Este 1ero de abril del 2020, Estados Unidos registró en tan solo 24 horas 865 muertes debido al coronavirus COVID-19 (véase nota de prensa de Sudinfo- Bélgica), superando ya más de 5000 personas fallecidas registradas por las autoridades (véase nota de prensa de la BBC). Este 3 de abril, se reporta que murieron más de 1000 personas en Estados Unidos en las últimas 24 horas, elevando la cifra total a más de 6000 muertes (véase nota del Washington Post).
Las cifras de la pandemia en Estados Unidos con relación a las de otros Estados
Para tener idea de estos rangos con relación a otros Estados que llevan mucho más tiempo que Estados Unidos frente a la pandemia, España registró para esta misma fecha 950 muertes en 24 horas (véase nota de TVE), al tiempo que Italia registró 760 personas fallecidas (véase nota de Clarín), mientras que Francia reportó 471 muertes en las 24 horas siguientes (véase nota del HuffingtonPost).
A ello se suma el hecho que oficialmente, Estados Unidos registra más personas contaminadas que en Italia, en España y en China, con las siguientes cifras dadas a conocer por la Universidad Johns Hopkins (véase enlace oficial) al 1ero de abril: 213.374 personas contaminadas (Estados Unidos), contra 110.574 (Italia), 104.118 (España) y 82.361 (China).
Nótese la progresión en Estados Unidos si se compara estas cifras con las del 27 de marzo pasado, fecha en la que Estados Unidos superó a los demás Estados precitados, con 94.338 personas afectadas, seguido por Italia (86.498), China (81.897), y España (64.059).
Este 3 de abril, la cifra de personas contaminadas en Estados Unidos es de 273.880 personas, siempre según la misma precitada Universidad Johns Hopkins, la cual monitorea en tiempo real la situación a nivel mundial de la pandemia.
Perspectivas oficiales dadas por las autoridades norteamericanas
En declaraciones oficiales dadas por sus máximas autoridades este 1ero de abril, se estima a un número que oscila entre 100.000 y 240.000 las personas que fallecerán en Estados Unidos debido al coronavirus (véase nota de prensa del Washington Post): una proyección extremadamente sombría si se compara al número de personas fallecidas debido al COVID-19 en otros Estados que registra la Universidad Johns Hopkins antesmencionada al 1ero de abril, con las siguientes cifras: 13.155 (Italia), 9.387 (España), 3.193 (China) y 3.036 (Irán).
Remitimos a nuestros estimables lectores a la nota que elaboramos el pasado 24 de marzo, al advertir la Organización Mundial de la Salud (OMS) que Estados Unidos podría convertirse en el nuevo epicentro de la pandemia del COVID-19, declarada oficialmente como tal por la OMS el pasado 11 de marzo tan solo (véase nuestra nota titulada «OMS advierte nuevo epicentro del coronavirus: Estados Unidos«).
Como es sabido, el ordenamiento jurídico internacional deja un margen de apreciación bastante amplio a los Estados para adoptar medidas sanitarias en su territorio ante una pandemia. Es así como cada Estado ha ido analizando las medidas tomadas, en particular por China e Italia y por varios otros Estados, en particular en Asia, para replicarlas a nivel nacional, o bien optar por otra estrategia de contención de este coronavirus. Nótese, a modo de ejemplo, que las autoridades francesas optaron por mantener la realización de la primera vuelta de las elecciones municipales el pasado domingo 15 de marzo, pese a recomendaciones insistentes de científicos y de médicos solicitando reportarlas sine die; y que las escuelas, colegios y universidades funcionaron normalmente hasta el viernes 20 de marzo en todo el Reino Unido. Suecia por su parte, ha decidido no aplicar ninguna medida de distanciamiento social que se han ordenado en los demás Estados europeos (véase nota de France24).
La salud pública en Estados Unidos: una vulnerabilidad predecible
Cabe señalar que, en Estados Unidos, las medidas sanitarias ordenadas de manera improvisada en los aeropuertos causaron un verdadero caos en todas las terminales norteamericanas el pasado domingo 15 de marzo, colocando a una enorme cantidad de personas provenientes de diversas latitudes del planeta confinadas en espacios muy cerrados durante largas horas (véase nota de prensa del Washington Post). No se conoce de estudios que orienten a los investigadores sobre la cantidad de personas que pudieron haber sido contaminadas por el COVID-19 en Estados Unidos el 15 de marzo.
A diferencia de la situación existente en Estados como España, Francia o Italia, el sistema norteamericano de salud pública es sumamente deficiente. Al gran número de personas que no cuentan con ninguna cobertura médica en Estados Unidos, hay que añadir las carencias de todo tipo del sistema de salud pública norteamericano y el alto costo del cuidado médico: en el 2018, se calculó que el 44% de los norteamericanos evita ir a una cita médica (véase nota de prensa de Forbes).
Resulta de interés señalar que mientras que se cuenta con 6 camas en hospitales por cada 1000 habitantes en Francia, 3,2 en el caso de Italia, y 3 en el caso de España, en el caso de Estados Unidos, el promedio llega a 2,8 camas por cada 1000 habitantes.
A nivel mundial, en este gráfico (véase enlace oficial) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), aparecen también India (0,5 cama por 1000 habitantes), Costa Rica (con 1,1), Estados Unidos (2,8), España (3), Alemania (8), y al final de la tabla, Corea del Sur (12,3) y Japón (13,1 camas por cada 1000 habitantes): estos dos últimos Estados (así como Taiwán, y Singapur) han logrado contener significativamente el avance del coronavirus COVID-19 en su territorio, y las medidas que han ordenado de manera tempranera (y muy planificada) han generado mucho interés en otras latitudes.
A modo de conclusión
Como parte de la improvisación ante esta pandemia que impactará, según todo parece indicar, a Estados Unidos en proporciones mucho mayores a las observadas en otras latitudes, en este inicio del mes de abril la prensa francesa refiere al desvío de un importante pedido de máscaras chinas destinadas a Francia hacia Estados Unidos, el finiquito de la compra habiéndose negociado en el último momento, con dinero en efectivo, en la misma pista del aeropuerto chino (véase nota de prensa de l´Express y esta nota más reciente de Le Figaro).