienden los derechos de la comunidad LGBTI se pronunciaron ante este nuevo asesinato, abrazando a la Asociación Arcoíris de Honduras y a todas las personas de dicha comunidad.