Por Fernando Padila*
Según artículo del Diario electrónico El Mostrador del lunes 13 de abril: “Desde este lunes, los escolares se encuentran en vacaciones de invierno, una decisión que el Mineduc mantuvo a firme pese a la resistencia que despertó entre expertos, Colegio de Profesores, parlamentarios y alcaldes. De hecho, desde Educación 2020 sostuvieron que la suspensión se produce justo cuando «las escuelas a lo largo de todo el país, en esta situación estresante y demandante, estaban logrando pasar la etapa de ajuste de la educación a distancia”. El ministro del ramo volvió a justificar la medida, pero advirtió que la fecha barajada inicialmente para el retorno es incierta – anunciada hace un tiempo por el ministro del ramo para el 27 de abril de 2020.”
Dando muestras una vez más de una gran cantidad de medidas que hasta la fecha han sido suficientemente criticadas y se concluyen como erradas y cerradas a la participación colectiva, sobre todo de quiénes son voces autorizadas o interesadas en cada área (en este caso de educación el gremio profesional docente, los trabajadores de educación, apoderados, sostenedores, expertos y otros), para enfrentar de mejor manera la pandemia.
Utilizando como base la estadística emanada desde el ministerio de Salud (MINSAL) a la fecha del jueves 16-04-2020, se puede construir un cuadro muestral evolutivo de las regiones y del país del mes de abril 2020 en torno a casos nuevos, casos totales, % total con relación al país y fallecidos. Esto para poner de manifiesto las aseveraciones irresponsables y demagógicas del ministro de Educación en su momento, con relación a la fecha establecida en primera instancia para volver los escolares a clases en el país.
Entre los elementos de análisis e interpretación más importantes de este cuadro evolutivo de la pandemia en Chile durante el mes de abril 2020, podemos destacar respecto a casos nuevos de contagios que, lejos de todas las demás regiones y situándose en persistente aumento con mayores números, en la región Metropolitana la variabilidad ha aumentado en menos de 300% entre las fechas extremas; en la IX región (Wallmapu) después de bajar en las 2 fechas intermedias, en la fecha del 16 de abril se ha aumentado un poco más del 25% con relación al 1 de abril. Sin embargo, aparte de las dos anteriores, la mayoría de las regiones no experimenta aumento de casos o no son destacables numéricamente en la última fecha. Por último, se alinea con la región Metropolitana al observarse el nivel país, puesto que al 1 de abril se declaraban 293 casos nuevos, frente a 534 al 16 de abril; cuestión que representa una variabilidad entre ambas fechas con un incremento de alrededor de un 45% al 16 de abril.
En otro aspecto medido como los casos totales de contagios, en las regiones de efecto mayor de contagios, como en la región Metropolitana de un número inicial de 1.521 casos de contagios el 1 de abril, se ha llegado al 16 de abril con 4.682; reflejando un aumento de contagios de más de 200% en el período. En el caso de la segunda en número de contagios, en el Wallmapu, de 343 en la misma fecha inicial anterior, se ha llegado a 882 en la última fecha considerada; constituyendo un aumento de contagios de menos del 150% con relación a la fecha de comienzo del mes. En el caso del total país, al 1 de abril existían 3.031 personas contagiadas, informándose un total al 16 de abril de 8.807; es decir, un aumento porcentual de poco menos de 200% en este período. Asimismo, existen regiones del país con números coincidentes de casos mucho menores, con relación a su baja cantidad de población, como es el caso de Aysén que se mantuvo la mayoría del período con 7 contagios; por otro lado, la región de Atacama que comienza el mes con 3 contagios y llega al 16 de abril con 13 contagios, registrando un aumento de contagios del orden de más de 300%. Por último, la tendencia general de las regiones y en el país es al aumento de contagios- exceptuándose los casos de Atacama y de Aysén que se mantienen en 13 y 7 contagios, con los totales de población individuales muy menores comparadas con las otras regiones.
Con relación a fallecidos en este período seleccionado, nuevamente coinciden las cifras más relevantes en el caso de la región Metropolitana que de 5 víctimas del virus el 1 al 16 de abril aumenta considerablemente a 48, con un poco menos de 900% de progresión. También la sigue el Wallmapau que de 6 el 1 de abril sube el 6 a 21 fallecidos; con una variabilidad de poco menos de un 250% entre ambas fechas. A nivel nacional el 1 de abril habrían ocurrido 16 muertes que habrían subido a un total de 105 al 16 de abril; produciéndose un aumento muy importante de fallecidos en el país, acercándose al 600% en este período considerado.
Fuente: www.gob.cl/coronavirus/cifrasoficiales/
Con relación a las cifras anteriores, estas permiten concluir que no existe posibilidad que se avizore lo que se ha llamado un “aplanamiento de la pandemia” – refiriéndose a la persistencia en un tiempo de la suspensión del aumento de los índices que entrega la pandemia de fallecidos, atención de salud necesaria, número de contagios y otros. Aún más, estas nos muestran que se suceden los días y la pandemia aumenta persistentemente en sus efectos sobre la población y en casi todas las regiones del país.
A lo anterior, habría que agregar, según lo que revela la investigación realizada por Rafael I. González y Miguel Kiwi y publicada como artículo en CIPER el 16-04-2020, que en el caso de la pandemia “COVID-19: Chile no está aplanando la curva, la perdimos de vista” – según reza el mismo título. Debido fundamentalmente a la incapacidad de parte del gobierno hasta la fecha de realizar un número importante de test de covid-19 diariamente y que, además, se estaría muy por debajo de lo necesario, con el objetivo de mitigar sus efectos negativos, cuando se afirma en la columna que: “En esta detallada y clara columna sobre las estrategias para mitigar los efectos del COVID-19, los autores explican que la vía que sigue Chile requiere “un testeo de la población a gran escala, capaz de seguir el crecimiento del contagio de manera adecuada”. Si eso no se hace, advierten, podemos descubrir que fracasamos sólo cuando los enfermos graves colapsen el sistema. Debido a que no se hacen los testeos necesarios, parece que aplanamos la curva; pero no lo hacemos, dicen: desde fines de marzo no sabemos dónde está la curva de contagios.”
En contradicción con la misma estrategia elegida y que lleva a cabo el gobierno para mitigar los efectos de la pandemia, la que exige la ejecución de un gran número de test diarios – además de otras medidas que se observan en el país.
Sumamos a los fenómenos anteriores las situaciones críticas de aquell@s que han sido contagiad@s con el coronavirus y que deben ser atendid@s en situación extrema mediante ventiladores mecánicos. Este aparato tecnológico médico permite explicar que: “La ventilación mecánica es un tratamiento de soporte vital. Un ventilador mecánico es una máquina que ayuda a respirar cuando una persona no puede respirar en la medida suficiente por sus propios medios.”
Respecto a ello el medio La Tercera en su formato electrónico ya el 1 de abril titulaba: “Ventiladores mecánicos: El país está entre el 70% y 80% de capacidad de las máquinas, según intensivistas”. Dando cuenta de un informe de los médicos de unidades tratantes críticas del país, el que señalaba que: “Un autoreporte de los médicos de unidades críticas del país señala que, hasta anoche, los pacientes que requerían asistencia respiratoria por Covid-19 eran alrededor de 150, sin contar las otras patologías, lo que eleva la tasa de ocupación a más de un 70%. Asimismo, durante la mañana el ministro reportó que existen «240 respiradores disponibles en este momento.” Sumando otro dato referente al cuestionamiento de la adquisición de más ventiladores mecánicos necesarios en el país comprometidos por el gobierno: “El tema, más que el número de contagios o el “aplanamiento de la curva”, se ha vuelto una preocupación central en la Mesa Social Covid-19, y principalmente expuesto por el Colegio Médico (Colmed), luego de que el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, señalara que la totalidad de la compra de alrededor de 900 ventiladores “estarán a fines de mayo” en el país.”
De esta manera, el aumento de casos de la enfermedad y el requerimiento de ventiladores mecánicos necesarios y la incapacidad actual de no contar en el mediano plazo con ellos constituiría un factor más de agravamiento de la pandemia, sobre todo en la posibilidad de acrecentar el número de fallecidos por carencia de esta herramienta fundamental. En artículo del medio El Mostrador con fecha 10 de abril de 2020 se planteaba que: “Según consigna el medio Interferencia, que contó con la colaboración del consultor en infraestructura hospitalaria, Sergio Teke, Chile contaba -antes de la pandemia- con 1.229 ventiladores mecánicos para adultos provenientes del sistema público. Además, cuenta con 589 del ámbito privado. Sin embargo, no todos pueden ser destinados a la atención de pacientes con Covid-19, pues deben atender a la población que los necesita por otras razones. Por esta razón la tasa de ocupación normal es de 80%, por lo que está liberado solo el 20% de ellos, esto equivale a 246 para el sistema público y 118 para el privado.
Esta cantidad de respiradores, más los 64 nuevos que han llegado, son toda la dotación de la que dispone Chile, sumado a la partida de ventiladores por llegar más importante, que consta de 500 equipos donados por China. Sin embargo, y según el medio antes consignado, estos deben sortear varios obstáculos antes de arribar a Chile.”
Una vez desarrollados estos elementos argumentativos, se debe agregar además que hoy los interesados y parte del problema que se originó en la dictadura y que se profundizaron por 30 años de neoliberalismo salvaje en el país, son aquellos los interesados en la vuelta a clases de los escolares, sin observar o tener en cuenta los elementos descritos, además de muchos más – hablando del gobierno de derecha, el sistema político y empresarial del país.
También donde uno de los aspectos más vistosos fue la privatización y lucro de la educación, por medio de los sostenedores particulares subvencionados y partidarios también de esto. Lo que está asociado directamente a la mirada de hoy en día en el manejo de la pandemia del covid-19 que pone en el lugar principal a la economía por sobre la salud y la vida humana.
Sin embargo, el gremio docente, los propios profesores en general, junto con los trabajadores de la educación, los expertos en educación, los interesados directos que son los apoderados y otros, se han manifestado abierta y claramente ante la posibilidad de regreso a las actividades de la escuela por un tiempo más prolongado que lo que estimó inicialmente el ministro de Educación. Aún más, entre las voces, se plantea la no vuelta a clases en la escuela hasta el segundo semestre lectivo.
El gobierno, por su parte, ya ha puesto en duda la fecha inicial planteada para el regreso – puesta en duda semanas atrás hasta por la propia cartera de Salud.
Todos los relacionados directamente e indirectamente con el quehacer de la escuela y su realidad cotidiana son los conocedores de los peligros o riesgos de contagio objetivos entre l@s estudiantes. Ellos tienen absolutamente establecido y asumido que en la escuela cotidianamente deben producirse hechos o acciones de humanización entre l@s escolares, por ejemplo: El constituirse como observadores del diario juego de l@s alumn@s, de su abrazo, dada de manos y besos de saludo, su roce permanente y natural, su hablar, correr y comunicarse entre ell@s en el aula como en los pasillos y patios .
Estas constituyen prácticas o gestos de socialización propiamente humanas que hoy, paradojalmente por el coronavirus, generan un riesgo objetivo de contagio y de exponerl@s a l@s escolares a situaciones que l@s pueden llevar hasta la muerte.
Por lo tanto, hoy en día ejecutar políticas de Estado producidas por el gobierno, de cualquier tipo que impliquen el regreso de l@s estudiantes a sus aulas pueden constituir un atentado a los Derechos del Niñ@ establecidos por la ONU. Como por ejemplo ir en contra de: El interés superior del niñ@: cualquier decisión, ley, o política que pueda afectar a la infancia tiene que tener en cuenta qué es lo mejor para el niñ@; Derecho a atención y ayuda preferentes en caso de peligro; Derecho a ser protegid@ contra el abandono y trabajo infantil; entre otros.
*Profesor de Historia, Geografía y Educación Civica. Licenciado y Magíster en Educación