El pasado 24 de marzo, publicamos este artículo de Jean Dominique Michel, experto en estudios sanitarios:

https://www.pressenza.com/fr/2020/03/covid-19-fin-de-partie/

Este artículo largo y detallado, dirigido a los periodistas y a todos aquellos que buscaban información seria, invitaba principalmente a la reflexión y el discernimiento. Ha sido leído por más de un millón y medio de personas, traducido a varios idiomas y publicado en muchos medios y redes sociales. Sin embargo, fue completamente rechazado por los principales medios de comunicación.

Jean Dominique Michel, basado en su investigación y en valiosos datos, expuso en un artículo, preguntas que nos habíamos formulado en otro artículo del 20 de marzo:

https://www.pressenza.com/fr/2020/03/corona-corrida-tragedie-ou-opportunite-de-saut-de-conscience/

Desde entonces, la validez de ciertas afirmaciones ha sido demostrada por los mismos hechos. Y las estimaciones (consideradas fantasiosas) que hizo se confirmaron, –por ejemplo, de una tasa de mortalidad 10 veces menor al 3.5% anunciado, actualmente está establecida en 0.3%–. Aun así, no fue simplemente un punto de vista, sino un estudio y, sobre todo, una reflexión que nos permitió dudar de la información transmitida o notar la inmensa falta de información seria. Por lo que compartimos su llamado a la reflexión y discernimiento.

Aunque acordamos no hablar ni considerar en esta fase un «complot» o una intención deliberada en la creación de este virus, era necesario entenderlo. Lo que era perfecto era imposible y nos arrastró a callejones sin salida. Unas semanas después, vemos que el tratamiento de dicha pandemia fue un verdadero desastre, de mayor o menor magnitud según el país, y una gran manipulación por parte de los medios de comunicación.

Los medios públicos de comunicación están en manos de las autoridades y el resto pertenece a los multimillonarios. Ya no hay libertad de expresión y de investigación, o cada vez es menos, incluso en los países democráticos. Lo que tuvo como efecto que la pandemia sea más mediática que de salud.

Por lo que hoy sabemos, las características de la epidemia del Covid en términos de contagio, peligrosidad, letalidad son exactamente las mismas que tenemos cada año con influenza (gripe), ni más ni menos. Pero desde el principio, el tratamiento mediático lo convirtió en un fenómeno apocalíptico, generando terror y psicosis. La psicosis es una distorsión emocional y cognitiva que nos hace perder el contacto con la realidad.

Como consecuencia, de manera escandalosa y a pesar de los planes de preparación que han existido durante 20 años, las autoridades han implementado respuestas de salud contradictorias e incluso peligrosas; aún cuando todo confirma que las primeras medidas no fueron las correctas y que deberíamos volver atrás. Por otro lado, en todas partes ha surgido una «mentira estatal» generalizada sobre las mascarillas. Y nuestros países occidentales han demostrado una incapacidad total para manejar esta crisis: hay demasiada debilidad de pensamiento como para encontrar soluciones adecuadas. Es una decadencia ética, intelectual y filosófica total.

Sin embargo, vivimos en un mundo que podríamos abordarlo de manera científica y fenomenológica. Pero para esto, necesitamos debates y reunir las mejores habilidades sin intereses de por medio. Y, obviamente, ¡que no haya grandes falsificaciones! Hoy en día las revistas médicas y las compañías de estudio e investigación pertenecen a la industria farmacéutica.

Finalmente, sabemos desde hace más de diez años que la riqueza de los vínculos sociales tiene un gran impacto en la salud. En la pérdida del vínculo social, se instala un estado inflamatorio (a nivel físico el aumento de la citosina), y aumenta la angustia (estrés). Hemos aislado a cientos de miles de personas de manera permanente, creando un brote de citosina que aumenta el estado inflamatorio general del organismo y, en consecuencia, la peligrosidad del virus.

Compartimos con Jean-Dominique Michel nuestro deseo y nuestra esperanza de que la mayor inteligencia sea desarrollada para el servicio a la humanidad.

Pero nos gustaría agregar que la respuesta no puede ser solo intelectual, debe ser global: necesitamos un firme posicionamiento humanista para valorar las acciones solidarias, para resaltar los mejores sentimientos humanos; para dar a conocer cuán importante es el afecto y las muestras de afecto, y de hecho también ganar en pensamiento estructural e inteligencia.

No habrá una verdadera inteligencia sin la búsqueda de un significado que justifique nuestras vidas, nuestras dudas, nuestros inviernos y que también ilumine nuestros caminos. No habrá un futuro diferente sin un cambio profundo que ocurra en la experiencia de lo que nos une con los demás y nos pone en contacto con las profundidades de nuestra conciencia.

Ahora, escuchemos la intervención completa de Jean-Dominique Michel, que retoma la situación y describe, con datos como respaldo, un desastre sin precedentes. En el micrófono de Athle.ch, que orgullosamente luce el hashtag «¡obedece pero atrévete a pensar!».

Video “Anatomía de un desastre”:

El experto en salud pública Jean-Dominique Michel habla sobre la manipulación en torno al coronavirus.

29/04/2020. En el micrófono de Athle.ch

 

Nota:

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Traducción del francés por Maria Paula Alvarez