– El esfuerzo de erigir la Muralla Verde, la iniciativa de restaurar 100 millones de hectáreas de paisajes degradados en África, necesita más voluntad política e inyección de nuevos recursos, declararon, este viernes 26, agencias del sistema de las Naciones Unidas.
“Tenemos que promover economías verdes y sostenibles, y para ello hay que ampliar la restauración y los beneficios que conlleva para los medios de subsistencia”, afirmó el director de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu.
La FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente consideran a la Muralla Verde el programa de desarrollo sostenible más importante que se realiza en el continente africano, como respuesta a los desafíos de la desertificación y el cambio climático.
Se trata de un programa lanzado en 2007 por la Unión Africana, y que involucra a 20 de sus países miembros, para reforestar y restaurar hacia 2030 unos 100 millones de hectáreas a lo largo de 8000 kilómetros del sur del Sahara y del Sahel, la franja semiárida que cruza el continente desde Senegal hasta Djibuti.
Entre sus objetivos está la creación de 10 millones de empleos verdes y el almacenamiento de 250 millones de toneladas de dióxido de carbono, contribuyendo a mitigar el cambio climático y la pérdida de diversidad biológica, al tiempo que mejora las condiciones de vida de millones de personas.
Hasta la fecha se han restaurado 20 millones de hectáreas de tierras, y para alcanzar el objetivo en 2030 se requiere restaurar al menos 8,2 millones de hectáreas de tierra cada año, con un costo anual estimado en 3600 millones de dólares.
Entre los logros destacan la iniciativa de restauración con la siembra masiva de árboles sobre 15 millones de hectáreas de tierras degradadas en Etiopía, acompañados con programas de mejoras en la tenencia de la tierra.
En la primera década del programa, en Senegal se restauraron 25 000 hectáreas de tierras degradadas y se plantaron más de 11 millones de árboles.
En Nigeria, la restauración ya se extendió sobre cinco millones de hectáreas con programas que propiciaron la creación de 20 000 empleos.
En Burkina Faso, Malí, Níger y Sudán se involucraron más de 120 comunidades en la restauración de unas 4500 hectáreas de tierras secas y degradadas, tratadas con varios millones de plántulas y semillas de 50 especies nativas de árboles.
La FAO informó que en los últimos cinco años ayudó a restaurar más de 50 000 hectáreas de tierras estériles en más de 400 comunidades de varios países y a mejorar los medios de vida de cerca de un millón de personas.
Las agencias de la ONU dirigen su cooperación al desarrollo de cadenas de valor en productos forestales no madereros, como la goma arábiga, el forraje, la miel y los aceites de semillas autóctonas, que ofrecen oportunidades de ingresos y benefician a comunidades rurales vulnerables.
En particular, mejoran la capacidad de resiliencia y las condiciones de vida de las mujeres en áreas rurales, señaló la FAO.
Qu dijo que el proyecto africano “es emblemático y su espíritu debería ampliarse a una gran muralla verde para las ciudades, que se extienda a otros continentes”.
La Muralla Verde africana podría ser, una vez completada, la estructura viva más grande del planeta, una maravilla natural de 8000 kilómetros a todo lo ancho del continente.