El dinero es un pedazo de papel. Se desgarra como el papel, se quema como el papel. No se puede comer, no se pueden envolver cosas en él, no se puede escribir en él. Es menos útil.
El dinero es una convención.
Es un acuerdo que, hasta hace poco, estaba vinculado a la presencia física de una riqueza hecha de un material, el oro. Un mito.
Hoy en día esta riqueza es ficticia, más teórica que real. Es una riqueza ligada a la deuda, al poder de unas personas cobre otras. Esto es el dinero en el sistema neoliberal. Otro mito.
El dinero es una convención aleatoria y teórica ligada a un mito de poder arbitrario. Ya ni siquiera es de papel, se ha convertido en bits. Su materialidad está desapareciendo, se está desmaterializando como muchas otras cosas en la era digital.
¿Somos todos esclavos de los bits teóricos que se manejan con avidez en el mundo tecnológicamente avanzado?
Esta crisis económica tiene que ser pagada por el poder financiero. Ustedes, los financieros, tienen que pagar por ello, ustedes, los directores generales de holdings eternamente hambrientos que buscan empresas para destrozar con sus afilados dientes, ustedes, los banqueros sin escrúpulos, ustedes, los cínicos jugadores de «multiplicar el dinero sin producir nada», ustedes, los propietarios de empresas gigantescas que roban datos sin pagar nada y los venden caros a los que quieren influir y manipular las opiniones de la gente. No la economía real, no la producción, no el comercio, no los servicios, no la gente que trabaja o busca trabajo.
La diversión también ha terminado para ustedes. La política, si se despierta y se libera, tendrá que pasarles las cuentas de esta crisis a ustedes.
Tendrán que crear el dinero que se necesita ahora para alimentar a la gente. El dinero que permitirá a los países reconstruir sus sistemas de atención de la salud. El dinero para que puedan convertir la producción y hacerla sostenible, para el medio ambiente y para la justicia social.
¿Acaso no les saldrá a cuenta? ¿No habrán ganado nada con esta espléndida crisis mundial? Ustedes, que siempre encuentran maneras de hacer dinero con las tragedias.
Tranquilos. Esta vez no perderán.
Hay que imprimir el dinero necesario, o mejor dicho, hacer que los números aparezcan en las cuentas de las personas. Técnicamente no es difícil, se trata de una decisión.
Pero… si das dinero sin esperar que te lo devuelvan con intereses… ¿cómo podrás luego explicar que era temporal, que no hay dinero para esto y aquello?
Esta vez no vamos a volver a la normalidad. Vamos a cambiar el paradigma.
Esta vez tendrán que devolver la miseria que han creado con su innoble forma de calcular el valor monetario de todo, desde el nacimiento hasta la muerte de un ser humano.
Más claro que esto…
Traduccion del italiano por Francesco Alimena