China ha empezado a desarrollar una vacuna contra el coronavirus 2019-nCoV que hasta ahora ha causado la muerte de 56 personas.
El gigante asiático está ampliando las medidas de prevención para evitar que el virus se propague, entre ellas el cierre de los accesos a la localidad sudoriental de Shantou, o la suspensión del servicio de transportes en Pekín (la capital) y las ciudades de Tianjin (en el noreste de China) y Xian (capital de la provincia Shaanxi, en China central).
El rotativo chino Diario del Pueblo ha citado este domingo al experto Xu Wenbo, del Centro de Prevención y Control de Enfermedades, quien aseguró que el ente ya estaba desarrollando una vacuna contra el coronavirus, “después de lograr aislar con éxito la primera cepa del virus”.
Por su parte, la Comisión Municipal de Salud de Shanghái (en la costa central de China) ha informado de que una paciente contagiada con el aludido virus había sido dada de alta, luego de que los resultados de los análisis confirmaran que no había rastro de la enfermedad en su sangre.
Las autoridades chinas han indicado que Shantou, una ciudad de más de 5 millones de personas, prohibirá el acceso a todos los vehículos no esenciales a partir de la medianoche.
Así mismo, la ciudad portuaria de Cantón (en el noroeste de Hong Kong), ha cerrado todas las piscinas, los baños termales y gimnasios, y suspendido las grandes exposiciones y “actividades comerciales y económicas a gran escala” con el mismo objetivo.
A su vez, el diario estatal Global Times ha confirmado que unos 3 millones de mascarillas habían llegado a la ciudad de Wuhan (en China central), epicentro del brote, puesto que se cree que la forma primaria de transmisión es a través de las vías respiratorias.
Entre los esfuerzos de prevención, Pekín canceló las fiestas previstas del Año Nuevo chino como medida de protección ante la epidemia provocada por el coronavirus.