Pese a la creencia popular de que las diferentes rutas migratorias marítimas del Mediterráneo son las más pobladas del mundo, la Organización Internacional para las Migraciones desmontó ese mito y confirmó que, un año más, el trayecto más poblado es el de los migrantes africanos hacia Yemen.
De acuerdo con los datos recopilados por la Matriz de Seguimiento de Desplazamientos de la Organización Internacional para las Migraciones más de 138.000 personas cruzaron el año pasado el Golfo de Adén en dirección a Yemen, por los más de 110.000 que atravesaron el Mediterráneo durante el mismo periodo.
Esta cifra, donde la denominada “Ruta del Este u Oriental” predomina sobre la Mediterránea, se repitió por segundo año consecutivo ya que durante 2018 alcanzó las 150.000 personas.
Última estación: Arabia Saudita
Sin embargo, el destino final de alrededor del 90% de las personas que lograron llegar a Yemen no es quedarse en el país árabe sino continuar su periplo hasta Arabia Saudita. La inmensa mayoría de ellos – un 92%- procede de tres regiones rurales de Etiopía: Oromia, Amhara y Tigray.
«Si bien las tragedias ocurridas en las rutas del Mediterráneo están bien documentadas, a diario nuestro personal es testigo de los abusos que sufren los jóvenes del Cuerno de África a manos de contrabandistas y traficantes que explotan sus esperanzas de una vida mejor», dijo Mohammed Abdiker, director regional de la OIM para el Este y el Cuerno de África.
Paradójicamente, la migración en la Ruta Oriental no disminuyó pese a los cinco años de conflicto en Yemen. Aparentemente, los migrantes no sienten ningún tipo de intimidación por las estrictas políticas de inmigración en el Golfo para los migrantes indocumentados.
Testimonios en primera persona
«Para llegar a Yemen, nos amontonaron a unos 280 en un barco», manifestó un etíope de 32 años a la OIM en la ciudad yemení de Adén. «No había oxígeno, y algunas personas se suicidaron arrojándose al mar».
La OIM destaca que la mayoría de los afectados desconoce la situación de seguridad en Yemen donde sufren graves problemas de protección o abusos como secuestros, tortura, explotación y trata.
«Al llegar a Yemen, los contrabandistas nos retuvieron durante un mes», declaró un migrante etíope de 18 años. «Nos golpearon, torturaron, sufrimos abusos y nos amenazaron con pedir un rescate. Mi familia envió 900 dólares para salvarme la vida, por lo que me liberaron junto a otras personas que habían pagado».
Los contrabandistas y traficantes operan sus barcos desde la ciudad de Obock en Djibouti y la de Bosaso en Somalia. El año pasado, la mayoría de los migrantes -un 62%- llegó a la costa sur de Yemen desde Somalia. Para la mayoría de migrantes, la duración del viaje desde su hogar hasta Arabia Saudita puede durar algunos meses.
Acuerdo laboral entre Etiopía y Arabia Saudita
La OIM recordó que el medio de protección más eficaz para los migrantes es establecer vías legales para la migración y, del mismo modo, destacó como ejemplo el acuerdo logrado el año pasado entre Etiopía y Arabia Saudita, por el que se estableció un sistema de contratación de trabajadores domésticos, al que siguió una primera solicitud de 100.000 trabajadores.