La sociedad crea condicionamientos tan poderosos que, de forma inconsciente, las personas juzgan o discriminan, ya sea por el color de piel, el estatus social o la ocupación. Si se revisa un oficio que ha sufrido durante siglos los males de estos prejuicios ligeros y primarios, es el de las trabajadoras sexuales.

Sin embargo, en Medellín, Colombia, un colectivo de 9 mujeres trabaja de forma comprometida y creativa para cambiar, no solo nuestra forma de ver a las trabajadoras sexuales, sino también para mejorar su calidad de vida.

Su origen y razón de ser

Putamente Poderosas surgió en el 2018 con el deseo de luchar por la reivindicación y los derechos de las trabajadoras sexuales, pero fue en marzo de 2020 que floreció el proyecto.  Claudia Coutin, una de las líderes del colectivo, nos cuenta sobre las motivaciones del colectivo: “queremos resignificar la palabra «Puta», dejar de lado su connotación denigrante,  para darle letras de grandeza, de verraquera, de pujanza, ya que las trabajadoras del sexo son realmente unas Putas; queremos dignificar la vida de las mujeres que ejercen este oficio, ofreciéndoles acompañamiento y asesoría para que conozcan otros mundos y puedan descubrir sus propios talentos”.

El covid-19, una crisis que se ha transformado en oportunidad

La pandemia actual ha permitido, paradójicamente, llevar Putamente Poderosas a otra dimensión. Según Claudia Coutin: “cuando el Gobierno declaró la cuarentena general a nivel nacional, nos dimos cuenta de que las trabajadoras sexuales iban a tener tiempos difíciles. La mayoría vive del día a día, paga piezas en inquilinatos y sostiene a su familia. El confinamiento generó en el colectivo el efecto de un electroshock. Nos vimos en la necesidad de diseñar campañas en un tiempo récord que permitieran acompañar adecuadamente a las trabajadoras sexuales y a las vendedoras ambulantes durante esta crisis. Empezamos a entender que era necesario distribuir ayudas, no solo para pagar alojamientos y alimentación, sino también para prevenir posibles contagios”.  

Así es que desde principios de marzo, el colectivo  ha realizado diez «campañas» en el centro de Medellín. «Hemos entregado tapabocas, antibacteriales, auxilios de alojamiento, mercados y volantes que brindan recomendaciones claras de higiene para las trabajadores del sexo en ésta época de confinamiento.» agregó Claudia Coutin.

El mercadeo y la comunicación: más preciso que un reloj suizo  

Cuando Putamente Poderosas lanza un programa o una campaña de comunicación no deja nada al azar y los resultados lo prueban. El colectivo ya logró recolectar alrededor de 200 millones de pesos, que han permitido brindar, aproximadamente, 800 auxilios de alojamiento, entregar alrededor de 2000 mercados e impactar a más de 1000 familias.

Por otro lado, la marca continúa reforzando su notoriedad en las redes sociales; su cuenta Instagram, por ejemplo, @putamentepoderosas tenía únicamente 600 seguidores en marzo y, ahora, son alrededor de 7500 quienes promueven esta aventura.  

Lanzamiento de marca propia 

Melissa Toro, una de las fundadoras del colectivo, tuvo la iniciativa de poner su talento en diseño de vestuario al servicio del colectivo y, de allí, surgió @latiendadelputas, la última creación de Putamente Poderosas. Según Claudia Coutin, “la idea es comercializar productos que hablen de las trabajadoras sexuales, que se inspiren de nuestra marca y de nuestra identidad, y que constituye una fuente suplementaria de ingresos para financiar nuevos proyectos que vayan surgiendo”.   

El colectivo sigue trabajando para dignificar la vida de las trabajadoras sexuales y mejorar sus condiciones. Se han identificado varias oportunidades de desarrollo y, por esta razón, continúan las campañas de financiamiento en sus redes sociales, que permitan alcanzar todos los objetivos. 

Si desean apoyar a Putamente Poderosas, les invitamos a consultar los siguientes enlaces:

Website : www.putamentepoderosas.com

Email : colectivoputamente@gmail.com

Instagram: @putamentepoderosas

Twitter : @PutamenteP