Ayer se cerró el sitio humanitario de la Piazza d’Armi, que albergaba a migrantes y personas sin hogar.

Tras el cierre del centro de ayuda, los sin hogar, inmigrantes y no inmigrantes, se trasladaron a Via Palazzo di Città donde acamparon frente al Municipio.

Pidieron una entrevista con la alcaldesa Appendino y garantías para un futuro que no los vea excluidos de sus derechos: casa, trabajo, condiciones dignas.

Esta fase 2 nos devuelve a una normalidad que ya no querríamos vivir: la normalidad de los excluidos, de los sin derechos.

¿Los tratamos con dignidad – era un dormitorio, que quede claro, pero mejor que nada – sólo porque temíamos que nos infectaran…?

En el Ayuntamiento se encuentra la inscripción: «Todo irá bien».

¿«Todo estará bien» también para esta gente?

¿Qué le pasará a este campamento? ¿Será evacuado por la fuerza? ¿Tal vez por la noche?

¿O bien alguien se hará cargo de estas personas para encontrar soluciones que les den su dignidad?

¿Pero no es realmente el trabajo de la política?

Mientras tanto, hay un debate en el Municipio.


Traducido del italiano por Estefany Zaldumbide