Adiós a una militante Siloísta.
Partió Mabel Rivera, “compañera siloísta hasta los huesos” fue de las primeras expresiones cuando se conoció la noticia.
Amigas y amigos siloístas que compartimos con Mabel gran parte del camino en el Movimiento Humanista, fuimos recordando a esa mujer militante, encaradora, generosa, tenaz, virtudes todas que significaron un valioso aporte a la hora de poner en marcha el Partido Humanista, sumada a la sensibilidad social que la caracterizaba.
“Generosa en el sentido de nunca esperar nada a cambio y en el gusto por compartir”, se dijo.
Recuerda una amiga…”cuando la conocí lo primero que observé fueron dos virtudes que se destacaban en ella: la capacidad de llevar la discusión de un tema con inteligencia, fortaleza y claridad, y la pasión con la que sostenía y fundamentaba sus puntos de vista”.
“Mabel y todos éramos muy chicos cuando nos conocimos…todavía nos sentíamos inmortales y ella se nos adelantó con los problemas de salud. Esa fue su marca, su identidad, su particularidad entre nosotros”.
“Compartimos una época muy activa, trabajo intenso y cantidad de afirmaciones”.
“Muchas veces nos dijo que esto iba a pasar. No le creíamos y hoy tuvo razón…”
“A pesar de la fragilidad de su salud, Mabel era incansable, inquieta y súper activa. Siempre disponible para poner en marcha una acción, para ayudar a otros o para aliviar el dolor ajeno”.
“Siempre estuvo. Frontal, sin dobleces…recuerdo las reuniones en su casa hasta altas horas de la madrugada, intercambiando, proyectando acciones para un mundo mejor…”
“Militante incondicional con el Partido, el Movimiento y con nuestra Doctrina”.
Así, uno a uno se fueron sumando testimonios de amigas y amigos: tenacidad, nobleza, solidaridad, fortaleza, pasión, eran algunas de las virtudes que la definían…
Para quien la conoció de cerca, será muy difícil olvidarla por su modo de ser y sus particulares virtudes.
Este breve escrito resume el sentir y el reconocimiento de muchos compañerxs de ruta, y contiene además los mejores deseos para su tránsito hacia otro espacio.
“Mi gratitud por tanto, Mabel querida. Tu Guía y tu Centro son uno en vos y te van llevando al Mejor Lugar…”
¡Buen viaje querida amiga!