«Si los #huarpes exigen un porcentaje de agua que les corresponde para seguir vivos, se tiene que recortar un porcentaje de agua que se dejan los #empresarios vitivinícolas»
Entrevista a Mauricio Nillian, #docenteintercultural mapuche, director de la Universidad Popular Originaria (#UPO) de #Mendoza
A continuación comparto cuatro puntos fundamentales para entender la actualidad de la problemática del agua en #Mendoza, contemplados desde una perspectiva originaria. Estos fragmentos se extraen de una entrevista realizada a Naguil Antu luego de participar conjuntamente en una conferencia sobre identidad(es) y saberes ancestrales en la ciudad.
Kiñe | Uno
El río no está sólo. Mantiene una relación de simbiosis con otros elementos de la naturaleza que lo regulan
“Uno de los grandes centros de poder que tiene esta región pareciera ser el #Aconcagua, que es la cumbre de los #Andes más altas del continente. Esta cumbre tiene una energía especial. Es como ir a una zona de volcanes. Siempre hay una fuerza telúrica que es la que domina y es la que muchas veces da nombre a nuestros ancestros. Por lo tanto, nadie podría tener una comunidad originaria en estos rincones (así como del otro lado, lo que hoy es conocido como el Valle del Aconcagua, en #NguluMapu). Los huarpes nunca se ubicaron de forma estable en donde hoy está construido el centro o el microcentro de la capital de Mendoza. Eso lo hizo el blanco. Fundó una ciudad donde los huarpes sabían que no era apto para la vida, para la vida resguardada. Acá hay mucho temblor, mucho aluvión. Incluso hay zonas donde está prohibido construir edificaciones. En todas las zonas del oeste está prohibido construir a más de tres pisos, a lo sumo una casa o algo de tres pisos. Sin embargo, la zona está llena de edificios. Han empezado a construir barrios privados y ya no respetan nada. Entonces el hombre blanco ha ocupado y violentado todos los espacios; todos los espacios y las fuerzas que acá habitan. ¡Está todo el territorio en peligro! Mendoza es una ciudad propensa a terremotos, cataclismos y erupciones volcánicas. El hombre no tiene tecnología para enfrentar esos poderes. La tierra se ha encargado de tirar Mendoza abajo. Destruyó toda la ciudad. Y no conforme con ello la vuelven a reconstruir un poco más acá donde hay más fallas geológicas y borras; es decir, se construyó la ciudad sobre tierra suelta.»
Epu | Dos
La instalación de diques y la contaminación de los afluentes de agua dulce como acciones fundantes del exterminio del Pueblo Nación Huarpe
«Los primeros diques que se empezaron a construir condenaron la extinción del pueblo huarpe, que para poder subsistir y existir tuvieron que empezar a migrar del desierto a la ciudad de Mendoza. Esa es la única alternativa que le ha quedado a este pueblo. Abandonar el desierto, porque ya no hay cursos de ríos que alimenten los lagos donde ellos se abastecían de peces, desde donde se podía extraer agua para cultivos y desde donde se podían recolectar frutos en abundancia para poder vivir. ¡Era un gran oasis! Ese gran oasis hoy día es barro y mosquitos. Y cuesta mucho sacar agua porque la poca agua que llega, llega contaminada por el blanco. ¡Son desagües cloacales! En este contexto, es imposible que el pueblo huarpe pueda pensar que el agua pueda ser protegida por una ley. La #7722 que es el gran conflicto por estos días –todavía se mantiene– ha sido tomada como un triunfo, pero el pueblo huarpe es el menos beneficiado por esa ley, porque allá (en las #LagunasdeGuanacache) lo que llega es cianuro; cianuro de la minera Gold de San Juan. Concretamente hay un curso de río que pasa por estas lagunas (de Guanacache) y las alimenta con cianuro de los derrames que ha habido y que han sido atroces. Por otro lado, los sistemas de regadío de uva (porque acá se produce vino) llevan contaminantes en el agua y también van a parar a esa zona. Es decir, hay una muerte anunciada primero por los diques y segundo por los pocos cursos que han quedado para esa zona ya que están todos contaminados. El pueblo huarpe representa a personas que están matando por goteo. Es el exterminio de un pueblo.»
Küla | Tres
«Dentro del derecho al agua está el derecho a la preexistencia de los pueblos indígenas»
«Hablar del derecho al agua, hablar del derecho humano al agua, como hablan hoy día los académicos que se enfrentan a estos proyectos mineros internacionales –con los políticos que tenemos de turno–, significa evitar hablar de que dentro del derecho al agua está el derecho a la preexistencia de los pueblos indígenas. ¡No asocian! Es como si tuvieran un delay y les fuera imposible entender que el derecho al agua, el primer derecho al agua, es dejar que los cursos de río tengan una proporción acorde a lo que hoy se conoce como impacto ambiental. Si vos construís un dique, debes dejar transitar un porcentaje determinado de agua para no romper todo un sistema ecológico que vive de eso. Es mentira lo que dicen los académicos cuando se rajan las vestiduras afirmando: «¡No queremos #mineras contaminantes!» ¡Es mentira! Porque sí quieren un exterminio de seres humanos a cambio de que a vos te permitan abrir la canilla y no salga cianuro. Es ese doble juego discursivo lo que hace que hoy día nosotros, los originarios que miramos al mundo desde otra perspectiva, no nos sentimos contenidos por las asambleas de lucha por el agua, porque es una lucha por el agua para ellos; la lucha por el agua para el blanco. ¡No les importa el indio! Ellos prefieren que se siga produciendo vino y que no suelten un mayor porcentaje de agua para los huarpes y tener que, de esta forma, recortar la producción de vino. Los diques se hicieron para que la provincia sea una #provinciavitivinícola. Es la principal provincia en el planeta productora de vino. Si los huarpes piden un porcentaje de agua que les corresponde para seguir vivos, se tiene que recortar un porcentaje de agua que se dejan los empresarios vitivinícolas. Y eso nadie lo está planteando. A nadie se le ocurre pensar que el derecho al #agua es mucho más amplio que abrir la canilla en la ciudad. Hay gente en el campo que está sufriendo la muerte lenta y a ellos no les interesa.»
Meli | Cuatro
Exigir agua para los blancos en detrimento de una asamblea con derechos para los pueblos
«Los primeros sistemas de regadío de agua los construyeron los huarpes. ‘Tecnología indígena’, dicen los manuales. Y después simplemente los españoles aprovecharon ese modelo para seguir produciendo un sistema agrícola. La ciudad está instalada, emplazada en un modelo que tiene distintas escalas en donde el agua se cruza alimentando el curso de agua de los árboles de las plazas, y a la vez los sistema de agua para la ciudad. El #pueblohuarpe debería ser un invitado de gala de las asambleas por el agua. Éstas no deberían decir: «¡vengan y sumense a lo que nosotros determinamos!». «¡Traigan sus propuestas e incorporense!» No se la contempla como una comunidad independiente, autónoma y preexistente a la asamblea por el agua. Si el Estado no lo hace, no incluye a las naciones preexistentes en un modelo de cogobierno de sus territorios, con autonomía, uno ve que para abajo, incluso a nivel social y popular, muchas entidades funcionan de la misma forma. Niegan la existencia de seres que están hace muchos años antes que ellos, y a quien se le ha violado todos los derechos. Si se sigue reproduciendo el modelo estatal, obviamente que las asambleas por el agua están velando por el agua del blanco. No les interesa darles a los indios un espacio de poder en igualdad, que podría ser, en definitiva, la fundación de las asambleas de los pueblos. Son varias naciones las que habitan acá, no una sola, la criolla. Hay otras naciones: la Nación Coya, la #NaciónHuarpe, la Nación Mapuche. ¡Son históricas! Estaban antes que se formara Mendoza. El Estado no lo reconoce, pero exijámoslo a las organizaciones populares. Ese debate se tienen que dar a nivel popular y ahora con estas asambleas por el agua para los blancos –así le agregaría yo– tienen que abrirse y transformarse en una asamblea de los pueblos, por el derecho de los pueblos al agua. Y ahí ya cambia el modelo porque ahí los pueblos tienen autonomía y derechos para tomar decisiones y traer esas propuestas en un pliego en la cual se pueda mancomunar consignas: no contaminar el agua con cianuro, pero permitir también el porcentaje de agua necesario que garantice la vida de los cursos de rio, todo el macromundo que vive ahí para que, finalmente, las lagunas vuelvan a reflorecer con agua dulce.»