Los burundeses votan para elegir a su nuevo presidente, diputados y concejales municipales, en medio de la pandemia de COVID-19 y al final de una ajustada campaña que genera temores de un resurgimiento de la violencia.
Los colegios electorales abrieron sus puertas este miércoles (20.05.2020) a las 06H00 (04H00 GMT) y cerrarán a las 16h00 (14H00 GMT).
Lo resultados provisorios se conocerán recién a partir del lunes o martes próximo, según la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI).
La elección marca el final de la era de Pierre Nkurunziza, líder del país desde 2005, y que no se presenta a la reelección.
Su candidatura para un controvertido tercer mandato en 2015 había sumido a su país en una gran crisis política que dejó al menos 1.200 muertos y condujo al éxodo de 400.000 personas.
Las elecciones presidenciales opondrán a su delfín designado, general Évariste Ndayishimiye, al jefe de la oposición, Agathon Rwasa.
A diferencia de Etiopía, que pospuso sus elecciones de agosto debido a la epidemia del nuevo coronavirus, el gobierno de Burundi ha elegido mantenerlos a toda costa.
Por lo tanto, Burundi no solo no impuso el confinamiento de sus aproximadamente 11 millones de habitantes, como lo hicieron algunos de sus vecinos, sino que la fiebre electoral dio lugar a la reunión de miles de personas sin medidas de distanciamiento social.
El gobierno, que aseguró al comienzo de la epidemia que el país estaba protegido por la «gracia divina», ha enumerado oficialmente 42 casos positivos, incluida una víctima fatal, pero los médicos lo acusan de minimizar el número de casos.
Las autoridades incluso expulsaron al equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) encargada de asesorar en el combate a la epidemia.