Cuando se habla de brecha social, de élites, de privilegios a los que acceden unos pocos, normalmente se piensa en gente de derecha, empresarios o políticos vinculados al gobierno de Piñera. Pero no es así. Parece ser una práctica corriente en cualquiera que ejerza de autoridad.
En el sector rural chileno de Lo Marín de Caleu se encuentran dos propiedades; una perteneciente al ex Presidente de la República, el socialista Ricardo Lagos, y otra que es de su hijo, el senador Lagos Weber, también de la izquierda renovada concertacionista.
Este fin de semana, un reportaje de Ciper reveló que no se han pagado las contribuciones de ninguna de las dos propiedades correspondientes a 29 años una, y 16 años la otra, ambas utilizadas como casas de veraneo.
De acuerdo con el citado reportaje, ninguna de las dos propiedades cuenta con el certificado de recepción final de obras, y puesto que el uso de suelo de los terrenos está calificado como agrícola, las casas no resultan sujetas al pago de los correspondientes impuestos.
Además, el domicilio del senador Lagos Weber no cuenta siquiera con permiso de edificación, pues los trámites fueron iniciados para regularizar su situación a mediados del año 2019, después de que se revelara la información de que el Presidente Sebastián Piñera llevaba más de 30 años sin pagar las contribuciones por su propiedad a orillas del lago Caburgua.
Consultados al respecto, el ex Presidente declaró que “efectivamente no fui diligente para regularizar esa edificación. En 2001 abordamos nuevamente el tema de la recepción municipal, pero ello no prosperó y fue un error no haber perseverado. Actualmente estamos en proceso de regularización y espero que esto concluya de manera exitosa prontamente“, sostuvo Ricardo Lagos.
Por su parte, el senador Lagos Weber afirmó que cometió “una negligencia inexcusable al no haber regularizado la construcción a su debido momento”, y que en sus declaraciones de patrimonio ha sido transparente con la construcción de la casa. “En las declaraciones de patrimonio pertinentes he declarado la existencia del terreno primero y luego se agregó la construcción de la casa. El terreno está exento del pago de contribuciones”, sostuvo. “Una vez concluido el proceso de regularización de la construcción y definiéndose un nuevo avalúo asumiré las obligaciones que correspondan“, finalizó el parlamentario.