El Coronavirus o Covid-19 ha crecido a pasos agigantados en América Latina y el Caribe. Brasil se ha convertido en el segundo país del mundo con más de 378 mil casos reportados y 23.606 muertes. Ante este delicado panorama, el secretario técnico del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC), Álvaro Pop, denunció la indiferencia de los gobiernos de la región ante la realidad de los pueblos originarios frente a esta pandemia.
En conversación con periodistas integrantes del Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica (FCINA), Pop manifestó que «no contamos con políticas públicas que puedan atender y enfrentar la situación de riesgo. Las camas de hospital y la atención de la enfermedad solo están en las capitales y en los centros urbanos mayores. La atención en las áreas rurales y selva es casi nula, en consecuencia hay un enorme riesgo en toda América Latina y el Caribe».
El secretario Técnico del FILAC detalló las vulnerabilidades de los pueblos indígenas de la región e indicó que existen más de 400 pueblos con menos de 3 mil miembros y 100 pueblos trasnfronterizos, quienes se encuentran en mayor riesgo precisamente porque están entre la atención de un país u otro. «Hay regiones amazónicas que tienen transfroterizos entre 3 países y eso genera una crisis humanitaria de amplias dimensiones», dijo.
Resaltó que al crearse el FILAC se logró comunicación directa con todos los jefes de Estado y de gobierno del continente para informar sobre las preocupaciones y propuestas de las organizaciones de pueblos indigenas de cada uno de los países ante la pandemia, sin embargo la comunicación se ha estancado y al día de hoy «no tenemos el dato exacto de los que están muriendo en Brasil, no tenemos datos de Mesoamérica, de la región Andina y no hay una preocupación sólida de las naciones por atender la situación».
Acotó que en estos momentos algunos países de la región están llevando a cabo negociaciones con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo para incrementar los créditos específicos para el tratamiento de la pandemia y la recuperación económica, no obstante, en muy pocos casos, se menciona a los pueblos indígenas como un actor dentro de estas discusiones.
En cuanto a Bolivia, país con población mayoritariamente indígena, Pop comentó que la nación del altiplano había logrado importantes avances en el empoderamiento de los pueblos originarios durante los últimos 12 años. Sin embargo, la inestabilidad política actual tras el golpe de Estado al gobierno de Evo Morales ha sumido al país en una gran incertidumbre política, económica, social y cultural.
«Los informes que tenemos son seriamente cuestionables. La crisis generó una desarticulación en Bolivia y el país está sufriendo serias amenazas a su estabilidad a partir de cuestiones de salud. La crisis por el dengue y ahora por el covid, están generando inestabilidad muy fuerte. Bolivia tiene 11 millones de habitantes y tiene más de 5000 casos de coronavirus. Mientras Guatemala, por ejemplo, que tiene 20 millones de habitantes, tiene un poco más de 2 mil casos de coronavirus», añadió.
Para finalizar, Pop recalcó que desde el FILAC continuarán sumando esfuerzos por ampliar el diálogo entre los gobiernos y las empresas dispuestas a tener una nueva visión de desarrollo que incluya a los indígenas. «Ese es el reto del FILAC, discutir en nuevo horizonte con los pueblos indígenas como actores fundamentales de su propio futuro».
A continuación, la entrevista completa.