Ha comenzado en Madrid la Cumbre por el Clima (COP25) que se desarrollará entre el 2 y el 13 de diciembre.
Es imprescindible llegar a consensos y pasar a la acción, dada la crisis que ya está aquí.
El resultado dependerá de la voluntad política.
Mientras, en paralelo tendrá lugar la Cumbre Social por el Clima para exigir que se concreten acuerdos que frenen el cambio climático.
Ha comenzado en Madrid la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), al decidir Chile unilateralmente no llevarla adelante por la situación de crisis social que vive el país. Esta Cumbre es la última antes de que en 2020 deban de ser efectivos los Acuerdos de París (2015).
En esta Cumbre, la prioridad está puesta en llegar a acuerdos concretos por los que cada país se comprometa a llevar adelante políticas y medidas que permitan ir avanzando de manera urgente hacia la bajada de emisiones de CO2, hacia una economía climáticamente neutra.
En todo caso, se trata de un encuentro complejo, en el que no existen votaciones sino que los acuerdos se toman por consensos. En el mismo, se juntan tres conferencias: la COP25 (reunión de las partes de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático), la CMP15 que afecta a los países que firmaron el Protocolo de Kyoto, vigente hasta 2020, y la CMA2, en la que están los países que participaron en los Acuerdos de París 2015.
Los líderes de los países más contaminantes no estarán presentes
A esta complejidad, hay que sumar que los países más contaminantes (EEUU, China, Rusia o India, por ejemplo) no estarán representados por sus máximos dirigentes, amenazando incluso con salirse de los acuerdos previos como en el caso de EEUU; que hay todo un “juego” de cifras sobre las emisiones de cada país que dificulta tener una radiografía real de la situación a nivel planetario o que los países con menor desarrollo, víctimas de la crisis climática sin haberla provocado, piden apoyo económico para poder pasar a hacer el trasvase a economías verdes.
Frente a la posición oficial de EEUU y Trump, los demócratas han llegado a la Cumbre en palabras de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, con un objetivo: «Al venir a esta COP, queremos decir: todavía estamos aquí. Todavía estamos aquí». Por su parte, Bloomberg, el nuevo rival demócrata de Trump, ha puesto de su bolsillo el dinero que EEUU retiró para la Cumbre del Clima. Lo que pase con EEUU, que se quede o salga definitivamente de la Cumbre del Clima, dependerá de quién gane las elecciones presidenciales en el 2020.
Antonio Guterres «Lo que falta es voluntad política»
Antonio Guterres, secretario general de la ONU, ha declarado a su llegada a la capital española que “lo que falta es voluntad política” y ha pedido que se dejen de “poner excusas” para buscar soluciones a un cambio climático que ya está aquí. Ha apuntado directamente a los líderes políticos como responsables de la concreción de los acuerdos de París.
La Cumbre Social por el Clima
También estarán presentes en la Cumbre diferentes movimientos sociales, jóvenes, indígenas… lo que no ha evitado que en paralelo se haya organizado una contracumbre o Cumbre Social por el Clima (CSxC), en la que según los organizadores «buscamos salvaguardar nuestro futuro, ahora mismo en cuestión. Basta de miedos electorales, de medidas a corto plazo y de engaños oportunistas. Exigimos el derecho a la vida: somos la naturaleza que se defiende a sí misma»
La CSxC comenzará con una gran manifestación el viernes 6 de diciembre y seguirá durante los días siguientes hasta el día 13 en la Universidad Complutense de Madrid.
Si hay algo que marca la diferencia respecto a otras ediciones, además de la emergencia, es que el contrapeso a estas cumbres oficiales, que tantas veces se quedaron en palabras, hoy no son únicamente colectivos especializados. Los jóvenes han tomado la calle y están arrastrando a toda la sociedad de manera transversal a poner en el centro de la discusión pública la Vida. La crisis avanza pero la respuesta en la calle crece exponencialmente.
Y todo empezó con una acción individual de una niña, Greta Thunberg, que conectó con un propósito claro: defender su futuro y el de la humanidad, con ello.