Por Vanina P. Santarceri
Nos constituimos humanos en un ámbito humano (1), nuestras elecciones están pues limitadas por el entorno social donde coexistimos con otras intenciones humanas yuxtapuestas. Si bien hay factores biológicos que pueden predisponernos a la locura ó la criminalidad, estando ya bien adentrados en el Siglo XXI contamos con suficientes herramientas que nos permiten subsanarlos, desde fármacos que compensan falencias químicas hasta técnicas psicológicas que perfectamente pueden detectar problemáticas tempranas y tratarlas en conjunto con medicación y terapia.
El resto de los desequilibrios no basados en falencias biológicas responden a cuestiones estrictamente sociales. Se infiere pues directamente que tanto la criminalidad como la, llamémosle, locura son fenómenos intencionados: es decir, el grupo social no hace prácticamente nada por evitarlos aún teniendo todas las herramientas disponibles para hacerlo.
Ocurre lo mismo con la desnutrición, las enfermedades y la problemática habitacional. Mundialmente, producimos alimentos para 14.500 millones de personas siendo que somos algo más de 7.500 millones. Sin embargo, una de cada nueve personas padece hambre y más del 15% de la población mundial, desnutrición y deficiencias alimentarias. (2)
Contamos con una amplia gama de medicamentos para múltiples enfermedades básicas pero un tercio de la población mundial no tiene acceso a ellos (3). Tenemos suficiente espacio e infraestructura tecnológica como para abastecer de vivienda a todos los habitantes del planeta, sin embargo “Millones de personas viven sin techo o en casas inadecuadas“(4). Claramente, hay intenciones detrás de todos estos horrores, fomentadas por desidia, avaricia ó falta de interés.
Será quizá por esto que rara vez se plantean las cuestiones de fondo tanto en los medios de comunicación como en diversas manifestaciones sociales, pero se repiten hasta el hartazgo las consignas hay que cambiar / agregar leyes e incrementar / reforzar condenas.
Pareciera que son todos fenómenos externos al grupo social: una persona delinque y la responsabilidad recae pura y exclusivamente en ella, como si hubiera vivido en el vacío toda su vida aterrizando en el mundo al momento de la acción delictiva.
Su construcción personal está atada al grupo social, se constituyó interrelacionándose con el grupo social en el que se formó. Algo salió mal, digamos, en ese camino que lo llevó a ejecutar un acto criminal. Pero no es en lo absoluto algo aislado que pasa solamente en la cabeza del individuo. Todo su entorno contribuyó de alguna manera para que, a fin de cuentas, tomara la decisión (ahora sí personal, aunque atada invariablemente a lo social) de cometer un crimen.
Ejemplifiquemos: un niño sufre violencia por parte de sus padres. Al crecer, sin herramientas que lo ayuden a sobreponerse a los traumas de su niñez, volverá a repetir el ciclo con sus propios hijos. El grupo social no intervino al momento de su crecimiento para salvaguardarlo de tales abusos ni para ayudar a su entorno familiar a encontrar respuestas no-violentas en su relación. Pero redactó unos Derechos del Niño y de las Personas que quedan muy bonitos para sacarse fotos pero no redundan en acciones reales ni soluciones concretas (pocos se encargan de hacerlos efectivos).
Si se quisiera solucionar el problema de raíz, se trataría a la familia y su entorno para cortar el círculo de violencia en lugar de colgar cuadritos con arco iris y niños sonrientes en recintos oficiales. Pero ahondando en esta problemática salta a la vista lo obvio: la violencia está profundamente arraigada tanto en el grupo social humano como en cada uno de nosotros, por cuanto la única solución eficaz es reconstruir el todo social y, paralelamente, el personal.
En todas las esferas socioeconómicas mundiales se observa una creciente caída en cuenta de tal circunstancia (¡la pifiamos en masa!) y posterior reformulación de todo (5): busquemos otro tipo de organización social (económica, política, penal, ambiental); otro tipo de respuesta (personal, social, política, empresaria); formemos nuevas vías de comunicación (redes sociales, canales en youtoube, meditaciones mundiales coordinadas); etc; ya que las tradicionales, las que hemos probado hasta ahora, no funcionan.
En suma, todas las raíces convergen aquí: hay que crear un nuevo mundo partiendo de nuestro mundo interno… reconstruido.
Bibliografía y Notas:
(1) Desarrollo minúsculo en el artículo La falacia del mérito propio en la consecución profesional.
– Contribuciones al Pensamiento – Silo (Mario L. R. Cobos), Argentina: Editorial Planeta, 1990.
– Humanizar la Tierra – Silo (Mario L. R. Cobos), Argentina: Editorial Planeta, 1989.
– Apuntes de Psicología – Silo (Mario L. R. Cobos), Argentina: 1999.
(2) FAO: Hambre aumenta en el mundo y en América Latina y el Caribe por tercer año consecutivo – Link: http://www.fao.org/americas/noticias/ver/es/c/1152160/
(3) – OMS – Informe 2017 – Link: http://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA71/A71_28-sp.pdf
– RTVE.es / EP- Un tercio de la población mundial no tiene acceso a medicamentos básicos – 12/05/2017 – Link: http://www.rtve.es/noticias/20170512/tercio-poblacion-mundial-no-tiene-acceso-medicamentos-basicos/1545647.shtml
(4) – ONU – Link: https://news.un.org/es/story/2019/03/1452161
– BID – Link: https://blogs.iadb.org/ciudades-sostenibles/es/problema-de-vivienda/
– ONU – Link: https://news.un.org/es/story/2018/07/1437721
(5) Algunos ejemplos:
– Rutger Bregman – TED 2017 – Link: https://www.ted.com/talks/rutger_bregman_poverty_isn_t_a_lack_of_character_it_s_a_lack_of_cash?language=es
– Nick Hanauer – TED 2012 – Link: https://www.vidapositiva.com/nick-hanauer-los-ricos-no-crean-empleo-los-verdaderos-creadores-de-empleo-son-los-consumidores-de-clase-media
– Forbes – Mensaje por clima ya es ‘demasiado potente’ para Trump y críticos: Greta Thunberg
– 27/09/19 – Link: https://www.forbes.com.mx/mensaje-por-clima-ya-es-demasiado-potente-para-trump-y-criticos-greta-thunberg/