Auroville 2046 es un relato breve que su autora y Pressenza ponen hoy a disposición de los lectores en 7 idiomas (español, portugués, francés, catalán, alemán, italiano e inglés). Para leer y compartir.
Este título hubiera sido mucho menos oportuno dos meses atrás. Hubiera parecido más lejano, un sencillo ejercicio de imaginación. Hoy, cuando millones de personas sentimos que el mundo que conocimos desaparece, esta expresión cobra un significado nuevo y nos enfrenta a un desafío inevitable.
El relato de Débora Nunes tiene como centro la ciudad experimental de Auroville que Mirra Alfassa, la “Madre”, fundara en la India a fines de los años 60 y que hoy es para muchos una referencia. Recorriendo partes de su historia, Débora va construyendo una ficción en la que proyecta hacia 2046 la eclosión del sistema mundial y lo que es más interesante, su paulatino reemplazo por una nueva escala de valores y una nueva organización social.
Sin entrar en detalles, anticipo que el libro propone Auroville como un modelo, una forma posible de vivir, de responder a lo que viene. Obviamente –como sucede con todo– la propuesta se podrá discutir, pero lo que me parece valioso, lo que creo valiente e importante es la convicción de que es posible imaginar un futuro más luminoso y proponerle a los demás construirlo, “co-construir un sueño” –dice Débora–. Construir colectivamente. Es una opción por la que muchos apostamos.
Todo parece indicar que la eclosión está más cerca de lo que Débora anticipaba. Del otro lado del aislamiento global sigue en pie un modo de vida integralmente violento y desequilibrado. ¿Vamos a seguir aceptándolo como inevitable? ¿Seguiremos aceptando la guerra y la pobreza de millones porque están lejos, la especulación financiera hasta que afecte nuestros ahorros, la necesidad del otro porque no es la nuestra? No me pregunto qué harán los dueños del poder, sino qué haremos nosotros con esta oportunidad personal y colectiva.
Yo creo que este breve libro es una advertencia, un llamado de atención, un aviso. Es una invitación a reflexionar, a hacernos cargo y actuar para cambiar el rumbo de las cosas cuando todavía disponemos de algún tiempo, no mucho. Es una invitación a escuchar sinceramente, a reconocer que ninguno de nosotros tiene la fórmula, que necesitamos construirla con otros, co-construir.
El libro plantea un esbozo, una posibilidad, un punto de partida para la discusión, el intercambio, la búsqueda de alternativas, la práctica de nuevas conductas personales y colectivas, una invitación a hacer realidad un mundo verdaderamente humano. ¿Por qué no juntar fuerzas en esa dirección? ¿Cómo no hacerlo?
Propongo aceptar la invitación y abrir el juego.
Carminda Mac Lorin (Canadá)
“Auroville, 2046 presenta una visión lúcida, al mismo tiempo grave y esperanzadora, de un futuro que no parece tan lejano. Una obra particularmente pertinente en la actualidad, que invita a creer en los vínculos que nos unen.”
Eduardo Neira (Perú)
“Luego del colapso total de la civilización moderna, ocurrido por la agudización del cambio climático y sus desastrosas consecuencias sobre la economía mundial, la vida de las ciudades y los hábitos de las personas, Débora Nunes nos propone, a través de su personaje Indra, un mundo nuevo, una sociedad utópica basada en los valores del cooperativismo, la solidaridad y la sostenibilidad ambiental. Un gran desenlace para todos aquellos que soñamos con un mundo mejor.”
Juanita Bermúdez (Nicaragua)
“Auroville 46″ es el sueño hecho realidad de todas personas que hemos luchado y seguimos luchando por un mundo más amigable en el que la buena voluntad y el bien estén por encima de la corrupción y los intereses de mezquinos gobernantes que envenenan el corazón de sus pueblos para que les sea permitido continuar gobernando a sus anchas. Un país en el que todos tengamos el derecho a discentir y que tus opiniones sean respetadas.”
Carlos Jara (Ecuador)
“Hemos llegado al 2046 y la humanidad no ha logrado evitar la agonía del Colapso civilizatorio. La mayoría de las sociedades no han conseguido autoorganizarse y construir culturas resilientes. El dominio de las concepciones mecanicistas, una globalización acelerada, una exagerada concentración de la riqueza, el poder de la banca y las finanzas, han continuado con el crecimiento económico ilimitado, el consumismo y la cosificación de la vida social. Y todo ello bajo la fuerza de la ciencia y tecnología corporativa, la informática, la militarización y el autoritarismo. Los cambios han sido muy rápidos e inciertos en las condiciones ambientales dando lugar al caos climático generalizado. La ética ha sido degradada al campo de la estupidez. En ese contexto, en Auroville, India, aún persiste ese rasgo cultural que nos hace buenos seres humanos: la solidaridad. Allí se viene construyendo, como en otras zonas, las bases de una nueva cultura planetaria. Es Indra, una mujer visionaria de sociedades responsables, colmada de inquietudes feministas, quien nos cautiva y convoca a imaginar un mundo nuevo. El cuento que nos regala Débora Nunes nos enternece y colma de esperanza, nos convence que la política ética es esencialmente proceso social participativo, y nos vuelve reverentes ante los místicos planetarios, como Indra, la Madre (Mirra Alfassa) y Sri Aurobindo. ¡Lindo!”
– Carlos Jara. Professor, escritor, comprometido con la justicia socioambiental. Quito, Ecuador
– Carminda Mac Lorin. Coorganizadora del Foro Social Mundial 2018. Québec, Canadá
– Eduardo Neira. Consultor de proyectos urbanos y ambientales. Lima, Perú
– Juanita Bermudez. Produtora cultural. Managua, Nicaragua
