¿Quién era Qassem Soleimani?
Para entender quién era Soleimani, necesitamos unas cuantas premisas.
Ali Jamenei es la figura político-religiosa más importante de Irán, es el hombre más poderoso de Irán, pero no es un cargo electivo democrático, en el sentido de que no es elegido a través de votos políticos. Es el guía supremo, electo por un «consejo de expertos» compuesto por 88 miembros.
No tiene que rendir cuentas a las instituciones iraníes, sino que son las instituciones las que tienen que rendirle cuentas a él.
Es un «dictador religioso», tiene el aparato político y militar de Irán. Además, es capaz de disponer oficialmente de enormes recursos económicos, gestionados completamente fuera del control del gobierno electivo iraní.
Para entender los hechos relativos al asesinato de Soleimani es importante entender la estructura del aparato militar de Irán.
En el ejército regular iraní Artesh, bajo el régimen de Ruholá Jomeini, muchos de los oficiales que estaban al mando antes de la revolución han sido reemplazados gradualmente. Algunos murieron en circunstancias sospechosas, vinculadas a oficiales leales al Ayatolá.
Durante la guerra contra Irak, se formaron cuerpos de combatientes voluntarios, que más tarde dieron origen a un verdadero ejército paralelo: el Sepah.
El Sepah es el ejército del Pasdaran (o Guardia Revolucionaria) y no responde a ninguna institución iraní: depende exclusivamente del «guía supremo», que en la actualidad es el Ayatolá Jamenei.
Soleimani era un Pasdar (Guardián Revolucionario). De hecho, luchó como voluntario en Irak en la guerra de ocho años contra el Irak de Saddam Hussein.
Un departamento del Sepah que opera fuera de las fronteras iraníes se llama Quds y opera en varios países de Oriente Medio: Siria, Líbano, Yemen, Irak, Afganistán, etc… en definitiva, el Quds es una especie de agencia iraní que tiene la misión de funcionar en países extranjeros.
Soleimani era el comandante de los Quds.
El Sepah es muy fiel a la dirección suprema, lo que hace posible que tenga una financiación mucho mayor que el ejército regular.
El Quds es, a todos los efectos, un centro de poder que opera más allá de cualquier control que no sea el de Jamenei; durante el período de las sanciones, las eludió y las explotó en su propio beneficio, y ha operado de manera independiente vendiendo petróleo y realizando diversos tipos de tráfico.
Sepah también tiene un eficiente departamento que se ocupa de la «cultura» (de hecho, la propaganda). Controlan los medios de comunicación y tenemos la intensa sospecha de que utilizan, entre otras cosas, iniciativas culturales para crear fondos negros inflando los costos.
Las iniciativas culturales como la producción de películas, exposiciones, etc. también se exportan al extranjero.
La contigüidad con los círculos religiosos del poder iraní le da a Sepah un poder prácticamente ilimitado. Además tienen un departamento de servicio secreto que opera en el territorio nacional y que no responde a ningún ministerio iraní. Posee sus propias estructuras carcelarias, gestionadas fuera de cualquier control institucional.
Otra forma de ejercicio del poder que utiliza Sepah es el control del agua: este recurso, siendo Irán un territorio predominantemente desértico, es muy valioso. Sepah puede decidir a quién suministrársela y posiblemente venderla si es conveniente. Por ejemplo, ha vendido extraoficialmente agua a Irak, a pesar de que Irán está bajo sanciones y en tiempos de sequía. Esto ha permitido a Irán ganar poder en Irak.
Irán hace grandes inversiones extranjeras, y tenemos una fuerte sospecha de que están hechas para fines propagandísticos. Por ejemplo, ha construido hospitales, restando recursos a un país donde la gente ha estado viviendo en una situación económica difícil durante muchos años.
¿Cuándo y por qué Soleimani se convirtió en comandante de los Quds?
Bajo la presidencia de Mohammad Jatami, en los primeros días de julio de 2003, los estudiantes de la Universidad de Teherán convocaron una huelga ocupando la universidad. Tras dos días de ocupación Soleimani irumpió con ella con un grupo de Pasdaran, reprimiendo violentamente la protesta y causando la muerte de muchos estudiantes. Otros estudiantes «desaparecieron» después del arresto: todavía hoy las familias no saben qué pasó con sus hijos.
El ascenso al poder de Soleimani comenzó a partir de ese episodio, y más tarde se ganó la confianza de Jamenei hasta el punto de que el Ayatolá lo consideró «su mano derecha».
Cuando comenzó el levantamiento sirio contra el régimen en 2011, Assad, que quería suprimir las manifestaciones por todos los medios, fue ayudado por Irán. Jamenei envió a Soleimani para ayudar al dictador sirio en la violenta y sangrienta represión de la disidencia.
Para Irán, Siria es un socio estratégicamente importante, ya que limita con Israel y el Líbano. En una Siria desestabilizada, en la que el Irán es un actor importante, se han creado de hecho las condiciones para el desarrollo de Daesh.
Pero Soleimani luchó contra Daesh.
La situación es más compleja: siendo un chiíta y aliado de Asad, Soleimani luchó contra Daesh, pero su papel en Siria antes del nacimiento del califato islámico fue uno de los factores determinantes en la creación de las condiciones de desestabilización de la zona que más tarde favorecieron la constitución de Daesh.
¿Cuál fue su papel en el Medio Oriente?
Uno de los hechos más emblemáticos que hemos podido observar al respecto en estos días es que la hija de Soleimani, en su funeral, utilizó la frase «mis queridos tíos» tanto en un sentido familiar como respetuoso, mencionando a Bashar al-Assad, Hassan Nasrallah (el líder de Hezbolá), y a los líderes libaneses Ziad al-Najala e Ismail Haniya.
Por lo tanto, Soleimani tenía relaciones muy consolidadas con todas las organizaciones fundamentalistas islámicas chiítas del Medio Oriente: esto de acuerdo al proyecto iraní de extender la revolución islámica más allá de las fronteras, un proyecto muy querido por Jamenei (como heredero «espiritual» de Jomeini) con quien Soleimani, dada también su profunda radicalización religiosa, tenía una relación casi filial de total confianza mutua.
Cabe señalar que Abdul Reza Shahlai, jefe de la milicia iraní pro-iraní en Yemen, casi compartió el destino de su contacto iraní, escapando del intento estadounidense de asesinarlo junto a Soleimani.
No sólo eso, gracias a la relación privilegiada con Jamenei, Soleimani pudo tener un contacto directo, fuera de los canales diplomáticos institucionales iraníes, con los gobiernos con los que Irán tenía relaciones diplomáticas y comerciales.
¿Cómo era vista su figura en Irán?
Ciertamente tuvo un papel protagónico: era una figura central en la estrategia política, diplomática, militar y de inteligencia iraní, y también supervisaba la compra de armamentos.
Se hizo una propaganda muy agresiva y bien financiada a su favor, con el objetivo de convertirlo en un héroe nacional.
¿Podría haberse convertido en Presidente de Irán?
No hay partidos políticos en Irán. Las diferencias «políticas» se refieren a si se está o no a favor de Jamenei.
Es probable que entre los partidarios de Jamenei existiera esta idea y la propaganda a su favor también podría haber sido una estrategia en este sentido.
¿Qué piensas de su asesinato?
Trump, cuando habla de Soleimani y lo clasifica como terrorista, no se equivoca: como he explicado, tenía relaciones con todos los grupos fundamentalistas chiítas del Medio Oriente, y fue quizás el principal perpetrador (a menudo sangriento) de un extenso proceso de radicalización islámica chiíta dirigido por Irán en un territorio muy amplio (Medio Oriente, el Golfo Pérsico, África). Sin embargo, tendria que haber sido juzgado por sus crímenes, no ejecutado. (Nota del entrevistador: y en esto estoy totalmente de acuerdo con la Sra. Bahrami)
¿Será su muerte un problema para el proyecto hegemónico de Irán?
El sustituto designado en su lugar no es ciertamente tan carismático como él, sin embargo, se ha invertido mucho en esta idea, se ha hecho mucha propaganda, se ha ejercido un control cultural férreo, es difícil pensar que Jamenei abandonará este proyecto simplemente porque «su mano derecha» ha desaparecido.
¿Qué estaba haciendo en Irak?
Uno de los líderes de Hashad al-Shaabi (milicia iraquí fundamentalista chiíta), Shibl al-Zaidi, murió con Soleimani en el mismo coche atacado con aviones no tripulados.
El miércoles 27 de noviembre, los iraquíes, que desde hace tiempo se manifiestan contra la influencia de Irán en Irak, atacaron el consulado iraní en Najaf, quemando fotos de Khamanei, entre otras cosas. La protesta fue muy dura, hasta el punto de que se decretó un toque de queda en la ciudad.
El 31 de diciembre la embajada estadounidense en Bagdad fue atacada, en las paredes se escriben frases de alabanza a Soleimani, firmadas por seguidores de Hashad al-Shaabi.
En septiembre de 2019 fueron atacados dos importantes recursos petrolíferos saudíes. Irán, aunque siempre lo ha negado, es el principal sospechoso de ser el responsable de este ataque, y la tensión entre Irán y Arabia Saudita es muy alta.
Sin embargo, la razón expresada por el gobierno iraquí sobre la presencia de Soleimani en Bagdad podría estar más motivada por el intento de no alimentar el ahora exasperado descontento del pueblo iraquí hacia Irán y, al mismo tiempo, no antagonizar al temido Irán, que por la verdadera razón de la presencia del general iraní en la capital iraquí.
Los disidentes iraquíes no dicen «no queremos a los estadounidenses», dicen «no queremos a los iraníes», mientras que en Irán sí están en contra de los estadounidenses. Es probable que Jamenei se preocupara por la situación y enviara a Soleimani a Bagdad para tratar de manejarla, y es igualmente concebible que su llegada inmediatamente después del ataque a la embajada de Estados Unidos por un grupo fundamentalista chiíta, del que se sabe que está armado, financiado y entrenado por los Quds, no fuera en absoluto accidental.
¿Cómo afecta la muerte de Soleimani a la oposición al régimen de Jamenei?
Las manifestaciones han comenzado de nuevo. Los manifestantes toman las calles contra el «dictador Jamenei», pidiendo la libertad del régimen fundamentalista religioso. El detonante que hizo que los iraníes volvieran a las calles fue la admisión del derribo por error del avión ucraniano, cuyos pasajeros eran casi todos iraníes.
Por lo tanto, el asesinato de Soleimani por parte de Estados Unidos no contribuyó a que se intensificara el orgullo nacionalista: las protestas continúan.
¿Por qué la respuesta de Irán ha sido, a fin de cuentas, tan débil?
Hay dos teorías: una política, que Irán no podía no haber respondido, por razones políticas internas, pero al mismo tiempo tampoco podía antagonizar con Irak llevando a cabo un ataque sin advertir a su gobierno: eso habría sido, en la práctica, un acto de guerra. Además, el aumento del precio del petróleo crudo provocado por la crisis le benefició.
La otra teoría es que Irán no tiene los recursos para dar respuestas militares más destructivas.
¿Puede darnos brevemente su opinión sobre la situación actual en Irán?
Irán es a todos los efectos un estado islámico, similar a Daesh. Una Isis chiíta con armas y petróleo que, invocando el nombre de Dios, representa un peligro para su pueblo y para los países de esa zona.
Traducido del italiano por Estefany Zaldumbide