Tenían muchas esperanzas de una vida mejor y una oportunidad para sacar a sus familias de la pobreza. Muchas viajaron a Arabia Saudita como trabajadoras domésticas, les pagaron a agentes para poder ver realizados sus sueños. Pero sus sueños se vieron aplastados cuando se encontraron con diversas formas de abuso doméstico, que incluía acoso sexual. Como ya no pudieron continuar, muchas de estas trabajadoras domésticas huyeron de sus empleadores y se vieron obligadas a volver a casa.
Hasta noviembre de 2019, 900 trabajadoras domésticas han regresado de Arabia Saudita antes de finalizar sus contratos. Y la cantidad de trabajadoras domésticas que han regresado antes de tiempo en los últimos cuatro años superan las 6000.
No son solamente casos de abuso físico, mental o sexual. Más de cien empleadas domésticas bangladesíes murieron en Medio Oriente en los primeros nueve meses de 2019 –incluidas 36 que se suicidaron.
En los últimos años, han surgido muchos videos en línea en los que se cuentan diversas historias de abuso hacia estas trabajadoras domésticas.
A inicios de noviembre, se hizo viral el video de una trabajadora bangladesí en Arabia Saudita que hace un llamado desesperado para ir a casa mientras se esconde de sus abusadores dentro de un cuarto de baño.
Sumi Akter, de 25 años, dice que sus empleadores la han atacado física y sexualmente, que le han vertido aceite caliente en los brazos. Estuvo cautiva durante 15 días en los que casi no tuvo comida.
Tras su regreso a Bangladesh, otra trabajadora doméstica describió que la habían tratado como una esclava:
BRAC es conocida como el mayor organismo no gubernamental de desarrollo del mundo, que también trabaja con trabajadores migrantes en Bangladesh. Publicaron un cortometraje sobre trabajadoras migrantes bangladesíes en Arabia Saudita, que narra el abuso que muchas enfrentan:
El único recurso para este abuso es denunciar a la policía, lo que es difícil por problemas de idioma. Además, según el embajador de Bangladesh en Arabia Saudita, muchas víctimas quedan traumatizadas y queren ergresar a casa rápido y muchas no quieren quedarse para el proceso de litigio. Por lo común, no se toman acciones contra el abusador. Según el embajador de Bangladesh, al Gobierno de Arabia Saudita se le ha informado de estos casos.
Entrada de trabajadoras domésticas a Arabia Saudita
Desde la década de 1970, gran cantidad de trabajadores migrantes bangladeshíes han viajado a Arabia Saudita para buscar trabajo. Sin embargo, a pesar de que la historia de trabajadoras que se unen a la fuerza laboral migrante bangladesí es mucho más reciente, sus números actuales son sustanciales. Desde 2015, hay más de 200 000 trabajadoras domésticas bangladeshíes en Arabia Saudita.
Casos de abuso corporal contra integrantes de una población de trabajadores migrantes que se calcula en nueve millones en Arabia Saudita han captado la atención pública desde hace años. Antes, Indonesia y Filipinas eran las principales fuentes de trabajadoras domésticas en Arabia Saudita. Pero en 2015, por casos de abuso y tortura, Indonesia prohibió el envío de trabajadoras a Arabia Saudita. Sri Lanka y Filipinas dejaron de enviar trabajadoras desde antes.
El mercado laboral saudita ha estado cerrado para Bangladesh desde 2008. Sin embargo, en 2015, Arabia Saudita ofreció contratar trabajadores de Bangladesh, con una proporción de hombres de 2:1 sobre las mujeres. El Gobierno bangladesí accedió a la propuesta y fijó un salario oficial base de 800 riyads sauditas (213 dólares estadounidenses) al mes para las trabajadoras –mucho menos de lo que ganaban filipinos e indonesios.
Un informe de Saudi Gazette afirma que las trabajadoras domésticas de Bangladesh eran las más buscadas en Arabia Saudita, pues su contratación era más barata.
Bangladesh no impedirá el envío de trabajadoras domésticas a Arabia Saudita
Ha habido mucho debate en el país luego del aumento de trabajadoras domésticas que regresaban a Bangladesh. El columnista Syed Ishtiaq Reza critica el envío de mujeres a Arabia Saudita con el fin de impulsar la economía:
El 31 de octubre, el cadáver de la trabajadora doméstica Parvin Akter regresó a Bangladesh de Arabia Saudita. Su certificado de defunción mencionaba “suicidio”. Pero sus familiares no se lo creen. Dicen que muchas veces ella se quejó de abusos en su lugar de trabajo.
No quiero que más trabajadoras vayan a Arabia Saudita, nunca más.
El doctor M R Karim Reza preguntó al Gobierno por qué no están haciendo lo suficiente para cambiar la situación:
¿Por qué el Gobierno no está tomando medidas para dejar de enviar trabajadoras domesitcas al bárbaro Arabia Saudita?
Según Selim Reza, secretario del Ministerio de Bienestar de Expatriados, el Gobierno bangladesí ha establecido casas seguras en Arabia Saudita para mujeres maltratadas y ha tomado medidas para hacer una lista y enjuiciar a “malos empleadores”.
En medio de todo esto, Bangladesh no está listo para detener la exportación de mano de obra a Arabia Saudita, dijo el ministro del Exterior. El periodista Ishrat Jahan Urmi escribió en Facebook: