La propuesta de la Renta Básica Universal (RBU) es clara: proporcionar a cada persona una cantidad de dinero mensual que garantice su subsistencia. Se trata de ganar un nuevo derecho, que en ningún caso reemplaza otros derechos existentes.
Algunos neoliberales intentan aprovechar esta propuesta, pervirtiéndola, ya que imaginan que, una vez se cobre la RBU, con ese dinero se podría pagar servicios universales actuales, como la sanidad o la educación. Esto no es, de ninguna manera, la propuesta original de RBU, sino una nueva propuesta (perversa) que no pretende reducir o eliminar la pobreza en el mundo, sino por el contrario, pretende aumentar las ganancias de las grandes empresas, quedándose con el gran pastel de la sanidad y la educación.
La RBU es un nuevo derecho que se sumaría, complementando, a otros derechos como los mencionados de la educación y la sanidad. Y más derechos aún se deberían otorgar a la población, como el derecho a la vivienda.
La RBU es una propuesta claramente progresista y a favor de la justicia social. Si algún neoliberal pretende hacer suya la propuesta, nos parece excelente, pero deberá dejar muy claro qué está apoyando. Lamentablemente, ya conocemos la perversión del lenguaje de las últimas décadas, en que se bombardea a las poblaciones en nombre de la paz, o se la encarcela en nombre de la democracia. Ni bombardear es compatible con la paz, ni las actitudes represivas con la democracia, ni el neoliberalismo con la RBU.
Este artículo continúa una serie que intentará explicar brevemente distintos aspectos de la propuesta de la Renta Básica Universal (RBU). Para ver toda la serie de artículos publicados sobre este mismo tema, pulsar aquí.