Ante las noticias publicadas sobre la composición de la Comisión para la Reconstrucción con una lista de 34 nombres de personas que formarían dicha comisión, la Coordinadora Estatal de Mareas Blancas manifiesta:
- Nos sentimos sorprendidas y dolidas porque EL ÚNICO COLECTIVO QUE ENTENDEMOS NO SUFICIENTEMENTE REPRESENTADO en dicha comisión, sea nuevamente el sector de los colectivos sociales y el sector más numeroso y más afectado por las medidas que se adopten que es la ciudadanía y el sector de usuarios.
- Que en una comisión que se publicita como necesaria para la reconstrucción de una SANIDAD PÚBLICA cuente con numerosos representantes de la industria farmacéutica y biotecnológica y de la sanidad y servicios asistenciales privados y SE PRESCINDA de representantes en nombre de la Coordinadora Estatal de Mareas Blancas que es la red que abarca a un gran complejo de activismo social en defensa de la Sanidad Pública, de acreditada perseverancia y con implantación en casi todo el país, autónoma, apartidista y no subvencionada. Una imagen absolutamente ilustrativa es la desaparición de Carmen Esbri, una compañera de reconocida trayectoria y representatividad a nivel de Madrid y de todo el Estado.
- Que las directivas y normativas europeas van cada vez más encaminadas a la PARTICIPACIÓN PROACTIVA DE LA CIUDADANÍA en la toma de decisiones y que para garantizar dicha participación no basta con dar voz indirecta a ésta solicitando aportaciones y opiniones, sino garantizando puestos de representación en órganos capaces de codecidir, de tomar decisiones o condicionar la toma de las mismas, en tanto que titulares y financiadoras del Sistema Público de Salud
- LAMENTAMOS que el único integrante de la Coordinadora Estatal convocado, sea el inestimable compañero Antonio Barbará Molina, en su condición de integrante de la Marea Blanca de Cataluña, cuando aparecen hasta otros seis integrantes a título personal. Desgraciadamente la infrarrepresentación del colectivo al que representamos nos hace pensar en falta de voluntad política de afrontar con la valentía suficiente un tema crucial en la vida y dignidad de las personas, que debe primar por encima de cualquier consideración empresarial y económica. En estos tiempos, más que nunca y con mayor compromiso y urgencia.
Nuevamente el gobierno del presidente Pedro Sánchez pierde una oportunidad de oro para demostrar que apuesta por el empoderamiento ciudadano, lo que no hará que decaigamos ni un ápice en nuestro esfuerzo de luchar por una SANIDAD PÚBLICA, UNIVERSAL Y DE CALIDAD, así como por la calidad democrática.