Por Daniela Rea / Fotos Especial
Habitantes del pueblo oaxaqueño, donde 15 personas fueron masacradas el pasado domingo, han defendido los últimos años su territorio, una barra entre el mar del norte y el mar del sur, que no quiere eólicas ni trenes transístmicos. El día del ataque, los disparos habrían comenzado en la agencia, que fue tomada por hombres armados desde el 3 de mayo.
Los habitantes de San Mateo del Mar amanecen, después de la masacre de 15 habitantes, con un sentimiento de tristeza y de temor. Y con un reclamo a la autoridad: nos dejaron solos.
Una de las habitantes de esta comunidad, que ha sido parte de la defensa del territorio pero pide omitir su nombre por temor, dice: “Durante más de un mes buscamos el diálogo, pedimos ayuda para intervenir y resolver, pero el gobierno no escuchó, no resolvió nada”.
Un mes después del asesinato de Filemón Villalobos sucedido el 3 de mayo, dice la mujer, llegó la Fiscalía para investigar. Y el día del ataque, agrega, “estaba guardia nacional para garantizar la seguridad y no intervino, se fue”.
“Yo pienso que está de por medio el corredor interoceánico y los eólicos. Le conviene este tipo de problemas en las comunidades indígenas, fracturan a las comunidades porque quieren instalar sus cosas. Y es que históricamente la población ikoots se ha opuesto al proyecto eólico”, agrega.
“Fíjate en el mapa donde estamos ubicados”, dice la mujer en llamada telefónica. “En el mapa aparece un franja, la barra de Santa Teresa, en el lugar quieren poner 133 aerogeneradores, pero aquí la gente vive de la pesca. Nos quieren matar y ponerle precio a la tierra, el agua. Para nosotros es sagrado, para ellos es dinero”, dice.
San Mateo del Mar es una comunidad instalada en la costa del Pacífico oaxaqueño. Al oeste tiene a Salina Cruz, su puerto y refinería; al este, Santa María del Mar, con quien tiene conflicto. Hacia el norte y al sur colinda con el mar. Sus veloces vientos son un atractivo para las empresas eólicas.
En este municipio, según Coneval, 9 de cada 10 personas viven en pobreza, según Coneval.
Una propuesta que fracturó el territorio
Entre 2006 y 2007 empresas eólicas propusieron instalar 102 aerogenradores en la barra de Santa Teresa, según relata el periodista Julio González en este podcast de Así como suena.
Los Ikoots dijeron que no. Pero la propuesta modificó la relación cordial que había entre los vecinos.
En total las empresas eólicas han invertido 6 mil 632 millones de dólares en Oaxaca. Para mitigar el impacto, se comprometieron a monitorear el daño; en el territorio los pescadores dicen que el zumbido de ventiladores y el ruido ahuyenta a los peces.
Luego de las eólicas a San Mateo del Mar llegaron los sismos de 2017 y 2018. Cientos de casas afectadas que precarizaron la vida en la región.
Y posteriormente, Andrés Manuel López Obrador anunció el “Proyecto de Desarrollo del Istmo” en abril del 2019, que incluía la construcción de un tren transístmico. La propuesta de ese tren alertó a las comunidades. En defensa del territorio y habitantes de San Mateo del Mar y otras comunidades, han rechazado el proyecto.
El martes 23 de junio, durante la conferencia mañanera, López Obrador fue cuestionado respecto a la masacre y respondió: “Es una confrontación por el gobierno municipal, por un lado son pobladores de la cabecera municipal y pobladores de comunidades, suele pasar que en los Ayuntamientos cuando hay elecciones y queda de presidente municipal alguien de la cabecera municipal, hay el malestar de las comunidades porque se sostiene que lo que llega de apoyo en obras o presupuesto sólo se aplica en la cabecera y no se distribuye en las agencias”, refirió.
Conflicto, desde una década atrás
La mujer que trabaja en defensa del territorio en San Mateo del Mar y que vive en la comunidad de Huazantlán, donde fue la masacre, dice desde el 2005 “yo empecé a escuchar de la instalación de los aerogeneradores en la comunidad, pero la gente no ha querido, por las afectaciones en la población y en la pesca”.
Luego, dice que desde hace 3 trienios comenzó la imposición de autoridades comunitarias bajo votaciones y compra de votos.
“Han intentado entrar en las asambleas comunitarias, desde hace unos años con los presidentes municipales. Han encontrado la forma de dividir a la comunidad”.
En agosto del 2019, integrantes del Espacio de Encuentro de las Culturas Originarias de San Mateo del Mar, un espacio que nació después de los sismos de 2017, denunciaron que sus instalaciones fueron incendiadas por personas desconocidas.
“Con la quema del centro comunitario destruyeron un espacio de aprendizaje, de intercambio de saberes, de construcción de sueños colectivos y encuentros, sobre todo de mujeres y población infantil. Quisieron quitarle a la gente la posibilidad de tener un lugar digno para su autodesarrollo, pero queremos decirles que las llamas no nos arrancarán la esperanza, el compromiso, el esfuerzo, apoyo y amor, y caminaremos para el resurgimiento del centro comunitario ikoots. Lo volveremos a levantar”, denunciaron en su momento.
“El trienio pasado el que estaba de presidente municipal cambió el estatuto para el nombramiento de las autoridades municipales. Ahora sin respetar el sistema normativo de los pueblos indígenas se empezó a escuchar de un tal asesor y constructor que llegaba apoyando a la comunidad, a las escuelas , a las autoridades, pero muchos decían que solo para ganarse al pueblo”, dice la mujer.
“En el trienio pasado el presidente era Gelasio Hidalgo y el asesor era un empresario constructor que para nosotros se le conoce como mol, el extranjero”, agrega.
El ataque
El domingo, en Huazantlán, se celebraba una asamblea a la que llegó la Guardia Nacional, en respuesta de la llamada de la gente. Los habitantes dicen que cuando comenzó el ataque la Guardia Nacional se fue.
“Desde el pasado 3 de mayo unas camionetas con gente armada llegó a Huazantlámn para disparar a los que estaban en el retén de la población, quemaron casas. Hubo muchos heridos y un muerto en la madrugada del 3. La gente armada se quedó en la agencia desde entonces.
“Desde ese día se instalaron en la agencia protestando por sus derechos pero esta gente tomó la agencia, gente de fuera y unos de la población. Más de mes se quedaron en la agencia armados. Mucho decían que les pagan por estar en la agencia $500 el día. Utilizaron a la gente como carne del cañón por su necesidad la gente se prestó”, explica la mujer, que estaba ese día en Huazantlán.
–¿Pudieron ver quiénes dispararon?
–Quienes dispararon fueron algunos que estaban en la agencia, otros de afuera que llegaron ese día.
–¿Y se sabe quiénes son los muertos?
–Varios de los que estaban en la agencia y otros de las colonias.
La tarde del martes los muertos de San Mateo del Mar ya habían sido sepultados.
“Perdimos a familiares. Lo que les hicieron es… No estamos en condiciones de hablar. No podemos hablar ahorita. Necesitamos un poco de tiempo y que el corazón y la mente respondan bien”, dijo por teléfono otra mujer cuyo, primo fue asesinado.