Por Federico Paterno/Ancap
En el día de ayer se realizó en Plaza de Mayo un verdurazo y tractorazo encabezado por la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). Subidas en los tractores, las mujeres son la voz de las 15 mil familias sin acceso a la tierra. Bajo la consigna por un país solidario, se entregaron 20 mil kilos de verdura a quienes se acercaron a la plaza. La mayoría de los y las protagonistas que se acercaron eran jubilados, lo que marca también hoy su situación económica. Esta jornada fue en contraposición a los cuatros días de lockout patronal de los grandes dueños de las tierras de nuestro país, que reclaman un freno en el incremento de las retenciones del 30% al 33% en la soja. Otras organizaciones campesinas también acompañaron la actividad de ayer: el Frente Nacional Campesino, la Vía Campesina, Federación de Cooperativas Federadas (FECOFE) y el Movimiento Nacional Campesino Indígena.
Nahuel Levaggi es el coordinador nacional de la UTT y comentó en la jornada: «Este paro del campo son los sectores concentrados que defienden sus privilegios, por eso bregamos por un país solidario, con medidas redistributivas, como son estos aumentos de 3 puntos a las retenciones de la soja. Por un lado fortalecemos la necesidad de avanzar en esas medidas y en la agenda de los pequeños productores como son los mercados locales, los créditos blandos, y sobre todo el acceso a la tierra, necesitamos el avance de la ley de acceso a la tierra por parte de los pequeños productores. Precisamos que el gobierno avance en medidas concretas como el proceso de avance hacia la agroecología».
La UTT tiene un modo de trabajo donde las colonias agrícolas juegan un rol importante para la producción. Hace siete años estas colonias de abastecimiento urbano son un hecho consumado, lo que significa un crecimiento de la producción agroecológica. Actualmente, el 1,08% de las fincas (2473) concentra el 36,4% de la tierra (57 millones de hectáreas. Propiedades de más de 10.000 hectáreas), según se advierte en el décimo tercer y último Censo Nacional Agropecuario (CNA).
De los datos más destacados a tener en cuenta en esta puja del campo que no quiere ceder un 3% en retenciones, es que actualmente las explotaciones agropecuarias menores a 100 hectáreas son el 54,6 del total (125.023 fincas), con sólo el 2,25 de la tierra (3,5 millones de hectáreas). La tierra está en muy pocas manos. Por esto es fundamental lo que refiere Levaggi, al reclamar al gobierno de turno un compromiso serio con el avance de la ley de acceso a la tierra. Gran parte de los productores y productoras deben alquilar las tierras para trabajarlas. Según informan desde la organización, el 80% de los productores deben arrendar la tierra para llevar los alimentos a las mesas de cada familia.
Un dato para destacar, en esta posición dura que tomó el campo que tanto se enriqueció con el gobierno de Mauricio Macri, indica que la suba de tres puntos a la soja aumenta el beneficio en otros 24 cultivos, y a las economías regionales que se les rebajan los derechos de exportación.
Hay otro campo que alimenta y es el de las organizaciones de pequeños y pequeñas productoras, junto a las organizaciones campesinas que buscan una matriz de producción agroecológica, sin fumigaciones con agrotóxicos, sin avionetas que rocían con venenos las escuelas. El campo que hoy lleva adelante el paro de terratenientes, no puede dejar de lado que son el sector al que mejor le fue durante el gobierno de la alianza Cambiemos, con la gran suba del dólar que colaboró en sus ganancias. Hay otro campo y el gobierno debe escuchar sus reclamos.