El recambio de autoridades se da en el medio de persecuciones laborales y señales de vaciamiento que despertaron reacciones de indignación y solidaridad con les 25 trabajadores. Durante los últimos 4 años el área evidenció una labor destacada por multiples colectivos sociales. Hoy reina la incertidumbre
En los últimos cuatro años, el Ministerio de Derechos Humanos de la Provincia de Misiones (Argentina) estuvo a cargo de la ex diputada y artista, Lilian “Tiki” Marchesini. La gestión que tanto ella como su equipo de trabajo llevaron adelante, se destacó en el compromiso con una amplia serie de causas y situaciones en las que el Ministerio se involucró positivamente, a diferencia de años anteriores, cuando la gestión se mostraba más bien tibia, limitada y alejada de las organizaciones sociales.
Reclamos por la reanudación de los juicios por la Verdad en Misiones, apoyo a familiares de víctimas de la violencia institucional, posicionamientos claros ante casos de desalojos y un accionar dinámico con los Pueblos Originarios, formaron parte de la dinámica cotidiana de la cartera.
Este trabajo, una vez finalizado el mandato de Marchesini– el 10 de diciembre de 2019- fue reconocido por numerosas organizaciones e instituciones ligadas a la defensa de los Derechos Humanos.
En paralelo, la asunción de nuevas autoridades configuraron un escenario de retroceso, incertidumbre y avasallamiento de los derechos de los trabajadores. La nueva gestión gubernamental de la provincia de Misiones, que desde el 10 de diciembre encabeza el gobernador Oscar Herrera Ahuad (Frente Renovador de la Concordia), nombró en el cargo de Ministra de Derechos Humanos a Graciela “Chela” Leyes, quien fuera Subsecretaria de DDHH de la Provincia de Misiones y en las últimas elecciones, candidata a diputada nacional por el Frente Renovador.
Dos días después, el 12 de diciembre, en sus redes sociales, la ex ministra Marchesini denunció que dos empleados de la Dirección de Asuntos Guaraníes – que encabeza hace dos décadas Arnulfo Verón, cónyugue de Graciela Leyes- ingresaron a la oficina de Derechos Humanos para retirar todas las cámaras de seguridad, y los focos de todas las oficinas. Al plantel de trabajadoras y trabajadores, se les ordenó que se vayan, ya que se les firmaría el traslado a otras dependencias del Estado. Hasta hoy persiste la incertidumbre para estos 25 trabajadores.
“Las cámaras de seguridad las habíamos puesto por seguridad de todos y todas, ya que en mayo de 2018, como fue de público conocimiento, la oficina del ministerio fue violentada. Ingresaron rompiendo la puerta de acceso y no se llevaron nada. Hoy se llevaron las cámaras, sacaron internet, la pava eléctrica, los focos. Al no haber cámaras no hay garantías para los trabajadores. Más allá del destrato, el agravio y la persecución que sufren mis compañeros, sé que haciéndolo público los protejo por si mañana el Ministerio de DDHH amanece sin otras cosas. Lamentablemente estos errores nos cuestan caros a todxs. No solo a mis crxs sino a todas las familias que pudimos ayudar. Ni hablar de los 30 mil desaparecidos que perdieron su vida para que Instituciones como esta existan. Son de todxs y entre todxs las tenemos que cuidar” advirtió Marchesini.
No al vaciamiento y la persecución laboral
La solidaridad no se hizo esperar. Desde la Asociación Pensamiento Penal Capítulo Misiones (APP), expresaron públicamente su “repudio a las persecuciones laborales y destituciones de quienes dieron respuestas a todos los reclamos y situaciones que se presentaron durante la gestión de Lilian Marchesini”.
“El cambio de autoridades no debería implicar un vaciamiento de la institución” añade en otro párrafo el comunicado de APP.
El Colectivo Somos Pueblo Misiones, también emitió un comunicado en el cual señalan que “el cambio de autoridades no tiene que significar zozobra para los trabajadores en cuanto su continuidad laboral” y subrayan la necesidad de encontrar una pronta solución al conflicto.
En tanto, desde la Coordinadora de Trabajadores, mujeres, lesbianas, trans, travestis transexuales, bisexuales, intersexuales, pansexuales y queers, solicitaron “el cese de las persecuciones, que se respeten todos los derechos laborales de les trabajadores, que se garantice la fuente laboral de todos los que trabajan actualmente más allá de la modalidad bajo la que estén, y se garanticen políticas públicas para el respeto y la promoción de los Derechos Humanos de toda la población”
Hace unos horas, mientras los trabajadores siguen sin respuestas, la nueva ministra Leyes brindó una entrevista a un medio local, en la cual no se refirió a la grave situación. “Se terminó el trabajo de la oficina, lo burocrático, ahora tenemos que dejar un poquito de lado y ponernos todos a trabajar junto a nuestras familias” señaló confusamente Leyes.