Auto convocadas y convocados ante la destrucción de la Amazonía y sus pueblos, que producirá una catástrofe global, por la inter-dependencia profunda de todo lo que existe. Con el impulso de 540 agrupaciones amazónicas, y el respaldo inicial de más de 3,098 ciudadanas y ciudadanos, llamamos a la movilización mundial por la Amazonia, por los objetivos siguientes:
Detener el ecocidio que avanza al “punto de no retorno” de sabanización y fractura ecosistémica de la Amazonía y sus conexiones con la Orinoquia, Chiquitanía, Chaco, Mata atlántica, Cerrado y otros. Alto al infierno de las masivas quemas e incendios, del garimpo, del tráfico de tierras, parcelación, colonización, para los intereses de la ganadería, soja, palma aceitera, monocultivos, minería, hidrocarburos y otros. Alto a la dictadura de la infraestructura (como carreteras y represas hidroeléctricas) y de los “commodities” convencionales o falsamente “verdes”. Consolidar los derechos de la naturaleza y del ecosistema amazónico como ser viviente sustancial a la pervivencia planetaria. Antes que sea irreversible, detener la catástrofe de la vida global, por la destrucción de la Amazonía como corazón del mundo, por sus innumerables bondades como mega biodiversidad, oxígeno, agua dulce, regulación y refrigeración climática.
Detener el etnocidio y genocidio de los pueblos indígenas, afro descendientes y amazónicos en general. Agravado por la pandemia del Covid19 y el etnocidio por omisión y abandono estatal en la Pan amazonia. Detener las aberraciones del genocidio, necropolítica y los “cuerpos desechables”, desde los Estados, especialmente en Brasil y otros. Erradicar el racismo estructural, social, tecnocrático, estatal, ontológico y epistemológico; la destrucción y homogeneización de las culturas y el mito de las “razas”, y así avanzar en la descolonialidad del poder, saber y del ser. Dejar de ser lo que no somos, ni podemos ni queremos ser.
Cobertura de emergencia de servicios sociales, con sistemas de salud y autocuidado basados en las estructuras comunitarias y estatales que combinen saberes tradicionales y medicina occidental; inversiones estratégicas y consistentes de los poderes públicos en salud y educación, con participación y control de los pueblos amazónicos; atención integral y transfronteriza de las pandemias (actuales y futuras) y enfermedades tropicales. Sistemas de educación bilingüe intercultural de calidad y no marginales, basados en el diálogo equitativo de saberes y el respeto del patrimonio intelectual colectivo y transgeneracional de los pueblos.
Erradicar toda forma de dominio y violencia de género, sean en el ámbito privado o público, construyendo efectivas relaciones de equidad de género e intergeneracional y superando las opresiones históricas del patriarcado. Las mujeres amazónicas son protagonistas de resistencia, de formas locales y cíclicas de economía, de nuevas aperturas al sagrado de la vida. La juventud amazónica fortalece los procesos, con la renovación dirigencial y la creatividad en múltiples dimensiones, como la comunicacional y artística.
Autogobierno y libre determinación de los pueblos indígenas y la sociedad, en especial de los pueblos en aislamiento y contacto inicial, de quilombolas, caboclos, siringueros, ribereños, maroons, campesinos y pueblos amazónicos en general. Formas de autoridad social colectiva, sobre la base de la comunidad, para el ejercicio colectivo de la autoridad pública y gobierno territorial, para superar las opresiones, del estado-centrismo. Titulación legal territorial de los pueblos y reconstitución de su territorialidad integral, sin la imposición de las áreas protegidas estatales. Detener los asesinatos de líderes, defensa de los defensores de la Vida, sin la criminalización y judicialización de los derechos y luchas sociales. Institucionalidad y organizaciones sociales laicas, con libre espiritualidad y sin sectas del miedo, represión y violencia psico social.
Detener el extractivismo y sus estructuras de depredación, opresión y corrupción empresarial y estatal, y los tratados o acuerdos de “libre comercio” que los refuerzan. Por economías comunitarias, con reciprocidad y solidaridad, con y dentro del bosque, para que se quede en pié. Forjemos transiciones hacia el post-extractivismo y el uso equilibrado de las bondades de la naturaleza. Autosuficiencia, soberanía y seguridad alimentaria. Energías renovables ecológicas, sin hidroeléctricas ni plantas nucleares, que superen la adicción a la energía fósil y su eterna destrucción de selvas, pueblos y culturas.
Des-mercantilización de la Vida. Detener la dictadura ecocida de los negocios del capitalismo privado y del capitalismo de Estado, en sus diversas expresiones políticas. Justicia climática con reducción neta de emisiones sin falsas soluciones (geo-ingeniería, mercado de carbono y otras). Acción social y estatal para detener las mafias, sicariato y todas las formas de violencia de las “economías” ilegales en la minería, madera, narcotráfico, plantaciones y tráfico de tierras.
Ciudades inclusivas, igualitarias, acogedoras, ecológica y económicamente sustentables. Políticas urbanas e inversión, con prioridad al derecho a una vivienda digna, el acceso al agua y saneamiento básico, a relaciones justas en el intercambio con el campo y la floresta. Detener el consumo de productos amazónicos basados en el ecocidio, etnocidio y múltiples formas de opresión. ¡Ni una gota más de sangre indígena y popular en las economías amazónicas!. Frenar el crecimiento sin fin en un planeta limitado y los patrones de consumo incompatibles con la preservación de la vida.
Creemos en los procesos de auto organización de los pueblos en la Pan Amazonía y el Abya Yala, con la movilización de las comunidades, ciudades y movimientos sociales.
Llamamos a los ciudadanas-os del mundo a Amazonizarse: sellar una alianza permanente y solidaria con la Amazonía: ¡Informemos, movilicemos, actuemos en defensa de la vida y de los derechos de las personas y de la naturaleza!
Llamamos a participar de las campañas de acción de unidad en la diversidad, que siguen a continuación, adoptadas en esta Primera Asamblea, y las que se impulsarán en las asambleas siguientes.
¡Ya no hay más tiempo!
¡Basta de antropocentrismo, de soberbia suicida, de tecnolatría del crecimiento ilimitado, hasta la explosión global!
La Amazonía no nos “pertenece”, nosotros convivimos y dependemos de ella. Vida plena es la interdependencia entre todo lo que existe.
¡Amazonía Viva, Humanidad Segura, Buen Con-Vivir para todas y todos!
19 de julio del 2020.