Queridas amigas, queridos amigos del pueblo mapuche. Queridas amigas y queridos amigos del pueblo de Chile. Les habla Baltazar Garzón, reciban un afectuoso saludo desde Madrid.
Primero que todo, quiero agradecer el mensaje de aliento que me enviaron miembros de la nación mapuche cuando me encontraba hospitalizado, que junto con otros saludos recibidos de tantas otras latitudes, me dieron fuerzas en los momentos más difíciles de la enfermedad provocada por la COVID-19.
Sigo con enorme preocupación los acontecimientos que aquejan a Chile, país tan querido para mí.
Son muchos quienes han tenido que decidir entre guardar cuarentena en casa y soportar el hambre, o salir a la calle a trabajar para poder llevar algo que comer al hogar, arriesgándose a un contagio de una enfermedad que ya se ha cobrado demasiadas vidas.
Me indigna saber que poco o nada ha hecho el gobierno encabezado por Sebastián Piñera, que ha convertido un mezquino acto de caridad en propaganda política y un vacío y grotesco espectáculo mediático, cuando lo que se necesita es solidaridad real y justicia social.
Me preocupan los presos del estallido social que siguen encarcelados a pesar de que se les imputan delitos menores, lo que contrasta verdaderamente en forma llamativa con la impunidad generalizada de policías y militares que han cometido violaciones masivas y sistemáticas a los derechos humanos.
Deseo hacer llegar un especial saludo al machi Celestino Córdova, que este domingo cumple 43 días en huelga de hambre como protesta por las condiciones carcelarias a las que están sometidos los presos políticos mapuche en tiempos de pandemia.
Mi más entrañable y cariñoso saludo a la familia de Alejandro Treuquil, de 37 años, cobardemente asesinado el 4 de julio pasado. Toda mi solidaridad para Andrea Neculpan, su viuda, y toda mi solidaridad para sus tres hijos.
Pido a las autoridades competentes chilenas que esclarezcan estos hechos, que hagan justicia, verdadera justicia, con igualdad e imparcialidad y que respeten el Convenio 169 de la OIT. Que se escuchen las legítimas demandas del pueblo mapuche, pueblo originario de Chile, que con su ancestral sabiduría ha enseñado al mundo entero que la naturaleza está siempre mejor cuidada por quienes se sienten parte de la tierra que por quienes se adueñan de ella para devastar sus recursos naturales.
Reciban en estos momentos difíciles un abrazo fraterno, un abrazo grande, de este amigo incondicional del pueblo chileno, admirador de la valentía del pueblo mapuche, del ejemplo de consecuencia de Salvador Allende, de la poesía de Gabriela Mistral y Pablo Neruda, de la música de Violeta Parra y Víctor Jara.
Un fuerte abrazo, Baltazar Garzón.