“Yo no te hablo de libertad. Te hablo de liberación, de movimiento, de proceso.
No te hablo de libertad como algo quieto, sino de liberarse paso a paso,
como se va liberando del necesario camino recorrido el que se acerca a la ciudad”.
Silo
Esta es una hora crucial para todas y para todos. Mientras una pandemia afecta al mundo entero terminando con miles de vidas, las economías del mundo se declaran en jaque, al filo del abismo y en algunos casos en bancarrota. Es posible que usted, compañero/a trabajador/a, haya experimentado en estos días las consecuencias devastadoras al quedarse sin empleo, al no encontrar la manera de llevar los alimentos a su casa o peor aún, al no tener los recursos para enfrentar una enfermedad o la muerte de un ser querido.
Es una hora crucial porque mientras la gran mayoría de la población se encuentra atrapada entre el dolor y el sufrimiento, unos pocos han decidido rehuir de su responsabilidad y pretenden dejarnos a la suerte de lo que pueda acontecer, pescando a río revuelto. Por un lado, varios grupos políticos, de manera directa o solapada bajo el disfraz de una falsa oposición, intentan aprovechar el desconcierto, el miedo y la inmovilidad para imponer su agenda de corrupción y miseria. Pretenden que el peso de la actual crisis recaiga en los hombros de los trabajadores, de los campesinos, de los agricultores y de los sectores medios, ‘pasando el sombrero’ para quitarles a públicos y privados los pocos recursos que reciben, mientras sus millonarios capitales los tienen seguros y guardados fuera del país.
Además, buscan que en este momento la balanza se incline a favor de los patronos, dejándoles en la libertad de que despidan a sus trabajadores o los chantajeen con mantener su puesto de trabajo a cambio de un sueldo menor, mientras los precios de la comida o de los servicios no bajan. Es cierto, los pequeños y medianos empresarios tampoco la están pasando bien y algunos incluso han quebrado. Por ello, es fundamental avanzar hacia la construcción de formas productivas de cogestión entre empresarios y trabajadores, donde comparten por igual la dirección del negocio, las responsabilidades, los riegos y las ganancias. Incluso, estamos seguros, también se debe pensar en empresas cuya dirección sea asumida por los trabajadores. Además, en momentos en que la vida se ha visto arrinconada en todo el planeta, es el momento de hablar sin tapujos sobre la necesidad de instaurar la renta básica universal, garantizando que todas y todos los ecuatorianos reciban un ingreso por el solo hecho de haber nacido, abriendo las puertas a una sociedad con igualdad de oportunidades para todas y para todos.
Es una hora crucial para todas y para todos, y por esto es que las y los trabajadores debemos estar en primera línea con propuestas y con el impulso de nuevas formas de movilización. Nos han sorprendido con el confinamiento en nuestras casas, pero nosotros les responderemos desde nuestros balcones y ventanas, desde la puerta de las viviendas con la convicción y con la mirada tierna e inocente del que sabe que el futuro es posible. Nos negamos al miedo de vernos atrapados sin esperanza y le damos la espalda al mal gobierno que ahora pretende lavarse las manos descargando su trabajo en los gobiernos locales y en el sacrificio diario de miles de médicos, enfermeras y trabajadores de la salud que, pese a estar mal equipados, han resistido la oleada de la fétida muerte y lo han hecho con dignidad y con amor. Salud a ustedes.
Humanistas se suma desde el encierro obligatorio a esta jornada de resistencia no violenta por un Primero de Mayo que se convierta en el inicio de una extensa, sostenida y siempre creciente lucha contra la precarización del trabajo, que es lo mismo que decir, precarizar la vida entera. El camino está largo aún, pero con unidad y convicción, cada vez será más corto.
Loor al ser humano que este día se levanta con rebeldía y radicalidad para decirles a los neoliberales, al mal gobierno y a los grupos de poder que estamos aquí, en primera línea, junto a millones de ecuatorianos y ecuatorianas, dispuestos a decirle no a cualquier intento de aumento del desempleo, de privatización, de pago privilegiado de la deuda externa, de aumento de la pobreza y de consolidación de la corrupción. Creemos en el diálogo, pero también en la movilización como instrumento democrático que permita construir una sociedad activa, participativa y organizada. Es el momento de resistir y avanzar con decisión, los muertos por el abandono y la desidia en las calles de Guayaquil y en todo el país nos piden que lo hagamos, sin claudicar y sin amilanarnos.
Nuestro respetuoso saludo a las y los trabajadores de todo el territorio nacional y del mundo entero, sabiendo que hoy más que nunca es el momento de resistir por la vida. Saldremos adelante y este Primero de Mayo lo declaramos de forma abierta y sincera. Feliz día trabajadores y trabajadoras ecuatorianos.
Humanistas
Quito, 1 de Mayo de 2020