Una movilización histórica en Francia contra el proyecto de reforma de las pensiones

Más allá de todas las cifras transmitidas por los medios de comunicación, los sindicatos y muchos otros, la movilización de este martes 17 de diciembre en Francia es histórica. Varios elementos apoyan este razonamiento:

Una gran diversidad de profesiones representadas

Maestros, ferroviarios, hospitalarios, artistas, artesanos, comerciantes, empresarios, bomberos, estudiantes, empleados del sector público y privado y muchos otros se han reunido para dar testimonio de su angustia y desesperación ante un sistema que los oprime y un gobierno que, en lugar de protegerlos, los empuja hacia incomprensibles medidas tecnocráticas e ideológicas, con una visible falta de empatía como ventaja. ¿Se ha roto el contrato social en Francia? ¿Se puede restaurar la confianza en nuestros representantes electos? ¿Es necesario redefinir los fundamentos de nuestra democracia?

Un carácter festivo, a pesar de la importancia de los temas en juego

Las manifestaciones siempre han sido momentos únicos de cohesión, encuentro y energía. La manifestación del martes 17 no fue una excepción, al contrario, fue el punto de convergencia de extraordinarias expresiones creativas: grupos de teatro, músicos, acróbatas, que se mezclaron perfectamente con los múltiples mensajes de la gente movilizada. Se dice que a menudo salimos transformados de un evento, sobre todo gracias al campo de energía creado por la multitud. Después del evento, estamos convencidos de que la gente salió confiada, serena y decidida a continuar su camino.

Una época del año tradicionalmente reservada para los que amamos

“Bajo el árbol, la huelga”: este mensaje escrito en una de las pancartas de la movilización parisina ilustra el nivel de determinación de los manifestantes. Más allá del rechazo de una reforma que la mayoría considera injusta, la gente es consciente de que la lucha será larga, ya que las negociaciones entre el gobierno y los organismos intermediarios parecen haberse estancado. Para muchos de nosotros, la temporada de fiestas familiares parece estar en peligro ya que la huelga continúa indefinidamente en la mayoría de los sistemas de transporte, en algunas escuelas y en muchas otras organizaciones públicas y privadas.

Un número impresionante de manifestantes

Un día tendremos que preguntarnos sobre la veracidad de las cifras de movilización comunicadas por la policía, las empresas “independientes” e incluso los sindicatos. Cualquier ciudadano que haya participado en la movilización del 17 de diciembre, en particular en París, puede dar testimonio de la impresionante cantidad de gente en las calles. Desde hace más de 20 años, nuestros periodistas cubren las manifestaciones, y dicen que nunca han visto tanta gente deambulando por las calles de la capital.

Reportaje fotográfico: Pressenza


Traducción del francés por Michelle Velez