Una tarea importante de cualquier presidente de los Estados Unidos es proponer un presupuesto anual al Congreso. ¿No debería ser una tarea básica de todo candidato a la presidencia proponer uno al público? ¿No es un presupuesto un documento crítico, moral y político que describe qué parte de nuestro tesoro público debería ir a la educación o a la protección del medio ambiente o a la guerra?

El esquema básico de dicho presupuesto podría consistir en una lista o un gráfico circular que comunicase – en cantidades y/o porcentajes en dólares – a donde debería destinarse el gasto gubernamental. Me resulta impactante que los candidatos presidenciales no elaboren esto.

Hasta donde he podido determinar, aunque es tan absurdo que parece improbable, ningún candidato no titular a la presidencia de los Estados Unidos ha producido nunca ni siquiera el esquema más aproximado de un proyecto de presupuesto, y ningún moderador de debate o medio de comunicación importante ha pedido públicamente uno.

En este momento hay candidatos que proponen cambios importantes en la educación, la salud, el medio ambiente y el gasto militar. Sin embargo, las cifras siguen siendo vagas e inconexas. ¿Cuánto, o qué porcentaje, quieren gastar y en qué áreas?

A algunos candidatos también les gustaría crear un plan de ingresos e impuestos. «¿Dónde recaudarán el dinero?» es una pregunta tan importante como «¿En qué áreas gastarán el dinero?» Pero «¿En qué áreas gastarán el dinero?» parece una pregunta básica que debería realizarse a cualquier candidato.

El Tesoro de los Estados Unidos distingue tres tipos de gastos gubernamentales. El mayor es el gasto obligatorio. Este se compone en gran parte de la Seguridad Social, Medicare y Medicaid, pero también de la atención a los veteranos y otros puntos. El más pequeño de los tres tipos es el interés sobre la deuda. En medio está la categoría llamada gasto discrecional. Este es el gasto que el Congreso decide cómo emplear cada año.

Lo que cada candidato presidencial debería presentar, como mínimo, es un esquema básico de un presupuesto discrecional federal. Esto serviría como un avance de lo que cada candidato pediría al Congreso como presidente. Si los candidatos sienten que necesitan producir presupuestos más grandes que también describan los cambios en los gastos obligatorios, tanto mejor.

El Presidente Trump es el único candidato a la presidencia del 2020 que ha elaborado una propuesta de presupuesto (una por cada año que ha estado en el cargo). De acuerdo al análisis realizado por la National Priorities Project, la última propuesta de presupuesto de Trump destinó el 57% del gasto discrecional al militarismo (guerras y preparativos de guerra). Esto a pesar de que este análisis trató la Seguridad Nacional, Energía (el Departamento de Energía es en gran parte armas nucleares), y Asuntos de Veteranos cada uno como categorías separadas no incluidas en la categoría de militarismo.

En las encuestas realizadas a lo largo de los años, el público estadounidense ha demostrado no tener ni idea de cómo luce el presupuesto y, una vez informado, a favorecer un presupuesto muy diferente del real en ese momento. Tengo curiosidad por saber cómo cada persona que está en la candidatura para la presidencia quiere que se vea el presupuesto federal. ¿Pondrán su dinero (bueno, nuestro dinero) donde están sus bocas? Dicen que se preocupan por muchas cosas buenas, pero ¿nos mostrarán cuánto se preocupan por cada una de ellas?

Si se nos mostrara un gráfico básico de prioridades de gasto de cada candidato, sospecho que la mayoría de la gente reconocería las diferencias significativas, y tendría opiniones firmes sobre ellas.


Traducción del inglés por Armando Yánez

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