por Aram Aharonian
Lejos de los Sebastián Piñera, Martín Vizcarra y Jeanine Áñez -y sobre todo de Donald Trump y Luis Almagro- 64 agrupaciones de Chile, Perú y Bolivia de ascendencia Aymara, festejaron durante tres días, en Arica, la ciudad más septentrional de Chile que alguna vez perteneció al Perú, el Carnaval Andino Con la Fuerza del Sol Arica 2020
El viernes durante la inauguración del festival multicultural -organizado por la Municipalidad de Arica, la Confraternidad de Bailes Andinos, Inti Cha’mampi y la Federación de la Cultura y las Artes Indígenas Kimsa Suyu- los presentadores de la jornada señalaron que se trataba de una actividad social, y condenaron la represión del gobierno al estallido social, las violaciones de los derechos humanos y exigieron la liberación de los presos políticos y detenidos por protestar.
El mismo día, la Comparsa Tumba Carnaval, agrupación conformada por afrodescendientes de esta ciudad del norte chileno, bailó al compás de “Un violador en tu camino” del colectivo Las Tesis en medio de su presentación.
Con mujeres vestidas de blanco y un pañuelo rojo, vociferaron el cántico feminista que repudia la violencia y el machismo, lo que fue destacado en redes sociales debido al contexto que atraviesa el movimiento y que está a vísperas del 8 de marzo (8M), instancia donde las manifestaciones feministas han sido altamente conglomeradas.
La historia de guerra, confrontación de gobiernos entre 1879 y 1884 en beneficio de empresas explotadoras del salitre, no impide la reunión aymara. La guerra del Pacífico, la guerra del Salitre, enfrentó a Chile contra los aliados Perú y Bolivia. La guerra se desarrolló en el océano Pacífico, en el desierto de Atacama y en las serranías y valles peruanos.
Desde el Museo Arqueológico de San Miguel de Azapa, de la ariqueña Universidad de Tarapacá, las momias de Chinchorro dan fe de una cultura milenaria, que practicó la momificación artificial dos mil años antes que los egipcios. Era un pueblo sedentario, que vivió hace 5000 años en el litoral del desierto de Atacama y explotó el mar para subsistir.
El cierre del Carnaval estuvo a cargo de los comparsas locales, que sacaron todo su repertorio de lucha contra la represión del gobierno, por una nueva constitución para todos los chilenos y por el respeto a los pueblos originarios.
El Cuerpo de Bomberos de Arica agradeció la donación realizada por la Comisión Organizadora del Carnaval Andino luego que ésta decidiera suspender la competencia y transformar la fiesta en un carnaval social. «Es una decisión bastante sabia en medio del contexto social que estamos viviendo, el Carnaval es un ícono de la ciudad, es una acción social», señaló el Alcalde de la ciudad, Gerardo Espíndola Rojas.
Tres días de desfiles de comparsas. Tres días con el pueblo ariqueño -y los visitantes de ciudades chilenas, peruanas y bolivianas- en las calles, disfrutando su fiesta de la whipala. El lunes termina el Carnaval y regresa la lucha, como en cada ciudad de Chile.