por Sally Burch

El 25 de enero se celebrará el primer día de protesta mundial contra la tecnología 5G. Más de 205 eventos en más de 195 ciudades en 32 países están siendo planeados para el sábado 25 de enero, así como algunos el viernes 24 de enero, cuando las oficinas gubernamentales están abiertas, y el domingo 26 de enero.

Stop 5G International es una campaña que demanda una moratoria en la implementación a gran escala de las tecnologías 5G en la tierra y en el espacio, por razones científicas, debido a su potencial impacto en la salud, la vida silvestre, el medio ambiente, el consumo de energía, los desechos electrónicos, la privacidad y la ciberseguridad, entre otras razones.

El Llamamiento de Científicos Internacionales en CEM (campo electromagnético), firmado en 2015 por más de 240 científicos con investigaciones publicadas y revisadas por pares, sobre los efectos biológicos y en la salud de la radiación inalámbrica, afirma que: «Numerosas publicaciones científicas recientes han demostrado que los CEM afectan a los organismos vivos a niveles muy inferiores a (lo estipulado en) la mayoría de las directrices internacionales y nacionales.

Los efectos incluyen un mayor riesgo de cáncer, estrés celular, aumento de radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductivo, déficits de aprendizaje y memoria, trastornos neurológicos e impactos negativos en el bienestar general de los seres humanos. Los daños van mucho más allá de la raza humana, ya que hay una creciente evidencia de los efectos nocivos tanto para la vida vegetal como para la animal».

Un llamamiento más reciente dirigido a la ONU y a los gobiernos, lanzado por científicos, médicos, organizaciones medioambientales y ciudadanos, que ya ha reunido más de 194.000 firmas, pide una moratoria de la tecnología espacial 5G.  Sostiene que: «La implantación del 5G incrementará masivamente la exposición a la radiación de radiofrecuencia (RF) de las telecomunicaciones acumulandose a la ya existente con las actuales redes 2G, 3G y 4G. La radiación de radiofrecuencias ha demostrado ser perjudicial para los seres humanos y el medio ambiente. El despliegue del 5G constituye un experimento sobre la humanidad y el medio ambiente que bajo el prisma del derecho internacional puede definirse como un crimen contra la humanidad».

El sitio web de la campaña Stop 5G explica las bases de la preocupación por la tecnología 5G en numerosos aspectos: «5G es un experimento biológico masivo impuesto al público sin consentimiento informado, sin pruebas de seguridad previas y con la evidencia científica fidedigno que indica que esta tecnología resultará dañina para la salud y fatal para algunos.  Una vez que las antenas 4G/5G se instalen densamente en comunidades de todo el mundo, nadie podrá escapar de la exposición continua e involuntaria a la radiación no ionizante. El feto, los niños pequeños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas, enfermedades por microondas o sistemas inmunológicos comprometidos serán particularmente vulnerables».

Entre los peligros para la vida silvestre, varios biólogos han descubierto que la radiación electromagnética inalámbrica perturba los magnetoreceptores internos utilizados para la navegación, además de interrumpir otros complejos procesos celulares y biológicos en mamíferos, aves, peces, insectos, árboles, plantas, semillas y bacterias con profundos impactos en el entorno natural.  «La radiación también ha sido implicada en el Trastorno de Colapso de las Colonias. Las frecuencias de ondas milimétricas más cortas que se utilizarán para 5G serán aún más peligrosas que las de 2G, 3G y 4G, ya que los insectos son criaturas de tamaño milimétrico y absorberán y amplificarán selectivamente estas frecuencias», según el sitio web de la campaña.

Estos riesgos para la salud humana y la vida silvestre serán mucho mayores si se llevan a cabo los planes para el lanzamiento masivo de satélites, que no dejarán ninguna zona de la tierra libre de radiación.  Los sistemas inalámbricos desplegados masivamente también aumentarán exponencialmente las posibilidades de vigilancia e invasión de la privacidad, y son más vulnerables que los sistemas alámbricos a la piratería informática.

Además, hay denuncias de astrónomos de que los planes de lanzamiento de miles de satélites de órbita baja alterarán completamente el cielo nocturno.  Una nueva petición lanzada recientemente por los astrónomos, que ha recogido firmas esta semana, denuncia el inminente lanzamiento de otros 60 satélites por parte de la empresa SpaceX, que elevará el total actual a 240.  La petición explica que la mayoría de los satélites serán visibles a simple vista. Si se lanzan decenas de miles de ellos, arruinarán el cielo nocturno para toda la humanidad. Los satélites no sólo «serán mucho más numerosos que las aproximadamente 9.000 estrellas directamente visibles al ojo humano», sino que «igualarán el brillo de las estrellas de la constelación de la Osa Menor», y serán «superados en brillo por sólo 172 estrellas en todo el cielo».

La campaña Stop 5G considera que una solución más segura, fiable y probada es utilizar la tecnología cableada en cada hogar, negocio y escuela, una tecnología probada durante más de 20 años. «Si nuestra infraestructura de Internet y telecomunicaciones fuera principalmente alámbrica, esto nos permitiría reducir nuestra exposición y dependencia de las torres celulares, antenas inalámbricas y satélites.  Además, la infraestructura alámbrica es muy superior, ya que es más eficiente en el consumo de energía y mucho más confiable que la inalámbrica… Es más, el cableado es significativamente menos peligroso para nuestra salud y para la salud de otras formas de vida con las que compartimos esta tierra».

Hasta ahora, América Latina está notablemente ausente de esta campaña y ningún país latinoamericano aparece en la lista de actividades previstas para el día de protesta.  Hay que reconocer también que aún hay poca información sobre el tema disponible en español.

 

– Sally Burch, periodista británico-ecuatoriana, ALAI.

 

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