La polémica mina de carbón del grupo indio Adani, que se construirá en el estado australiano de Queensland, violaría los derechos de los pueblos indígenas. La Sociedad para los Pueblos Amenazados (GfbV) declara que partes de lo que será entonces la mayor mina de carbón del mundo se encuentran en la tierra de los Wangan y Jagalingou. Han estado luchando contra el proyecto durante décadas por medios legales.
«Si la mina entra en funcionamiento según lo previsto, el impacto en los Wangan y Jagalingou será catastrófico. Porque la contaminación directa causada por la operación de la mina no sólo contamina su hábitat», explica Yvonne Bangert, asesora de la GfbV para los pueblos indígenas. «El operador de la mina espera extraer 12.500 millones de litros de agua anualmente del cercano río Suttor. Además, la extracción de carbón se llevará a cabo en tierra parcialmente sagrada, cuyas plantas y animales son culturalmente muy importantes para estas personas». Es un escándalo que el estado haya retirado a los Wangan y a los Jagalingou su título nativo de la tierra.
«Australia ratificó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en 2009», recuerda Bangert. «Esto establece claramente que los pueblos indígenas afectados deben dar su consentimiento explícito previo a cualquier intervención en su territorio ancestral». Como obviamente no fue el caso aquí, Queensland había violado la declaración.
La mina de Adani es para extraer carbón de la cuenca del Galileo. Los combustibles fósiles, como el carbón, son en gran medida responsables del cambio climático provocado por el hombre. Los enormes incendios que se están produciendo actualmente en el continente australiano se deben al cambio climático. En esta situación, la planificación de la mayor mina de carbón del mundo, que también consumiría miles de millones de litros de agua cada año, fue recibida con una feroz crítica internacional. Los expertos también esperan que la cercana Gran Barrera de Coral, ya sacudida por el cambio climático, se contamine aún más por la operación de la mina. Debido a los vientos contrarios internacionales, Siemens AG, que en realidad quería apoyar el proyecto, ha suspendido su participación prevista hasta nuevo aviso.
Traducción del alemán por Sofía Guevara