Un domingo luego de tres días feriados, que se esperaba sin mayores aconteceres, sorprendió a la opinión pública una masiva caravana de ciclistas que llegó hasta el domicilio del Presidente Piñera para manifestarse ante su propia residencia con consignas que piden su renuncia. La sorpresa se debió a que incluso los Carabineros supusieron que se trataba de una jornada deportiva.
Esta manifestación se dio en el contexto del estallido social que vive el país hace ya dos semanas.
Comenzaron reuniéndose en Plaza Italia, como lo han hecho anteriormente, pero en vez de que las bicicletas se dirigieran hacia el poniente, como era de esperar, los manifestantes se trasladaron hasta el sector oriente de la capital. La manifestación había sido convocada por el Movimiento Furiosos Ciclistas, que llamaron a «llenar las calles de colores, banderas, silbatos y pedales», como su forma particular de protestar.
Por cierto que en la residencia del mandatario los manifestantes encontraron presencia policial, que había sido además reforzada. Pero ello no apaciguó los ánimos y los gritos de reclamo se hicieron sentir, antes de que la caravana completa iniciara su recorrido de regreso hacia el centro de la ciudad, sin que se produjeran incidentes. Cuando detuvieron el pedaleo ante la residencia del Presidente, rápidamente comenzaron a entonar con fuerza: «El pueblo, el pueblo, ¿el pueblo dónde está? El pueblo está en la calle pidiendo dignidad». Y raudamente lograron esquivar la represión dejando el lugar antes de que la policía reaccionara.
Otras bicicletadas de protesta tuvieron lugar hoy en Viña del Mar, así como en diversas comunas de la Región Metropolitana.
El foto-reportaje es de Riccardo Marinai: