El sábado 23 de noviembre, en París, en la Place de l’Opera, mientras miles de mujeres se reunían para una nueva marcha contra la violencia contra las mujeres, la artista Kalinka Prates realizó una actuación “Mujeres en cuchillos”. De origen brasileño, instalada en Francia desde hace 12 años, se describe a sí misma como artista y activista. Su intervención pública es aún más fuerte porque ella misma fue víctima de la violencia de su ex novio, a quien ahora llama un agresor de mujeres.
“Me sentí bienvenida por el público de la marcha, las mujeres fueron de apoyo y muy protectoras. Sentí solidaridad entre mujeres y hombres que luchan contra toda esta violencia, y me sentí cómoda. Una forma de protección. Este sentimiento de protección y solidaridad debería extenderse más allá de esta manifestación, en toda la sociedad y no solo entre las mujeres sino también a nivel de gobernantes y políticos”.
“Hay una educación que hemos recibido, mujeres y hombres, y la construcción de la masculinidad es tóxica porque da a los hombres la sensación de ser superiores a las mujeres. Es esta construcción la que debe ser combatida.”
“El cuerpo desnudo es un cuerpo político. No hay nada erótico o sexualizado, pero la desnudez del cuerpo, expuesto como una debilidad, es decir, este frágil cuerpo que representa la situación de las mujeres en el mundo, sometidas a la violencia… vulnerables. Está más allá de mi cuerpo, es el de todas las mujeres”.
“Me gustaría concienciar a las mujeres, me gustaría decirles a todas las mujeres que, en este momento, son agredidas y susurrarles, que se vayan tan pronto como surja la violencia. Esa mujer debe tomar la decisión de irse de inmediato, porque una vez que comienza la violencia, nunca se detiene. Decirles también a los políticos que se queden con nosotros y actúen porque todo es muy serio”.
Fotografía: Brigitte Cano
Traducción del francés por Michelle Velez